Podríamos decir que el pensamiento, en sí mismo, es invisible. Pues, en principio, si estamos pensando en algo, no lo estamos haciendo de forma concreta y física. Al contrario, es abstracto. De hecho, en el momento de expresárselo a alguien, puede que nuestras explicaciones ni siquiera resuman la infinidad de ideas que atraviesan por nuestra mente en ese momento. Por ello, decimos que resulta invisible, puesto que tampoco podemos saber lo que piensan los demás con total certeza. Así, saber en qué piensan otras personas resulta ser algo tan maravilloso como enigmático. Desde la perspectiva educativa se han estudiado diversas posibilidades que permitan hacer este desafío realidad. Hablamos del visible thinking, una estrategia que intenta hacer el pensamiento visible en el aula. Veamos más, a continuación.
El desarrollo del pensamiento
Desde muy temprana edad, los niños desarrollan concepciones básicas del mundo que les rodea.
Conforme mayor sea el nivel de estimulación, mejor comprensión de los fenómenos mentales.
De hecho, estudios como el de Flavell (2000) se centraron en el desarrollo de la teoría de la mente desde antes del primer año.
Un aspecto clave para entender los estados mentales de los demás.
Así, la interacción social también es determinante, pues se han encontrado correlaciones entre el lenguaje y la comprensión social.
De esta forma, la conversación sobre el mundo es esencial para el desarrollo de las construcciones mentales y la comprensión social (Carpendale y Lewis, 2004; Salmon y Lucas, 2011) .
Hablemos de pensamiento visible
Si imaginamos un billete e intentamos dibujarlo, probablemente cada uno de nosotros lo hará de forma distinta.
Adicionalmente, si a partir de la imagen mental que hagamos nos centramos en detalles, puede que nos equivoquemos en varios elementos.
Y es que, no basta solo con ver, sentir, oler o escuchar algo varias veces para recordarlo correctamente. Necesitamos pensar y reflexionar sobre una determinada situación para poder recordar mejor (Ruiz, 2020).
David Perkins, Ron Ritchhart y Shari Tishman son investigadores de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, (EE. UU.). Estos autores propusieron, a través de su trabajo “Proyecto Zero“, un enfoque que, entre otros objetivos, ha basado su investigación en el visible thinking.
En cuanto a esto, plantean tres puntos centrales para lograr un mejor aprendizaje: rutinas de pensamiento, documentación del pensamiento de los estudiantes y práctica profesional reflexiva. Nos centraremos en esta nota en el primer punto.
¿Se puede enseñar a pensar?
Cuando hablamos sobre el pensar, nos referimos a la capacidad cognitiva de construir conexiones de acuerdo a la información disponible. Esto implica analizar e incorporar dicha información a la perspectiva propia para tomar una determinada posición. A partir de la cual, podremos organizar todo el material disponible para utilizarlo cuando se requiera.
Preparar a los estudiantes para pensar es más sencillo de lo que suena. Se pueden tomar en consideración las siguientes ideas para hacer el pensamiento visible:
- Establecer un tiempo determinado para pensar.
- Ser buen modelo de pensamiento para los estudiantes.
- Utilizar un lenguaje del pensamiento.
- Socializar las expectativas del profesor y los estudiantes.
- Promover la interacción en el aula, dando paso al aprendizaje social.
- Utilizar rutinas de pensamiento.
- Crear un entorno positivo, libre de estrés, que propicie oportunidades para desarrollar el pensamiento.
Utilizar un lenguaje del pensamiento
En este caso, hacemos referencia a la importancia de que el docente utilice un lenguaje relacionado al pensamiento.
Por ejemplo, el uso de palabras como hipótesis, argumento, perspectiva, punto de vista, análisis, reflexión o evidencia, entre otras, deben ser incorporadas en el aula.
De esta manera, los estudiantes irán adquiriendo dichos conceptos en la práctica, a través de ejemplos concretos y actividades que reflejen su aplicación. Véase, si no, cuando se insta al alumnado con expresiones como: “¿Qué tal si…?”, “¿Qué pasaría en caso contrario?”, “¿Qué razones tienes para opinar así?”, “¿A qué conclusión llegas?”.
Visible thinking: Rutinas de pensamiento en el aula
Se entienden como patrones de pensamiento que pueden ser utilizados constantemente, hasta convertirse en parte del aprendizaje de la asignatura.
Por ejemplo, a través de preguntas sencillas del tipo: “¿Qué está pasando en esta situación?”, “¿Qué te ha hecho llegar a esa conclusión?”, “¿Qué elementos estás tomando en cuenta?”.
