En la actualidad, la integración del alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en las aulas desafía las concepciones tradicionales de la educación. Este cambio trascendental exige estrategias innovadoras y la participación activa de docentes. Para ello, la formación especializada se presenta como un pilar esencial para la creación de un entorno educativo verdaderamente inclusivo. Entonces… ¿Cómo afectan estas prácticas la calidad de vida de los niños con TEA? ¿Cuál es la importancia de la inclusión? ¿Y la de los agentes de cambio? Antes de nada, se ha optado por emplear el término persona con autismo en lugar de persona autista para enfatizar que el autismo es solo una parte de la identidad de la persona y no la define en su totalidad.
¿Estrategias de intervención eficaces?
Hay dos estrategias para mejorar el compromiso social en niños con autismo, sin lograr mejoras significativas en la comunicación. Un análisis destaca mejoras en comportamientos, habilidades e inteligencia para niños con TEA, revelando una relación positiva entre estudiantes con dicho cuadro y dispositivos móviles, fomentando la socialización y habilidades.
Por otro lado, una intervención inclusiva mediante terapia ocupacional desmitifica estigmas. Lo que promueve respeto y cooperación, permitiendo mejoras en la comunicación oral, relaciones sociales y socialización colectiva. Pero… ¿Cómo impactan estas intervenciones en la calidad de vida de los niños con TEA? (López et al., 2022).
TEA: Abordaje en el contexto educativo
Ojo, el TEA abarca diversas afectaciones en habilidades sociales, comunicativas y sensoriales. A pesar de la variabilidad en las manifestaciones, es notable que muchos individuos afectados mantienen un coeficiente intelectual dentro de los parámetros esperados.
En tal contexto, las estrategias recomendadas para el alumnado con TEA se centran en abordar sus necesidades específicas. Estas estrategias incluyen la contextualización y concreción de la información, entrega de instrucciones claras, respaldo visual, utilización de tecnologías como el iPad, implementación de actividades basadas en los intereses individuales, empleo de técnicas de autocontrol y aplicación de sistemas de comunicación alternativa.
También abarcan prácticas diseñadas para optimizar la participación del estudiante, prevenir conductas disruptivas y mejorar sus habilidades comunicativas, contribuyendo de manera significativa a su inclusión educativa. En este sentido, se necesita de un enfoque integral que reconozca la diversidad de necesidades presentes en el espectro y busque proporcionar un entorno educativo adaptado que fomente el desarrollo y bienestar de los estudiantes afectados.
Un ejemplo de estudiantes en dos escuelas
Imaginemos que las percepciones sobre inclusión educativa en relación con el TEA divergen entre dos escuelas denominadas A y B. En primer lugar, ambas instituciones conciben la inclusión como la presencia de todos los alumnos, independientemente de su diagnóstico, fomentando proyectos y grupos cooperativos.
Por un lado, en la escuela A, el apoyo se implementa íntegramente dentro del aula regular. Mientras que en la B, existe una combinación de apoyo en el aula regular y en un espacio específico, el llamado aula de servicio de integración escolar individualizada (SIEI). Así, las adaptaciones curriculares para estudiantes con TEA varían, desde un plan individualizado (PI) integral hasta enfoques más centrados en aspectos sociales y conductuales.
¿Actividades didácticas?
Sin embargo, aunque ambos centros estructuran sus actividades didácticas con aperturas y cierres claros, así como anticipaciones, se aprecian diferencias en la flexibilidad para introducir cambios en la dinámica de la actividad, siendo la escuela A más receptiva a adaptarse a las necesidades individuales.
¿Que significa esto? Los hallazgos resaltan la importancia de comprender la diversidad de enfoques en la implementación de la inclusión educativa para estudiantes con TEA, subrayando la necesidad de adaptaciones específicas y estrategias flexibles para garantizar una experiencia educativa efectiva y significativa (Guasch y Gavaldà, 2019).
Inclusión desde el punto de vista del docente
En este caso, los recursos y estrategias para la atención a estudiantes con autismo abarcan diversas dimensiones que buscan optimizar su experiencia educativa. En primer lugar, se destaca la implementación del método de práctica basada en evidencias (evidence-based practice, EBP, en inglés), un enfoque respaldado por evidencia científica.
Sin embargo, en el ámbito de asignaturas específicas, se aborda la comprensión textual en la materia de lengua española para adaptarse a las necesidades del alumnado con TEA. Por tanto, las recomendaciones generales enfatizan el desarrollo de entornos educativos naturales y estructurados, con una actitud paciente pero directiva y respetuosa.
