La revisión histórica en psiquiatría y psicología permite entender cómo las ideas de autores clásicos como Freud, Ey o Jung han moldeado la disciplina. Al combinar estos fundamentos con los nuevos avances científicos, se fortalece la comprensión de los trastornos mentales y se orienta hacia tratamientos más efectivos y personalizados. Además, estudiar la evolución del pensamiento en el campo proporciona una base sólida para abordar los desafíos contemporáneos y promover una salud mental integral y en constante evolución. Por lo tanto, resulta clave revisar algunas patologías conceptualizadas por la psiquiatría clásica. ¿De qué se trata la neurosis obsesiva? ¿Cómo se describió la psiquiatría clásica de Henri Ey?
Las neurosis: Una breve aproximación
Las neurosis fueron descritas como un conjunto de afecciones de la personalidad. Con un origen psicológico, hacen referencia a un malestar que se origina en conflictos internos de las personas. Así, su base fundamental se encuentra en la angustia y la forma en que se enfrenta. Más específicamente, se describe que todos los fenómenos neuróticos se originan debido a una deficiencia en el mecanismo normal de control. Lo anterior, puede entenderse como una liberación involuntaria de impulsos que suplantan a las liberaciones normales.
En este sentido, la falta de control ocurre de dos maneras. La primera, debido a un aumento en el flujo de estímulos. Allí, el sistema psíquico se ve abrumado por una cantidad excesiva de excitaciones en un período de tiempo dado, volviéndose incapaz de manejarlas, lo que se denomina situaciones traumáticas. En segundo lugar, debido a bloqueos previos o reducciones en las liberaciones, lo que establece una barrera en el organismo contra las tensiones, haciendo que las tensiones normales actúen ahora como si fueran traumáticas.
Una patología de la angustia
En términos más simples, la primera situación (aumento de estímulos incontrolables) se asocia generalmente con la angustia. Por otro lado, la segunda (bloqueo de liberaciones) está más relacionada con los síntomas neuróticos y sus mecanismos de defensa, que pueden ser más o menos elaborados y complejos. Dichos mecanismos de defensa, también conocidos como mecanismos neuróticos, tienen como objetivo reducir la tensión interna experimentada como angustia o culpabilidad, evitando su reconocimiento y manteniéndola fuera de la conciencia.
Aunque, según los autores más tradicionales, las defensas inconscientes desempeñan un papel en la vida cotidiana de todos (como lapsus, olvidos, etc.) o en nuestros rasgos de carácter, para el Yo neurótico, las defensas se convierten en la norma misma de su organización. De esta forma, genera descargas de angustia secundaria por las consecuencias del malestar inicial. Un ejemplo de mecanismo de defensa es la proyección. En dicho proceso, la persona expulsa de su propia identidad y les atribuye a otras cualidades, sentimientos o deseos aquello que desconoce o rechaza en sí mismo (Ey, 1979).
La neurosis obsesiva: ¿Qué es?
La neurosis obsesiva se manifiesta cuando una persona experimenta sentimientos, ideas o comportamientos persistentes y compulsivos que dominan su vida. No obstante, en ocasiones la persona llega a considerarlos triviales. Dentro de los síntomas se incluyen la persistencia de las obsesiones, su automatismo y la lucha interna que experimenta el sujeto al tratar de lidiar con ellas. Además, la persona afectada suele ser consciente de que está experimentando problemas de origen mental.
Adicionalmente, la neurosis obsesiva también se caracteriza por cómo la personalidad se ve afectada por las obsesiones. Así, la persona se siente completamente sometida a las demandas que le impiden ser auténtica consigo misma. Desde una perspectiva clínica, la neurosis obsesiva se manifiesta de varias formas.
Clínica de la neurosis obsesiva
Por un lado, las obsesiones pueden estar relacionadas con diversas ideas, representaciones o situaciones que se convierten en la principal preocupación. Por otro lado, en ocasiones se experimenta como trastornos intelectuales y emocionales, como la duda, la falta de voluntad y el sentimiento de irrealidad, que son considerados signos característicos de la psicastenia en la persona con neurosis obsesiva.
Una característica central, además de las obsesiones, son los comportamientos compulsivos. Así, se siente una presión interna para llevar a cabo acciones repetitivas que tienen un significado simbólico especial. Estos rituales, conocidos como ritos del pensamiento mágico, muchas veces proporcionan una sensación de alivio temporal de su ansiedad (Bergeret, 1975).
Profundizando en las ideas obsesivas
La experiencia de tener pensamientos intrusivos es un fenómeno bastante común, especialmente durante períodos de tensión o fatiga. Cabe destacar que dicha clase de pensamientos pueden ser reconocidos como propios, pero repudiados por ser molestos u odiosos. Además, aunque todos los experimentamos de forma ocasional, si la intensidad y persistencia es excesiva, se convierten en obsesiones que producen un desequilibrio en la vida psíquica de una persona, transformando tal fenómeno en algo más que una simple molestia.
Otro dato a destacar es que los pensamientos intrusivos varían ampliamente. Sin embargo, en una misma persona, tienden a girar en torno a un tema específico. De esta forma, crean un patrón obsesivo que se manifiesta como imágenes, ideas, problemas o palabras. Además, como se ha mencionado, en la neurosis obsesiva a menudo están asociados con rituales compulsivos como la repetición de palabras o cifras en una secuencia específica que no ocurre en casos de pensamientos intrusivos ocasionales.
Un ciclo que parece no tener fin
La tendencia a la repetición es una parte integral de la intrusión de los pensamientos obsesivos, en ocasiones, llegando a ser descritos como parasitarios. De esta manera, la persona a menudo se siente atrapada en un ciclo interminable de repeticiones y manipulaciones mentales, solo interrumpida temporalmente por alguna obligación externa.
La modalidad compulsiva del pensamiento refleja la lucha del individuo contra la intrusión de estos pensamientos no deseados. Aunque la persona con neurosis obsesiva siente malestar por sus síntomas y a menudo se muestra ansioso durante las crisis compulsivas, su reacción es ambigua. Si bien es consciente de su responsabilidad en cuanto a la naturaleza forzada de sus pensamientos, no los atribuye a una influencia externa alucinatoria, sino que reconoce el conflicto interno entre sus propias tendencias. Así, según los autores clásicos psicodinámicos, el conflicto interno le brinda una cierta satisfacción secundaria, en respuesta a su deseo inconsciente de autotortura y autodisciplina (Ey, 2008).
Conclusión
La revisión histórica en psiquiatría destaca los avances científicos que han transformado el tratamiento de los trastornos mentales. Conocer los viejos paradigmas resulta útil, a la luz de conocer cómo se construyó el conocimiento que, durante tantos años, reinó los abordajes en psiquiatría y psicología. Por último, para profundizar en diferentes aspectos de cuadros relacionados, te recomendamos nuestro curso sobre evaluación e intervención en TOC.
Referencias bibliográficas
- Bergeret, J. (1975). Manual de psicología patológica. Masson.
- Ey, H., Bernard, P. y Brisset, C. H. (1979).Tratado de psiquiatría. Masson.
- Ey, H. (2008). Estudios psiquiátricos. Polemos.