A lo largo de la vida creamos muchos recuerdos de hechos, cosas y eventos que hemos experimentado. Un recuerdo es como una imagen o conjunto de imágenes de escenas pasadas que quedan grabadas o guardadas en la memoria. En nuestra infancia, estos recuerdos son escasos y parecen poco claros, con escasos detalles. En cambio, lo que recordamos sobre aquello que nos pasó en los últimos días es más detallado y específico. Pero, ¿cuáles son las cosas que más recordamos? Dicen que son aquellas que tienen un toque emocional y las que son, o parecen, importantes. Nos demos cuenta de ello o no. A continuación, profundizaremos e intentaremos responder a nuestro interrogante: ¿Dónde se almacenan los recuerdos?

¿Qué es recordar?

Recuerdos - álbum - NeuroClass

Al hablar de memoria nos referimos al proceso de codificación, almacenamiento y recuperación de la información.

Existen varios sistemas de memorias que se distinguen por el material involucrado, por el marco temporal sobre el que opera y por las estructuras neurales que los soportan. 

Según Morgado (2005), recordar es una reconstrucción del pasado que se basa en la información adquirida, los conocimientos, motivaciones, sentimientos y experiencias.

Es extraer información de la memoria sobre algo que hemos aprendido o vivido. 

Jorge Luis Borges y el recuerdo

El reconocido escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges dijo una vez, “¿qué es lo que yo recuerdo? El recuerdo original o la última vez que recordé lo que recordaba?

El pasado es siempre un conjunto de recuerdos, muy precarios, porque nunca son verdaderos. Enrique Vila Matas en su obra “Paris no se acaba nunca” (2003), cita:

“Acerca de esto oí decir algo muy bello y conmovedor a Borges. […]. Escuché a Borges decir que recordaba que una tarde su padre le había dicho algo muy triste sobre la memoria:

“Pensé que podría recordar mi niñez cuando por primera vez llegué a Buenos Aires, pero ahora sé que no puedo, porque creo que si recuerdo algo, por ejemplo, si hoy recuerdo algo de esta mañana, obtengo una imagen de lo que vi esta mañana. Pero si esta noche recuerdo algo de esta mañana, lo que entonces recuerdo no es la primera imagen, sino la primera imagen de la memoria.

Así que cada vez que recuerdo algo, no lo estoy recordando realmente, sino que estoy recordando la última vez que lo recordé, estoy recordando un último recuerdo. Así que en realidad no tengo en absoluto recuerdos ni imágenes sobre mi niñez, sobre mi juventud”.

La capacidad de recordar algo

Seguimos intentando descifrar dónde se almacenan los recuerdos. Esto, comprendiendo que recordar en sí mismo no es una sola habilidad, sino un proceso conformado por diversas habilidades o capacidades.

Ahora, la capacidad de recordar algo, como dijimos, involucra tres estadios diferentes: codificación, almacenamiento y recuperación.

Algunas personas encuentran de gran ayuda pensar esto como el acto de incorporar, procesar y encontrar un libro en una voluminosa biblioteca:

Foto Clásica De Una Mujer Sosteniendo Una Taza De Té
  • Codificar: Significa incorporar la información y registrarla. En nuestra analogía, el bibliotecario le pone un código a un nuevo libro y lo ingresa en el catálogo en el lugar que corresponde.
  • Almacenar: Se trata de guardar la información en la memoria hasta que se necesite. Por lo tanto, debe mantenerse en un lugar que sea fácil de encontrar. En la analogía, el libro es colocado en los estantes de la sección correspondiente.
  • Recuperar: Incluye recobrar la información cuando resulta necesario. En comparación con la biblioteca, si una persona quiere un libro tiene que acudir al catálogo, buscar dónde está, ir al estante y cogerlo.

¿Dónde se almacenan y cómo funcionan los recuerdos y la memoria?

Los recuerdos se almacenan en las zonas de asociación unimodal o multimodal de la corteza cerebral que procesan, inicialmente, la información sensorial a través del sistema de memorias.

El Dr. Jorge Medina (2019) expresó lo siguiente: “La memoria original es inaccesible, está muy oculta. Es como una cebolla que tienen 150 catáfilas. Las capas superficiales son las memorias que uno tiene de un evento, pero ese evento originalmente fue modificándose cada vez que yo lo recuerdo y lo adapto a las circunstancias. Pero la memoria original, esa no se toca”.

