En el ámbito educativo es una realidad frecuente encontrarse con niños que enfrentan desafíos significativos tanto en el área de matemáticas como en la lectura. Una co-ocurrencia de dificultades, conocida como comorbilidad entre dislexia y discalculia, que plantea importantes interrogantes para educadores, padres y profesionales de la salud. Claramente, esta situación exacerba las dificultades de aprendizaje y compromete el desempeño académico y la autoestima del individuo. Por tanto, resulta pertinente cuestionarnos cuáles son las implicaciones de dicha comorbilidad para el desarrollo educativo y social de estas personas. En este artículo exploraremos la relación entre ambos trastornos y qué acciones tomar según los datos de su comorbilidad.

¿Qué tan específicos son los trastornos del aprendizaje?

Los trastornos específicos del aprendizaje están incluidos en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés) dentro de los trastornos del neurodesarrollo. Los mismos, afectan la capacidad de una persona para adquirir, procesar o utilizar la información de manera eficaz.

Como se mencionó anteriormente, las dificultades pueden manifestarse en áreas específicas como la lectura, escritura o matemáticas. En este sentido, las dificultades específicas en el acceso a la palabra escrita y su comprensión reciben el nombre de dislexia. Por su parte, al trastorno que interfiere con el procesamiento numérico se le denomina discalculia.  

Criterios diagnósticos

Uno de los criterios para identificar los trastornos del aprendizaje es la especificidad. Un aspecto que refiere a la presencia de una discrepancia significativa entre el rendimiento en una habilidad académica específica y el rendimiento en otras áreas académicas. Por ejemplo, un estudiante que muestra un bajo rendimiento significativo en lectura en comparación con sus habilidades de producción oral, destrezas matemáticas, o ciencias, podría indicar la presencia de una dificultad específica en lectura, como la dislexia.

Este criterio es crucial para diferenciar entre las dificultades del aprendizaje específicas y las dificultades generales en el aprendizaje. Pues, al evaluar la especificidad, los profesionales pueden identificar de manera más precisa las áreas en las que un individuo necesita apoyo adicional. De este modo, es posible diseñar intervenciones educativas personalizadas para abordar las necesidades específicas de aprendizaje de cada persona.

Teoría vs. práctica

A pesar de ser un criterio altamente utilizado, la especificidad no suele manifestarse en el trabajo con población que presenta dificultades del aprendizaje. Por esta razón, la literatura científica ha abordado la co-ocurrencia de dificultades en matemáticas y lectura desde diversas perspectivas.

Así, se ha observado una alta comorbilidad entre ambas dificultades, lo que sugiere la presencia de factores subyacentes comunes que podrían contribuir a la manifestación de ambas. De hecho, se han señalado diversos procesos cognitivos compartidos. Algunos de ellos son la memoria de trabajo, el procesamiento fonológico y las habilidades visuoespaciales, las cuales podrían estar involucradas en ambas áreas de aprendizaje.

Metaanálisis sobre dificultades en matemática y lectura

Respecto a este debate se llevó a cabo un metaanálisis, publicado en la revista Scientific Studies of Reading, que tuvo como objetivo examinar la co-ocurrencia de las dificultades en matemáticas y lectura. Especialmente, los autores investigaron si la presencia de una discapacidad en matemáticas podría predecir la presencia de una discapacidad en lectura.

En cuanto a la metodología, se llevó a cabo una exhaustiva búsqueda en bases de datos y se establecieron criterios de inclusión para seleccionar los estudios pertinentes. Algunos de ellos fueron que los artículos debían estar escritos en inglés, el incluir participantes con discapacidades en lectura, matemáticas o ambas, y proporcionar información estadística relevante para el metaanálisis.

¿Qué reflejaron los datos?

Los hallazgos del estudio revelaron que la presencia de dificultades en matemáticas está asociada con un mayor riesgo de tener una discapacidad en lectura. Con base al análisis estadístico, los estudiantes con una discapacidad en matemáticas tienen un poco más del doble de probabilidades de también tener una discapacidad en lectura, en comparación con aquellos sin discalculia.

Por tanto, queda en evidencia la importancia de considerar la co-ocurrencia de las dificultades en matemáticas y lectura en la evaluación y el apoyo educativo. Sin embargo, el estudio no pudo explicar las razones subyacentes de la comorbilidad en las dificultades. Por ende, los autores sugirieron que factores como déficits en la memoria de trabajo, procesamiento fonológico y habilidades visuoespaciales podrían estar involucrados en ambas dificultades.

Abordando la comorbilidad de estas dificultades

Como último punto, cabe destacar que existe la posibilidad de que las definiciones existentes de discapacidad lectora puedan afectar la identificación confiable de la dislexia. Y es que, aquellas definiciones tradicionales que están basadas en un bajo rendimiento académico inesperado o en definiciones alternativas que se centran en la respuesta a la intervención pueden no identificar de manera consistente y precisa a las personas con discapacidades de lectura.

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En este sentido, la variabilidad introducida por los puntos de corte y el error de medición puede afectar la consistencia del diagnóstico. Por lo que se dificulta identificar de manera confiable a aquellos estudiantes que necesitan apoyo e intervención especializada.

¿En qué centrarnos?

Para abordar estos problemas y mejorar la fiabilidad de la identificación, es importante considerar enfoques alternativos que reduzcan el error de medición. Una estrategia prometedora es incorporar múltiples fuentes de información o criterios en el proceso de diagnóstico.

Al incluir predictores o criterios adicionales, el proceso de diagnóstico puede volverse más sólido y menos dependiente de un solo criterio. Algunas de estas podrían ser antecedentes familiares de problemas de lectura o factores demográficos como el género. Por último, no olvidar que la alta comorbilidad con la discalculia ayuda a la hora de determinar un diagnóstico.

¿Qué tener en cuenta ante casos dislexia y discalculia?

Para abordar las dificultades en lectura y matemáticas en niños con ambas condiciones, es crucial realizar una evaluación integral, utilizar enfoques multisensoriales, adaptar el currículo, intervenir tempranamente, emplear recursos tecnológicos, fomentar el trabajo colaborativo, ofrecer apoyo individualizado, y aplicar estrategias de refuerzo positivo. Pues estas acciones combinadas en el aula y en el ámbito clínico brindan un enfoque personalizado y completo para apoyar a los menores, promoviendo su aprendizaje y desarrollo académico. Por último, si quieres aprender a evaluar y diagnosticar la discalculia, te invitamos a nuestro curso en dificultades matemáticas.

Referencia bibliográfica

  • Joyner, R. E. y Wagner, R. K. (2020). Co-occurrence of Reading Disabilities and Math Disabilities: A Meta-Analysis. Scientific studies of reading : the official journal of the Society for the Scientific Study of Reading24(1), 14-22. https://doi.org/10.1080/10888438.2019.1593420