Lograr una clase creativa ha sido, en infinidad de ocasiones, subestimada. Muchas veces, se cree que es tarea del profesor de música o arte desarrollar el pensamiento creativo de los estudiantes… ¡Qué error tan grande! Sin duda alguna, cada vez es más notoria la importancia de desarrollar esta capacidad en los alumnos, no solo con fines didácticos, sino con miras a lo que puede aportar en la vida diaria. Y es que, una persona creativa, tendrá una mayor facilidad para resolver diversos conflictos y adaptarse a las situaciones de cambio, entre muchos otros beneficios. Por ello, hoy nos preguntamos ¿Cómo potenciar la creatividad en el aula?
Hablemos brevemente sobre creatividad
La creatividad es un concepto pluralista, por tanto, no hay una definición universalmente aceptada.
Sin embargo, con fines pedagógicos, y para esta nota, definiremos la creatividad como un concepto holístico y multidimensional en el que se incluyen dos componentes claves, originalidad y utilidad (Hernández-Torrano e Ibrayeva, 2020).
Siguiendo esta línea, nos referiremos a que algo es original si cuenta con características de novedad y singularidad.
Por otro lado, en cuanto a la utilidad, hablamos de si es idóneo o adecuado; dando como resultado algo que genere valor para un grupo social o cultural.
El pensamiento creativo
Asimismo, es importante hacer mención a lo que implica el pensamiento creativo. Y es que, este forma parte de una competencia cognitiva que implica la capacidad para crear o dar forma a una nueva idea a partir del resultado del pensamiento.
Es decir, el pensamiento creativo es una capacidad que poseemos para formular la resolución de problemas (Sternberg, 1988). Estando en consonancia con uno de los propósitos del aprendizaje por descubrimiento, que implica el desarrollar la creatividad y la capacidad de pensamiento crítico (Ausubel, 1964).
La creatividad en el entorno educativo
El estudio de la creatividad en contextos educativos ha traído consigo una variedad de investigaciones. Por ejemplo, algunos hallazgos sugieren que, por lo general, los profesores valoran la creatividad en el aula. Consideran que todos sus estudiantes pueden ser creativos y que, hasta cierto punto, se puede fomentar la creatividad dentro de clase.
De hecho, en países como China, la creatividad ha sido vista como un componente prioritario. A tal punto, que los centros educativos han incorporado enfoques educativos como, por ejemplo, el aprendizaje basado en problemas (ABP) para potenciar un pensamiento más innovador, crítico y creativo (WestKnights, 2017).
¿Existe relación entre la creatividad en el aula y el rendimiento académico?
Sin duda alguna, la creatividad y el aprendizaje comparten importantes similitudes. Ambos implican una serie de cambios, un “antes” y “después”, e incluso, pueden considerarse como proceso y producto al mismo tiempo.
Ahora, sobre la pregunta acerca de la relación entre creatividad y rendimiento académico (y, probablemente, en contraposición a lo que podríamos pensar) el metaanálisis realizado por Gajda et al. (2017) responde con un depende.
¿Por qué? Hagamos alusión a un ejemplo que dichos autores plantean.
Supongamos que un estudiante está realizando un examen de matemáticas y, mientras está elaborando los procesos aritméticos, empieza a transformar los símbolos de la división en pájaros… ¿Es una respuesta original y nueva? Probablemente sí.
Sin embargo, no es creativa en el contexto del examen y, ciertamente, no ayudará a que el estudiante resuelva adecuadamente la tarea, afectando directamente en su desempeño.
Entonces ¿Qué implica la creatividad en el aula?
Estos autores indican que es importante comprender qué implica la creatividad en el contexto de aprendizaje. Consideran, de esta forma, dos variables:
- Creatividad subjetiva: Como parte del acto de aprendizaje los estudiantes ejercen su creatividad al desarrollar ideas nuevas y personalmente significativas, por lo que pueden tener ciertas limitaciones académicas particulares.
- Creatividad intersubjetiva: Los alumnos que comparten sus ideas e interpretaciones únicas pueden contribuir también al aprendizaje y la comprensión de los demás.
Así pues, la creatividad implicará pensamiento deductivo e inductivo, junto con la capacidad de utilizar estrategias específicas de resolución de problemas que permitan generar soluciones a situaciones complejas.
Dichas características serán necesarias para la generación de nuevos aprendizajes que, consecuentemente, intervienen en los resultados y el desempeño del estudiante. Veamos un poco más acerca de lo que implica el lograr una clase creativa.
Una clase creativa
Según estudios, las características de los entornos de aprendizaje creativos deben incluir el uso flexible del espacio y el tiempo.
A esto, debemos sumarle la disponibilidad de recursos adecuados, uso del entorno al aire libre, relaciones respetuosas entre profesores y alumnos o las oportunidades de colaboración entre compañeros, entre otros.
En contraposición, estudios como el de Bereczkiy Kárpáti (2018) han identificado varios factores que limitan la creatividad en entornos educativos.
Estos incluyen factores a nivel del contexto (por ejemplo, currículo sobrecargado, pruebas estandarizadas), del maestro (falta de libertad, enfoques de enseñanza tradicionales), estudiante (diferencias individuales entre alumnos, falta de participación) y padres (por ejemplo, actitud negativa y falta de apoyo).
¿Cómo potenciar la creatividad en el aula?