¿Cómo es que podemos guardar información tan variada del mundo? ¿En qué forma se guarda la memoria? Todavía es un tema discutido. No se sabe con certeza si se forman nuevos circuitos cerebrales, si hay un cambio de proteínas u ocurre algo a nivel neuroquímico. Sin duda, es una terra incognita.

¿Cómo se sostiene la memoria por segundos, minutos, horas, días, meses, años o toda la vida? Se investiga aún, porque se sabe poco, pero analizaremos algunos estudios al respecto.

Engrama o huellas de memoria (registro)

Los recuerdos se almacenan en el cerebro al variar la sensibilidad básica de la transmisión sináptica entre las neuronas como consecuencia de la actividad nerviosa previa (vías nuevas o facilitadas).

Recuerdos - proceso - NeuroClass

Son importantes porque, una vez que quedan establecidas, es posible activarlas de forma selectiva por los pensamientos para reproducir los recuerdos.

De hecho, experimentos con animales han puesto de manifiesto que las huellas de memoria pueden darse a cualquier nivel del sistema nervioso.

Hasta los reflejos medulares varían al menos un poco como respuesta a la activación repetida de la médula. Estos cambios reflejos forman parte del proceso de la memoria.

Asimismo, los recuerdos a largo plazo derivan de modificaciones producidas en la conducción sináptica de los centros cerebrales inferiores.

Sin embargo, la mayor parte de los recuerdos que asociamos a los mecanismos intelectuales se basan en las huellas de memoria de la corteza cerebral.

Teoría de huellas múltiples

Fue propuesta por Nadel y Moscovitch (1997), quienes postularon que los gradientes temporales parten de la redundancia inherente al almacenaje a largo plazo de la información. Por consiguiente, cada vez que se recupera una memoria, el registro de ese recuerdo constituye otra memoria.

A medida que las memorias ganan antigüedad, o bien son olvidadas o se benefician de la formación de múltiples huellas en el complejo hipocámpico y el neocórtex.

Así, las memorias episódicas más antiguas se asociarán a un mayor número de huellas y la evocación resultará más fácil, proporcionalmente a la proliferación de huellas, en paralelo al número de rutas de acceso a tales memorias.

La vulnerabilidad del engrama

Sin embargo, debido a la diversidad de conexiones neuronales del hipocampo, una mínima lesión puede afectar a la retención y evocación de huellas mnésicas.

Las huellas adquiridas recientemente serán particularmente vulnerables, mientras que las memorias más antiguas (por tanto, más representadas), resistirán a una mayor pérdida de tejido hipocámpico.

La extensión de la amnesia retrógrada y la curva del gradiente temporal dependerá de la dimensión de la lesión hipocámpica (Kopelman y Kapur, 2001).

¿Dónde se almacenan los recuerdos?: Memoria positiva y negativa

Aunque muchas veces pensamos en la memoria como una recuperación positiva de los pensamientos o las experiencias previas, probablemente su mayor ingrediente sean los recuerdos negativos.

El cerebro se ve inundado de información sensitiva procedente de cualquiera de nuestros sentidos. Y es que, si la mente pretendiera recordar todo su contenido, la capacidad cerebral de la memoria quedaría desbordada rápidamente.

Hombre Con Sudadera Negra Sentado En Un Banco Cerca De árboles Verdes

Por suerte, el cerebro tiene la capacidad de aprender a ignorar aquella información irrelevante.

Esta capacidad sucede por la inhibición de las vías sinápticas encargadas de su transmisión.

El efecto resultante se llama habituación, que es un tipo de memoria negativa.

Contrariamente, frente a la información recibida que genera unas consecuencias importantes como dolor o placer, el cerebro posee una capacidad automática diferente para potenciar y almacenar las huellas de memoria.

Es la memoria positiva la que obedece a la facilitación de las vías sinápticas, y este proceso se denomina sensibilización de la memoria.

Como expondremos más adelante, unas zonas especiales de las regiones límbicas basales en el cerebro determinan si la información es importante o no. Así, toman la decisión inconsciente de guardar el pensamiento como una huella de memoria sensibilizada o suprimirlo.

Clasificación de la memoria

La memoria suele clasificarse en virtud del tipo de información almacenada. Una clasificación general diferencia la memoria relacionada con actos conscientes (memoria explícita o declarativa) de aquellas tales como reflejos condicionados o habilidades motoras que no dependen de un pensamiento consciente (memoria implícita o procedural).

