La detección, evaluación e intervención antes del inicio de un primer episodio de psicosis en individuos con alto riesgo clínico (clinical high risk for psychosis, CHR-P, en inglés) ofrece un potencial significativo para maximizar los beneficios de las intervenciones tempranas. Este enfoque preventivo, que surgió en Australia hace 25 años, ha ganado un reconocimiento considerable, impulsando cientos de publicaciones de investigación. En conjunto, el paradigma CHR-P representa la estrategia más consolidada en la psiquiatría clínica. En esta nota ahondaremos en los avances y limitaciones para detectar y prevenir la psicosis, así como en las intervenciones para las personas con alto riesgo de padecerlas.
Una introducción esencial
Antes de comenzar, ¿qué es la psicosis? Se trata de un estado mental complejo y multifacético, caracterizado principalmente por una pérdida de contacto con la realidad. Las personas que experimentan psicosis pueden presentar síntomas variados. Uno de ellos son las alucinaciones, donde se perciben cosas que no están presentes. A su vez, suelen experimentar delirios, que son creencias falsas y fijas, a menudo de naturaleza paranoica. En último lugar, un síntoma frecuente es el pensamiento desorganizado, que afecta la coherencia y fluidez de las ideas.
Con respecto a esto, cabe señalar que la psicosis no es un trastorno único, sino un fenómeno que puede manifestarse de diversas formas y grados de severidad. Tal condición se ve influenciada por una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos, convirtiéndola en una experiencia única para cada individuo.
Por todo lo mencionado, prevenir, detectar y abordar la psicosis en sus etapas más tempranas, especialmente en personas CHR-P, es crucial. La intervención temprana en dichos casos puede ser determinante para prevenir la progresión hacia episodios psicóticos completos. De esta manera, mejoraría significativamente el pronóstico y la calidad de vida de quienes se encuentran en riesgo.
Sintetizando los avances para detectar psicosis
En relación a la psicosis de alto riesgo clínico, surgió un estudio en 2022 que tuvo por objetivo la mejora de la detección, pronostico e intervención de cuadros psicóticos. Además, buscó proporcionar un enfoque integrado y basado en evidencia, así como también en la atención primaria y secundaria, para la identificación de personas CHR-P.
Para ello, se llevó a cabo una revisión sistemática y metaanálisis siguiendo las directrices de los elementos preferenciales para informar sobre revisiones sistemáticas y meta análisis (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses, PRISMA, en inglés). Se realizaron búsquedas en Web of Science, PsychINFO, Medline, entre otros; incluyéndose estudios de metaanálisis realizados en personas CHR-P. Luego, los resultados se agruparon en tres dominios principales: detección, pronóstico e intervención.
Detectar la psicosis: Factores a considerar
Para una detección temprana de la psicosis, resulta crucial la identificación de signos prodrómicos, así como también conocer ciertas características compartidas entre las personas CHR-P. Pero antes, ¿qué significa ser CHR-P? Este grupo se caracteriza por la presencia de síntomas que indican una posible vulnerabilidad a la psicosis, pero que no cumplen con los criterios diagnósticos para un trastorno psicótico completo. Entre los criterios para su clasificación se encuentran:
- Síntomas psicóticos atenuados: Síntomas que son menos severos que los que se observan en un episodio psicótico completo. Pueden incluir experiencias como pensamientos inusuales, percepciones distorsionadas o creencias extrañas que no son completamente delirantes.
- Síntomas psicóticos breves e intermitentes: Episodios cortos de síntomas psicóticos que se resuelven rápidamente, pero que indican un riesgo potencial de desarrollar una psicosis más grave en el futuro.
- Síntomas de riesgo genético y deterioro: Refiere a individuos que tienen antecedentes familiares de trastornos psicóticos y que muestran un deterioro funcional significativo en áreas como el trabajo, la escuela o las relaciones sociales.
Asimismo, los resultados de la revisión revelan que los individuos CHR-P son predominantemente jóvenes, con una edad media de 20.6 años, y más frecuentemente hombres (58%). A esto se le suma que suelen presentar síntomas psicóticos atenuados que han durado más de un año, previo a buscar atención en servicios especializados.
Factores de riesgo
Referente a la psicosis, se identificaron ciertos factores de riesgo o comportamientos frecuentes que podrían ayudar a su detección. En este sentido, resulta importante destacar que el 41% tenía diagnóstico psiquiátrico previo de patologías mentales comórbidas, siendo los trastornos depresivos y de ansiedad los más comunes. Así como también una alta prevalencia de ideación suicida (66%) y autolesiones (49%). En suma, en lo que respecta al uso de sustancias, el 33% de los individuos CHR-P reportaron consumo de tabaco y el 27% de cannabis.
