El trastorno depresivo mayor, comúnmente conocido como depresión, es una realidad compleja que afecta a muchas personas en todo el mundo. En esta nota, abordaremos algunas opciones que pueden considerarse en el tratamiento de la depresión. Examinar desde los últimos desarrollos en la medicina hasta enfoques terapéuticos actualizados, y tener en cuenta información precisa y útil, siempre es conveniente con lo que respecta a la salud mental. ¿Te interesa conocer más sobre algunas de las opciones de tratamiento para la depresión disponibles?

Trastorno depresivo mayor: ¿Qué es?

El trastorno depresivo mayor es una condición de salud mental que impacta significativamente en la vida de las personas. Se caracteriza por sentimientos prolongados de tristeza y un marcado desinterés en actividades cotidianas, lo cual puede influir en el sueño, el apetito y la concentración. Por lo que es fundamental abordarlo con estrategias efectivas, teniendo presentes las diferencias entre lo que coloquialmente se entiende por “depresión” y el trastorno depresivo mayor.

Este último, con su compleja red de causas y síntomas, sigue siendo uno de los mayores desafíos en el campo de la salud mental. Afectando a personas de todas las edades y procedencias, podríamos decir que dicho trastorno no conoce fronteras y demanda soluciones tanto innovadoras como efectivas. En un esfuerzo por comprender mejor y tratar esta condición multifacética, los expertos en salud mental han estado investigando y desarrollando variedad de tratamientos, cada uno con el potencial de ofrecer alivio y recuperación.

3 motivos por los que deberías conocer los tratamientos

El Trastorno Depresivo Mayor es una condición de salud mental que impacta significativamente en la vida de las personas.
  1. Las opciones terapéuticas, que van desde terapias psicológicas hasta medicamentos, están en constante cambio. Por lo tanto, comprender su eficacia es fundamental para proporcionar atención adecuada tanto a profesionales de la salud como a quienes buscan tratamiento.
  2. Por otro lado, conocer bien estos tratamientos es esencial, dada la alta prevalencia de la depresión y su fuerte impacto en la vida diaria. Así, los profesionales pueden ofrecer cuidados más personalizados y efectivos, algo crucial ante las graves consecuencias de una depresión no tratada, como por ejemplo el riesgo de suicidio.
  3. Finalmente, entender los tratamientos disponibles es vital para aumentar la conciencia pública, disminuir el estigma y fomentar un acceso equitativo a la salud mental. Tal comprensión cobra especial importancia en casos de depresión resistente al tratamiento, donde se enfrentan desafíos como la falta de una definición clara y la variabilidad en las respuestas (McIntyre et al., 2023).

Dos tratamientos conocidos

El mundo de la psicoterapia y la farmacología ha avanzado significativamente en el tratamiento de la depresión, como lo demuestra un reciente metaanálisis. Este se enfocó en los dos tratamientos más comunes: la terapia cognitivo conductual (TCC) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Los resultados revelaron que tanto la TCC como los ISRS producen mejoras moderadas en la calidad de vida de los pacientes. Adicionalmente, un hallazgo destacable es la consistencia del efecto positivo de la terapia a lo largo del tiempo, sugiriendo su utilidad a largo plazo. Lo que resalta la importancia de considerar los tratamientos para la depresión no solo en términos de alivio sintomático, sino también en su capacidad para mejorar la calidad de vida de manera sostenida (Hofmann et al., 2017).

Innovaciones en tratamientos para la depresión

El mundo de la psicoterapia y la farmacología ha avanzado significativamente en el tratamiento de la depresión

Las intervenciones actuales para la depresión a menudo enfrentan desafíos, como respuestas limitadas, resistencia al tratamiento, y la posibilidad de recaídas. Además, pueden tardar semanas o incluso meses en mostrar efectividad, lo cual es preocupante, especialmente dada la relación entre la depresión y un mayor riesgo de suicidio. Tal realidad ha impulsado la búsqueda de antidepresivos más eficientes y de acción rápida.

Ketamina y escopolamina

En respuesta a tales limitaciones, en los últimos años se han desarrollado tratamientos innovadores como la ketamina y la escopolamina. Esta primera, en particular, es un anestésico que ha mostrado resultados prometedores en pacientes con depresión resistente al tratamiento, induciendo respuestas rápidas y sostenidas. Un efecto que se atribuye a la mejora de las conexiones sinápticas en el cerebro y la reversión de los impactos negativos del estrés crónico.

Por su parte, la escopolamina, antagonista de los receptores muscarínicos de acetilcolina, ejerce efectos antidepresivos rápidos, mejorando la transmisión de glutamato en el cerebro. Avances, ambos, que suponen nuevas esperanzas para tratamientos más efectivos y rápidos, respondiendo a una necesidad crítica en el ámbito de la salud mental (Duman, 2014).

