Los estudiantes universitarios son en su mayoría sedentarios en los entornos de educación superior, lo cual puede ser perjudicial para su salud y aprendizaje. En este sentido, un estudio publicado en la revista International journal of environmental research and public health, se concentró en examinar la efectos de las pausas de movimiento en el aula (Classroom Movement Breaks, CMB, en inglés) y el aprendizaje físicamente activo (Physically Active Learning, PAL, en inglés) sobre los resultados físicos y cognitivos de universitarios en el entorno terciario. Entonces… ¿Las CMB y el PAL son capaces de transformar los entornos educativos? ¿Cuál es el impacto real de estas intervenciones en el rendimiento académico y la salud de los estudiantes?

Comportamiento sedentario en la educación superior

Las personas de todas las edades pasan grandes cantidades de tiempo en tareas sedentarias, sin alcanzar las recomendaciones mínimas de ejercicio físico. Este tipo de tareas, que se refieren a cualquier actividad en posición sentada, reclinada o acostada que utilice menos de 1.5 equivalentes metabólicos de gasto energético, son comunes entre los alumnos universitarios durante las clases.

Así, la falta de actividad física en la juventud temprana se asocia con problemas de salud, como enfermedades cardiometabólicas y mentales, que llegan a persistir en la adultez y contribuir a otras enfermedades crónicas. Contrariamente, la actividad física se relaciona con una mejor salud cardiometabólica, resultados cognitivos y académicos mejorados, y una menor probabilidad de depresión.

Combatiendo el sedentarismo: Aprendizaje físicamente activo y pausas de movimiento

Pausas en el aula y concentración

Para abordar este problema, se están considerando dos estrategias potenciales: las anteriormente descritas CMB y el PAL. Las primeras consisten en breves pausas de ejercicio en el aula, diseñadas para favorecer la concentración con movimiento. El segundo, por otra parte, combina la movilidad con el contenido académico.

De este modo, investigaciones previas han demostrado que dichas intervenciones aumentan la actividad física en estudiantes de diferentes niveles educativos, aunque su impacto en el rendimiento académico ha sido limitado. Aún así, pese a los hallazgos, hasta el momento existe una falta de evidencia sobre la efectividad de dichas intervenciones en jóvenes universitarios.

Un estudio sobre intervenciones en el aula

De esta manera, el objetivo del presente artículo fue evaluar la viabilidad y efectividad de las CMB y el PAL en el entorno universitario. Se buscó mejorar tanto la salud física como el rendimiento cognitivo de los alumnos. En consiguiente, los investigadores realizaron una revisión que incluyera solamente estudios basados en intervenciones de CMB o PAL en entornos universitarios reales. Asimismo, se excluyeron aquellos que fueron realizados con estudiantes en contexto de laboratorio.

Hallazgos: Apoyo para implementar estas estrategias

Los resultados del estudio indicaron que las CMB y el PAL son sumamente factibles en el entorno terciario. En este sentido, alumnos y tutores encontraron ambas intervenciones aceptables, mostrando interés en continuar con ellas, ya que no resultaron distractoras y se integraron bien en el tiempo de clase. Así, los hallazgos son consistentes con revisiones anteriores en niños de primaria, adolescentes y adultos, sugiriendo que los educadores universitarios pueden considerar la incorporación de CMB y/o PAL si cuentan con el espacio y la infraestructura adecuados.

Impacto del aprendizaje físicamente activo

Aprendizaje físicamente activo

La evidencia preliminar indicó que las CMB y el PAL tienen la capacidad de reducir el sedentarismo y aumentar la actividad física en estudiantes universitarios. Particularmente, aquellos que participaron en PAL reportaron una mejora en el bienestar, pero no presentaron cambios importantes en la concentración y disminución de la fatiga.

Aunque no se observaron diferencias en el rendimiento académico entre los jóvenes que participaron o no en PAL, la sustitución del comportamiento sedentario por movimiento durante el tiempo de clase implicó un impacto positivo en el bienestar general, la atención y la función cognitiva de los estudiantes a largo plazo. Sin embargo, este cambio en la actividad física podría ser insuficiente para influir significativamente en la salud general si no se realiza con constancia.

Pausas en el aula y concentración: Algunos beneficios

Por otra parte, las CBM mostraron una ligera mejora en la capacidad de concentración y atención de los alumnos. Dicho beneficio cognitivo se explica parcialmente por el impacto de la actividad física en varios mecanismos fisiológicos. Así, interrumpir largos períodos de sedentarismo con movimiento de ligero a moderado, provoca cambios metabólicos, endocrinos y vasculares que mejoran la función cognitiva.

Pese a esto, la mejora de rendimiento de estrategia no llegó a ser estadísticamente significativa, lo que podría deberse al tipo y duración de las pausas. A su vez, la intensidad y el momento del ejercicio físico resultan fundamentales en la cantidad de cambio fisiológico y cognitivo.

¿Se presentaron limitaciones?

Estudiantes y actividad física

La investigación contó con algunas limitaciones. Por ejemplo, el estudio solo incluyó tres ensayos controlados aleatorios, y la puntuación de calidad promedio de las revisiones incluidas fue baja. Sin embargo, los mismos mostraron resultados similares a los de alta calidad.

Además, la mayoría de los estudios de CMB se realizaron con estudiantes de ciencias de la salud o deportes. Esto supone una limitación, ya que podrían tener un nivel de actividad física basal más alto y mayor predisposición hacia las intervenciones. Por último, dado que solo dos investigaciones de PAL evaluaron la variable de actividad física y éxito académico, los resultados deben interpretarse con cautela.

Consideraciones finales para futuros estudios

La presente investigación proporciona una visión valiosa sobre cómo las pausas en el aula y un modo de aprendizaje activo influyen en la actividad física, el bienestar y la capacidad de concentración de los estudiantes universitarios. Sin embargo, ¿qué otros factores se deberían revisar en futuros estudios para maximizar la comprensión y utilidad de estas herramientas? Tal vez, sería provechoso evaluar el éxito académico y comparar el momento, la intensidad y la duración de PAL y CMB en términos de beneficios cognitivos y de salud.

Además, en un entorno de aprendizaje emocionalmente desafiante, resulta recomendable investigar el papel de dichas intervenciones en la regulación emocional con el fin de obtener una perspectiva más completa de sus efectos en el ámbito universitario. Para finalizar, si te interesa conocer diversas estrategias para potenciar el aprendizaje, te recomendamos nuestro curso sobre cómo aprender con todo el cuerpo y los beneficios del movimiento, rutinas de pensamiento y recreos cerebrales.

Referencia bibliográfica

  • Lynch, J., O’Donoghue, G. y Peiris, C. L. (2022). Classroom Movement Breaks and Physically Active Learning Are Feasible, Reduce Sedentary Behaviour and Fatigue, and May Increase Focus in University Students: A Systematic Review and Meta-Analysis. International journal of environmental research and public health19(13), 7775. https://doi.org/10.3390/ijerph19137775