En primer lugar, cabe mencionar que, para desarrollar el potencial creativo de los estudiantes es necesario contar con la capacidad creativa del profesor.
Aunque esto suene obvio, para lograr una clase creativa es crucial que el pensamiento creativo sea un tema relevante para el profesor y que logre cuidarlo a través de un entorno agradable. Que, así mismo, permita que los alumnos se expresen libremente y no se sientan juzgados ante un error.
A continuación, planteamos, brevemente, algunas opciones que pueden ser de utilidad para potenciar la creatividad en el aula (Rahman, 2017):
Aprendizaje por descubrimiento: Construir el conocimiento para potenciar la creatividad en el aula
Es un modelo de aprendizaje en el que los estudiantes construyen su propio conocimiento realizando experimentos para encontrar un principio a partir de ellos (Saab, Joolingen y Hout-Wolters, 2005).
No obstante, es importante hacer un inciso en este punto, pues más allá del aprendizaje por mero descubrimiento, estudios afirman que es más efectivo el aprendizaje por descubrimiento guiado. Para que este sea posible, debe contar con los siguientes requisitos:
- Activar o construir el conocimiento para comprender la nueva información
- Integrar la información
- Integrar la nueva información adquirida hasta descubrir el conocimiento correcto
Desarrollo de pensamiento creativo
- Dando oportunidades a los alumnos para que pregunten
- El profesor puede animar a los alumnos a encontrar nuevas conexiones entre ideas diferentes o pedirles que ofrezcan varias soluciones a problemas complejos
- Potenciar experiencias que permitan a los estudiantes poner en práctica sus conocimientos
- Fomentar y enseñar explícitamente la creatividad a los estudiantes
- Animar a los alumnos a explorar, cuestionar, experimentar, manipular, escuchar y probar los problemas a los que se enfrentan
- Presentar explicaciones claras y oportunas que estén apoyadas en ejemplos reales
- Proponer actividades lúdicas con intencionalidad definida
Estrategias de aprendizaje creativas
Aprendizaje basado en problemas (ABP)
Esta estrategia, que se apoya a través del planteamiento de problemas específicos, permite a los estudiantes hipotetizar sobre las diferentes soluciones que se podrían seleccionar.
En consecuencia, se generan ciertos aprendizajes que pueden ir desde lo más convencional hasta lo más extravagante.
Y es que, a través de un conflicto (funciona como estímulo de aprendizaje), se desarrollan habilidades de investigación auto-dirigidas, alentando al alumno a tomar la iniciativa de resolución que considere oportuna (Ramírez, 2014).
Storytelling
La naturaleza social y creativa detrás de una narrativa, parece ser, una gran oportunidad de aprendizaje creativo. Para llevar a cabo este resultado es importante no limitarse a la lectura de un texto como tal.
A partir de la lectura, se pueden realizar actividades de simulación, teatralización, juegos, discusiones en grupo, reflexiones y comparaciones escritas e ilustradas en las que haya un intercambio de ideas con respecto a la historia presentada.
Brainstorming
En castellano “lluvia de ideas” en la que, a través del planteamiento de una situación o problema, se cuenta con la participación de los estudiantes para que puedan comentar y socializar sus puntos de vista.
Redacción creativa
La escritura siempre será una herramienta de gran utilidad en cuanto a la expresión de pensamientos se refiere. Utilizar espacios de la clase en los que se pueda tener un libro personal o un espacio para poder escribir libremente, será muy positivo para la estimulación de pensamiento creativo.
Conclusión
Como hemos leído a lo largo de la nota, desarrollar la creatividad en el aula implica un gran desafío que empieza con el profesor. En consecuencia, se vuelve necesario aceptar el reto de innovar y probar estrategias de aprendizaje diversas.
Una persona creativa tiene más oportunidades de desenvolverse en el entorno, enfrentarse mejor a los conflictos y aportar ideas innovadoras que le permitan aprovechar mejor los recursos. La creatividad es un recurso valioso y que debe ser potenciado en los centros educativos.
Referencias bibliográficas
- Ausubel, D. (1964). Some psychological and educational limitations of learning by discovery. The Arithmetic Teacher, 11(5), 290-302. https://doi.org/10.2307/41184964
- Bereczki, E. O. y Kárpáti, A. (2018). Creencias de los profesores sobre la creatividad y su crianza: una revisión sistemática de la literatura de investigación reciente. Revista de investigación educativa, 23, 25-56. Doi: 10.1016 / j.edurev.2017.10.003
- Gajda, A., Karwowski, M. y Beghetto, R. A. (2017). Creativity and academic achievement: A meta-analysis. Journal of Educational Psychology, 109(2), 269-299. https://doi.org/10.1037/edu0000133
- Hernández-Torrano, D. y Ibrayeva, L. (2020). Creativity and education: A bibliometric mapping of the research literature (1975-2019). Thinking Skills and Creativity, 35. 100625. https://doi.org/10.1016/j.tsc.2019.100625
- Rahman, M. H. (2017). Using Discovery Learning to Encourage Creative Thinking. International Journal of Social Sciences & Educational Studies, 4(2), 98-103. Doi: 10.23918/ijsses.v4i2sip98
- West-Knights, I. (27 de enero de 2017). Why are schools in China looking west for lessons in creativity? Financial Times. https://www.ft.com/content/b215c486-e231-11e6-8405-9e5580d6e5f