Psilocibina

La psilocibina es un compuesto psicodélico que se encuentra de forma natural en ciertos hongos, conocidos como “hongos mágicos” o “hongos alucinógenos”. Cuando se consume, se convierte en psilocina en el cuerpo, lo que provoca efectos psicodélicos, incluyendo alteraciones en la percepción, el estado de ánimo y la conciencia.

En relación a su posible utilidad en el tratamiento de la trastorno depresivo mayor, se ha observado que la psilocibina puede influir en la actividad cerebral, particularmente en áreas asociadas con la depresión y la ansiedad. Además, se ha sugerido que la psilocibina podría promover la formación de nuevas conexiones neuronales y modificar patrones de actividad cerebral, lo que podría contribuir a su efecto terapéutico en trastornos del estado de ánimo

Así, representaría una opción terapéutica efectiva para pacientes con enfermedades graves, especialmente cuando los tratamientos convencionales no han tenido éxito o no están disponibles. A lo que se suma la seguridad de su uso, planteándose la posibilidad de considerarla como un tratamiento de primera línea.

Estudios recientes han revelado que el ejercicio puede ser efectivo para aliviar los síntomas de la depresión en adultos.

Otras posibilidades

Estudios recientes también han revelado que el ejercicio, por ejemplo, puede ser efectivo para aliviar los síntomas de la depresión en adultos. De hecho, el ejercicio supervisado y en grupo, particularmente de intensidad moderada y aeróbico, puede reducir significativamente los síntomas.

Así, se posiciona al ejercicio como una opción de tratamiento viable, especialmente para quienes buscan alternativas a la medicación o terapia. Aunque prometedores, estos hallazgos también señalan la necesidad de más investigaciones para confirmar la eficacia del ejercicio comparada con los tratamientos estándar y para entender sus efectos a largo plazo en del trastorno depresivo mayor (Heißel et al., 2023).

Conclusión

En un mundo en constante transformación, es esencial mantenerse al tanto de las nuevas terapias y enfoques que puedan tener un impacto positivo en la vida de aquellos que enfrentan el trastorno depresivo mayor. Si bien hemos resaltado la importancia de psicoterapia y medicamentos, es crucial reconocer la diversidad de opciones terapéuticas.

Con relación a esto, la dieta equilibrada, el sueño adecuado, la participación en programas de rehabilitación psicosocial y la estimulación magnética transcraneal son elementos vitales que también merecen ser mencionados. Sin olvidar, que es necesario abordar la depresión de manera individualizada, donde la adaptabilidad y la personalización del tratamiento son clave para ofrecer un apoyo integral a quienes luchan contra la depresión. Por último, si te interesa aprender más sobre el abordaje de la depresión, te invitamos a nuestro curso en terapia de activación conductual.

Referencias bibliográficas

  • Duman, R. S. (2014). Pathophysiology of Depression and Innovative Treatments: Remodeling glutamatergic synaptic connections. Dialogues in Clinical Neuroscience, 16(1), 11-27. https://doi.org/10.31887/dcns.2014.16.1/rduman
  • Heißel, A., Heinen, D., Brokmeier, L. L., Skarabis, N., Kangas, M., Vancampfort, D., Stubbs, B., Firth, J., Ward, P. B., Rosenbaum, S., Hallgren, M. y Schuch, F. B. (2023). Exercise as Medicine for depressive Symptoms? A Systematic Review and Meta-analysis with Meta-regression. British Journal of Sports Medicine, 57(16), 1049-1057. https://doi.org/10.1136/bjsports-2022-106282
  • Hofmann, S. G., Curtiss, J., Carpenter, J. K. y Kind, S. (2017). Effect of Treatments for Depression on Quality of Life: A Meta-analysis. Cognitive Behaviour Therapy, 46(4), 265-286. https://doi.org/10.1080/16506073.2017.1304445
  • McIntyre, R. S., Alsuwaidan, M., Baune, B. T., Berk, M., Demyttenaere, K., Goldberg, J. F., Gorwood, P., Ho, R., Kasper, S., Kennedy, S. H., Ly-Uson, J. T., Mansur, R. B., McAllister‐Williams, R. H., Murrough, J. W., Nemeroff, C. B., Nierenberg, A. A., Rosenblat, J. D., Sanacora, G., Schatzberg, A. F. y Maj, M. (2023). Treatment‐resistant depression: definition, prevalence, detection, management, and investigational interventions. World Psychiatry, 22(3), 394-412. https://doi.org/10.1002/wps.21120