Adicionalmente, las personas que cumplían con los criterios del CHR-P, en comparación con
aquellas que no los cumplían, tenían más probabilidades de tener disfunción olfativa, estar físicamente inactivas, desempleados, solteros y tener un nivel educativo bajo.
Funcionamiento y calidad de vida
Continuando con los resultados obtenidos acerca de la detección de individuos CHR-P, estos presentaron niveles más bajos de funcionamiento en la adolescencia y la niñez, en comparación con el grupo control. Incluyéndose áreas sociales, académicas, habilidades de la vida diaria, desarrollo emocional y conductual, así como también desempeño en actividades recreativas. En suma, la calidad de vida fue peor. No obstante, no se informaron diferencias con respecto a las personas con diagnóstico de psicosis.
En último lugar, cabe señalar que las personas CHR-P que posteriormente desarrollaron psicosis, mostraron un funcionamiento cognitivo más deficiente. Empero, no se encontró evidencia de deterioro cognitivo.
Pronóstico en la psicosis
Las entrevistas semiestructuradas, actualmente utilizadas para predecir y detectar la psicosis, han demostrado un excelente rendimiento general, con una alta sensibilidad del 96%. Sin embargo, su especificidad es relativamente baja (47%), lo que indica que pueden generar falsos positivos.
Relativo al riesgo de desarrollar psicosis, se estima que el 22% de los individuos CHR-P desarrollarán un trastorno psicótico dentro de los tres años posteriores a su evaluación. Esto significa que, de cada 100 personas en esta categoría, aproximadamente 22 podrían experimentar un episodio psicótico en tal período de tiempo. Dicho riesgo varía según el tipo de síntomas presentados, siendo más alto en aquellos con síntomas psicóticos breves e intermitentes en comparación con otros subgrupos.
Intervenciones oportunas
Al evaluar la eficacia de las intervenciones para prevenir la psicosis, no se encontró evidencia que favorezca a una intervención sobre otra. Las seleccionadas se mostraron igual de oportunas para atenuar los síntomas positivos y negativos, mejorando al calidad de vida y el funcionamiento general.
Pese a ello, los autores destacan la importancia de ofrecer intervenciones de prevención primaria de la psicosis, utilizando enfoques basados en las necesidades. Del mismo modo, recalcan la importancia de ofrecer terapias tales como la terapia cognitivo-conductual o intervenciones psicológicas integradas. En suma, se deberían abordar las condiciones psiquiátricas comórbidas de acuerdo con las guías disponibles, con el objetivo de mejorar la recuperación, el estado funcional y la calidad de vida de los individuos CHR-P.
Algunas limitaciones a considerar
Los metaanálisis incluidos en el estudio presentaron una calidad heterogénea, impactando en la validez de los resultados y las conclusiones. A su vez, si bien hay avances prometedores en el campo del CHR-P, algunos de estos no tienen un metaanálisis correspondiente. Por último, parte de los estudios no reflejan la diversidad de esta población en términos de características sociodemográficas y clínicas. Por lo anterior, la evidencia actual no resulta representativa de todas las poblaciones de CHR-P.
La importancia de prevenir y detectar la psicosis
A modo de cierre, las investigaciones realizadas en los últimos años han revelado que la detección de personas en riesgo puede ser el paso clave para prevenir la psicosis y velar hacia una implementación exitosa del paradigma CHR-P. Si bien hemos destacado a lo largo de la nota que el grupo CHR-P es heterogéneo, sus características sociodemográficas de base son ahora más claras gracias a este estudio.
Sucede pues, que las personas acuden a clínicas especializadas en busca de ayuda a causa de su malestar. Ahora, esto usualmente no es detectado ni tratado oportunamente durante un año (o incluso más). Actualmente, la detección de individuos CHR-P, se basa enteramente en su derivación por sospecha de psicosis, y no por estrategias de prevención. Por tal motivo, se recalca la importancia de prevenir y detectar la psicosis, así como la promoción de la búsqueda de ayuda. Si te interesa aprender más acerca de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de las psicosis, te invitamos a nuestro curso sobre psicosis y herramientas clínicas para su abordaje.
Referencia bibliográfica
- Fusar-Poli, P., Salazar de Pablo, G., Correll, C. U., Meyer-Lindenberg, A., Millan, M. J., Borgwardt, S., Galderisi, S., Bechdolf, A., Pfennig, A., Kessing, L. V., van Amelsvoort, T., Nieman, D. H., Domschke, K., Krebs, M. O., Koutsouleris, N., McGuire, P., Do, K. Q. y Arango, C. (2020). Prevention of Psychosis: Advances in Detection, Prognosis, and Intervention. JAMA psychiatry, 77(7), 755-765. https://doi.org/10.1001/jamapsychiatry.2019.4779