La memoria explícita se divide en dos sistemas:

  1. Memoria episódica: Almacenamiento y recuerdo de experiencias personales ocurridas en un tiempo y lugar particular. Por ejemplo, un madre que recuerda el día en que nació su hijo.
  2. Memoria semántica: Almacenamiento permanente de conocimientos representativos de hechos y conceptos, así como palabras y sus significados. Por ejemplo, que París es la capital de Francia o a qué nos referimos cuando decimos la palabra “vaca”. 

Clasificación según la duración de los recuerdos 

Sabemos que algunos recuerdos no duran más que unos pocos segundos, mientras que otros permanecen horas, días, meses o años. Con el propósito de explicar estos tipos de memoria, vamos a emplear una clasificación habitual:

Persona Irreconocible Tomando Fotos De La Cena Familiar En El Teléfono Inteligente
  1. A corto plazo (MCP): Abarca recuerdos que duran segundos o máximo minutos (a menos que se conviertan en recuerdos a largo plazo).
  2. Memoria a medio plazo (MMP): Dura entre días y semanas, pero se desvanece.
  3. A largo plazo (MLP): Una vez almacenada, puede recuperarse años más tarde o incluso después de toda una vida.

Los recuerdos y la memoria de trabajo

Se refiere al sistema de la memoria responsable del recuerdo inmediato de cantidades limitadas de datos verbales o espaciales que están disponibles para la manipulación mental inmediata. Es la que usamos en el día a día.

Por ejemplo, cuando miramos un número de teléfono y lo mantenemos en la mente solo el tiempo indispensable para poder marcarlo. También es clave para hacer un cálculo mental o comprender un enunciado complejo.

Los recuerdos en la memoria a largo plazo

Donde la información es almacenada hasta que se la necesite oportunamente. Dicha memoria está conformada por diversas partes e incluye:

  • Diferida: Para los eventos que pasaron o la información que ha sido presentada hace unos minutos. Estaríamos usando esta memoria si, en el ejemplo anterior, hubiésemos hecho el esfuerzo de retener el número de teléfono y recordado media hora después.
  • Reciente: Utilizada para los eventos que pasaron o la información que ha sido presentada hace unos días. Por ejemplo, lo que hicimos este último fin de semana.
  • Remota: Empleada para los eventos que pasaron o la información que ha sido presentada hace unos años. Por ejemplo, las cosas que sucedieron cuando íbamos al colegio.

¿Memoria del futuro?

Por último, la memoria prospectiva funciona para las cosas que estamos planeando hacer en el futuro. Por ejemplo, recordar que debemos llamar a una amiga o ir a una cita en el hospital el próximo mes, entre otros.

Fotos de stock gratuitas de bloc de notas, bolígrafo, café

Esta capacidad de prever escenarios futuros y específicos podría estar estrechamente relacionada con la capacidad de recordar episodios concretos de nuestro pasado (es decir, la memoria episódica).

De hecho, las personas que no pueden recordar detalles específicos de su pasado parecen tener afectada su capacidad de vislumbrar mentalmente experiencias personales futuras.

Conclusión

Como dice el gran poeta William Wordsworth en su obra Ode; Intimations of Inmortality from Recollections of Early Childhood (1804): “Aunque ya nada puede devolvernos el esplendor en la hierba y la gloria en las flores, no debemos entristecernos porque la belleza perdura en el recuerdo”.

Para responder al enigma sobre dónde se almacenan los recuerdos conviene comprender que las remembranzas no son copias exactas de informaciones o experiencias, sino que la memoria las reelabora en el momento de la recuperación.

Conocer es siempre recordar, pero no lo que fuimos o supimos, sino lo que somos y sabemos ahora.

Referencias bibliográficas

  • Baddeley, A. (2007). Working Memory, Thought, and Action. Oxford University Press. Doi: 10.1093/acprof:oso/9780198528012.001.0001
  • Bauer P. J. (2004). Getting explicit memory off the ground: Steps toward construction of a neuro-developmental account of changes in the first two years of life. Developmental Review, 24(4), 347-373. https://isiarticles.com/bundles/Article/pre/pdf/32394.pdf
  • Roediger, H. L., Dudai, Y. y Fitzpatrick S. M. (2007). Science of Memory: Concepts. Oxford University Press.
  • Tulving, E. y Schacter, D. L. (1990). Priming and human memory systems. Science, 247(4940), 301-306. https://doi.org/10.1126/science.2296719
  • González, J .L. (1987). Estructura y función de la mente humana. Psiquis, 346(8). https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2765671
  • Lashley, K. S. (1950). En busca del engrama. En Sociedad de Biología Experimental, Mecanismos fisiológicos en el comportamiento animal. (Simposio IV de la Sociedad) (págs. 454-482). Prensa académica.