Junto a esto, también hay que tener en cuenta que tal propuesta suele ser de gran utilidad cuando se presentan estímulos visuales como imágenes, pinturas, retratos o dibujos.
De esta forma, a través de preguntas similares a las planteadas, los estudiantes tendrán que pensar en las razones que dan soporte a la idea que proponen. Actividad que es fácilmente aplicable a cualquier asignatura, área de conocimiento y nivel de escolaridad (siempre que se adecúe el lenguaje de acuerdo a la edad).
Algunos ejemplos que permiten hacer el pensamiento visible
A continuación, se plantean algunos ejemplos de rutinas de pensamiento (Tishman y Perkins, 1997):
- Círculo de puntos de vista: Se propone cuando el tema a tratar puede tener varios puntos de vista o llegar a ser polémico. Se recomienda trabajar en grupos pequeños, dando paso a una “lluvia de ideas” en la que todos pueden opinar. El docente puede proponer un tema y cada estudiante defenderlo (pueden o no estar de acuerdo). Finalmente, se hace una discusión general que resuma las ideas propuestas y la reflexión a la que llegan después de haber escuchado a otros.
- Preguntas poderosas: El docente hace 3 preguntas importantes sobre un determinado tema: a) De exploración: “¿Qué opinan sobre lo que acabamos de revisar?” b) Que formen conexiones: “¿Cómo podemos conectar esto a otras situaciones similares?” y c) Que lleven a una conclusión: “Si esta situación resulta así, ¿podríamos decir que es positivo o negativo? ¿Por qué?”.
- “Solía pensar… Ahora pienso…”: Abre un espacio en el que se reflexiona sobre cómo se puede cambiar de perspectiva de un momento a otro, intentando comprender el por qué.
- Ver, pensar, maravillarse: Por medio de la estimulación audiovisual o multisensorial frente a un determinado objeto.
- ¿Qué te hace decir eso?: Permite interpretar y justificar a través de ideas que soporten la opinión.
- Conectar, ampliar, desafiar: Profundizar en un tema para poder desarrollarlo más e investigar nuevas perspectivas sobre este.
Dibujar-Contar como otra estrategia de visible thinking
Para hacer el pensamiento visible en los más pequeños, podemos optar por graficar estas ideas. Por ejemplo, con los niños, una herramienta de expresión muy útil es el dibujo.
Y es que, todo esto permite desarrollar la teoría de la mente incluso a temprana edad, pues son muestras de pensamiento (Woolley (2001) en Salmon y Lucas, 2011).
Ahora, no basta con el mero dibujo, para que esta estrategia de visible thinking funcione es necesario que describan y combinen la narración con sus ilustraciones. Autores como Wright (2007), ya reportaron cómo la comunicación artística de los niños es la alfabetización en los primeros años del desarrollo infantil.
Conclusión
Construir una cultura de pensamiento en el aula es fundamental para desarrollar nuestra capacidad de análisis y reflexión.
El encuentro de distintos puntos de vista permite comprender que existen otras posturas y que, si logramos dar soporte a lo que decimos, las ideas cobran más fuerza.
Adicionalmente, no podemos dejar de lado uno de los mayores beneficios a partir del visual thinking, la tolerancia ante las ideas de los demás, capacidad de comprensión y respeto hacia el otro.
Referencias bibliográficas
- Carpendale, J. y Lewis, C. (2004). Constructing an understanding of mind: The development of children’s social understanding within social interaction. Behavioral and Brain Sciences, 27, 79-51. Doi: 10.1017/s0140525x04000032
- Flavell, J. (2000). Development of children’s knowledge about the mental world. International Journal of Behavioral Development, 24(1), 15-23. https://doi.org/10.1080/016502500383421
- Project Zero. 2010. Research projects: Visible thinking. Cambridge, MA: Harvard Graduate School of Education. www.pz.harvard.edu/Research/ResearchVisible.htm
- Ruiz, M. H. (2020). ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza (1a edición). Editorial Graó.
- Salmon, A. K. y Lucas, T. (2011). Exploring Young Children´s Conceptions About Thiking. Journal of Research in Childhood Education, 25(4), 364-375. https://doi.org/10.1080/02568543.2011.605206
- Tishman, S. y Perkins, D. N. (1997). The language of thinking. Phi Delta Kappan, 78(5). https://eric.ed.gov/?id=EJ537567
- Wright, S. (2007). Graphic-narrative play: Young children’s authoring through drawing and telling. International Journal of Education and the Arts, 8(8). https://www.researchgate.net/publication/289129419_Graphic-narrative_play_Young_children’s_authoring_through_drawing_and_telling