Y es que, la importancia de mantener espacios predecibles, evitando la sobreestimulación y garantizando una estructura fija, se destaca como un factor crucial para la comodidad y seguridad del estudiante.
Clave: fomentar el compañerismo
Otro aspecto relevante es la ubicación estratégica dentro del aula, cerca de compañeros y del docente, que se recomienda para favorecer la atención y la participación. Ante situaciones imprevistas, se propone aprovechar esos momentos para explicar al resto del grupo las circunstancias del compañero con TEA, fomentando la comprensión y aceptación.
En cuanto al material didáctico, se sugiere el uso de vídeos, láminas, dibujos y modelos terminados para facilitar la comprensión del tiempo y las secuencias lógicas. Contando con que la planificación del proceso de enseñanza debe basarse en el conocimiento individual, priorizando competencias relacionadas con la comunicación, interacción social y conducta. En consecuencia, recomendaciones adicionales incluyen la necesidad de asistentes de enseñanza individuales, enseñanza en grupos reducidos con planificación individualizada, actitudes realistas hacia el potencial académico y social de cada estudiante, y la minimización de alteraciones sensoriales (Prados y Marín, 2022).
Facilitar la inclusión educativa
Entre las medidas fundamentales se destaca la necesidad de iniciar de manera temprana a los pequeños con TEA en el sistema educativo, estableciendo los mismos objetivos educativos que para el resto del alumnado. Aunque es importante la realización de adaptaciones significativas en objetivos, contenidos, metodología, materiales didácticos y evaluación para asegurar que se cumplan las metas planificadas de acuerdo con las necesidades específicas de este grupo. Asimismo, se aboga por un enfoque estructurado, con objetivos puntuales y por áreas específicas, promoviendo así un aprendizaje efectivo.
Un desafío en comunidad
En situaciones donde sea necesario, se sugiere iniciar al alumnado con TEA en el uso de sistemas alternativos y diferentes funciones comunicativas. Así, se garantiza su participación activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por otra parte, la atención interdisciplinaria y especializada se presenta como un componente crucial para abordar las necesidades integrales de este alumnado. La misma debería incluir profesionales de diversas áreas, como psicología, medicina, rehabilitación, nutrición, terapia del lenguaje y ocupacional.
Sin embargo, no debemos olvidar que el trabajo colaborativo con la familia, comunidad y otros agentes educativos desde el principio tambíen es esencial. Pues se promueve un enfoque que implica el desarrollo de procesos de socialización desde el inicio de la atención educativa, asegurando una integración armoniosa del estudiante con autismo en su entorno escolar y social (Wright et al., 2020).
Conclusión
La inclusión educativa del alumnado con TEA exige una transformación integral. Y, para ello, la adaptación de programas, la formación continua del profesorado y colaboración interdisciplinar son fundamentales. Contando con que la intervención temprana y la participación activa de la familia también fortalecen la socialización.
Además, la inclusión no solo impulsa el desarrollo individual del estudiante con este cuadro, sino que enriquece la experiencia educativa para toda la comunidad. Así, la construcción de entornos inclusivos va más allá de la estructura física de las escuelas, involucrando un compromiso colectivo hacia la diversidad y la creación de comunidades educativas enriquecedoras. Por último, si te interesa saber más sobre esta temática, te recomendamos nuestro curso en atención temprana y abordaje familiar para TEA.
Referencias bibliográficas
- Guasch, R. F. y Gavaldà, J. M. S. (2019). Comparativa de las estrategias metodológicas utilizadas en dos escuelas inclusivas con alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Revista Educación, 29. https://doi.org/10.15517/revedu.v44i1.36889
- López Marí, M., Vidal Esteve, M. I. y López Gómez, S. (2022). Tendencias actuales sobre estrategias para la inclusión educativa de alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA). MLS Inclusion and Society Journal, 2(1), 91-106. https://doi.org/10.56047/mlsisj.v1i1.1318
- Prados, I. L. y Marín, R. B. (2022). Prácticas musicales con un alumno TEA para trabajar la interacción social con los pares. International journal of new education, 10, 145-171. https://doi.org/10.24310/ijne.10.2022.15487
- Wright, B., Teige, C., Watson, J., Hodkinson, R., Marshall, D. C., Varley, D., Allgar, V., Mandefield, L., Parrott, S., Kingsley, E., Hargate, R., Mitchell, N., Ali, S., McMillan, D., Wang, H. y Hewitt, C. (2020). Autism Spectrum Social Stories in Schools Trial 2 (ASSSIST2): Study protocol for a randomised controlled trial analysing clinical and cost-effectiveness of Social StoriesTM in primary schools. BMC Psychology, 8(1). https://doi.org/10.1186/s40359-020-00427-z