¿Te ha pasado alguna vez que te sientes cansado, desmotivado, sin ánimo de trabajar y con una sensación de estrés constante? Si es así, puede que estés padeciendo el síndrome de Burnout, también conocido como síndrome de desgaste profesional. ¿De qué trata el estrés laboral y cómo se relaciona con este síndrome? Conozcamos más sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental ante el desgaste emocional en el trabajo.
Antes de comenzar, ¿a qué nos referimos con estrés laboral?
Es importante entender primero a qué se refiere el estrés laboral. La OMS lo define como el estrés relacionado con las exigencias y presión a nivel laboral que no se ajustan a los conocimientos y capacidades de la persona. En consecuencia, esto pone a prueba la capacidad del trabajador para enfrentar la situación.
Y es que, a pesar de que el estrés puede estar presente en diversas formas, se agudiza cuando la persona percibe que no recibe apoyo suficiente por parte del entorno. Como resultado, puede sentir que la situación empieza a salirse de control.
Síndrome de Burnout: Definición y causas
Se define como una manera inadecuada de afrontar el estrés crónico caracterizado por un agotamiento emocional, disminución del desempeño y despersonalización (distanciamiento del trabajo). Este síndrome afecta la calidad de vida, salud mental y rutina de la persona que lo padece, especialmente en la jornada laboral (Lachiner e Hidalgo, 2015).
Principalmente, encontramos al estrés como factor desencadenante, aun así, no es la única variante. Y es que, existen algunos factores que pueden contribuir a su aparición. Entre los posibles causantes encontramos el aburrimiento, falta de motivación, condiciones económicas y laborales pobres, sobrecarga de trabajo, presencia de crisis en el desarrollo profesional, incomodidad en el lugar de trabajo y aislamiento social.
Factores de riesgo en el síndrome de Burnout
Veamos qué factores podrían agudizar la situación y llevarla a un punto más crítico. Esto puede incluir desde cambios externos hasta decisiones internas, y cada elemento puede influir significativamente en el desenlace.
Factores personales
- Situación personal: Mientras mejor balance tenga la persona en este plano, mejor será la manera en la que confronte cualquier conflicto que pueda presentarse.
- Personalidad: Muchas veces relacionada con el nivel de auto-exigencia. En ocasiones, el exceso de competitividad puede ser un factor de presión importante.
- Edad: Asociada con el nivel de experiencia de la persona.
- Género: Actualmente, independientemente de las condiciones laborales, un hombre o mujer puede sentirse más o menos cómodo/a con el ambiente laboral, remuneración económica u objetivo del trabajo, entre otros.
- Formación profesional: Falta o poca experiencia o conocimientos, ya sea en la parte práctica o teórica del trabajo.
- Cambios significativos en el entorno personal: Crisis, pérdida de algún ser querido, divorcio, matrimonio, etc.
Factores sociales y ambientales
- Presión social: para destacar a nivel profesional o por aspirar a un alto nivel económico o social.
- Adquisición de deudas: La presión de trabajar por cumplir con el pago de una deuda es una motivación que puede generar ansiedad en la persona.
- Condiciones laborales: Entorno de trabajo inadecuado, con condiciones laborales bajas o con muy pocos beneficios y personal desmotivado, entre otros. Lo que lleva a gran desgaste emocional en el trabajo.
Clasificación del síndrome de Burnout
Se clasifica en cuatro tipos. Estos dependen de los síntomas que presenta la persona, dividiendose en:
- Leve: Cansancio, dificultad para levantarse en las mañanas, quejas.
- Moderado: Aislamiento, negativismo, suspicacia, cinismo.
- Grave: Ausentismo, aversión, enlentecimiento, automedicación de fármacos.
- Extremo: Aislamiento muy evidente, colapso, cuadros psiquiátricos, y en su caso más radical, suicidio.
Diagnóstico del síndrome de Burnout: Herramientas clave
Para determinar si una persona presenta el síndrome de Burnout, se pueden utilizar diferentes pruebas psicométricas. Una de ellas es el Maslach Burnout Inventory (MBI), que evalúa los sentimientos y pensamientos que la persona tiene sobre su trabajo. Otra herramienta es el Copenhagen Burnout Inventory (CBI), el cual analiza el nivel de desgaste personal en relación con el trabajo y la interacción con los clientes.
Asimismo, el Oldenburg Burnout Inventory (OLBI) se enfoca en medir el agotamiento, la falta de compromiso y la motivación hacia el trabajo. Tales herramientas permiten obtener una visión integral del síndrome y su impacto en la vida laboral de las personas y, adicionalmente, el sentimiento de ilusión o desilusión que tiene la persona con respecto a sus expectativas.
Y… ¿Qué hacer para evitarlo?
En general, es importante trabajar en la modificación de sentimientos y pensamientos negativos de desgaste emocional en el trabajo. Veamos más.
- Adaptar las expectativas a la realidad cotidiana, es decir, asumir como un proceso personal que no existe el “trabajo perfecto” como tal.
- Intentar encontrar un equilibrio en los diferentes ámbitos de la vida. En otras palabras, buscar un balance entre la familia, amigos, descanso, tiempo de ocio y trabajo.
- Limitar el tiempo que se le dedica al trabajo. Marcar adecuadamente la agenda laboral de acuerdo a la disponibilidad personal, sin exigirse más de lo que se puede ofrecer.
- En el plano laboral, es fundamental mantener un ambiente de trabajo positivo, en el que se promueva el trabajo en equipo, intercambio, comunicación y objetivos en común.
- Buscar estrategias que permitan la relajación y control de estrés (por ejemplo, meditación).
- Acudir a un profesional que pueda brindar estrategias de afrontamiento adecuadas.
Conclusión
Actualmente, vivimos en un mundo muy competitivo que nos exige responder a un sinnúmero de demandas, sobre todo a nivel laboral. Este ritmo de vida acelerado está generando que problemas de salud mental como el estrés, desgaste emocional en el trabajo, ansiedad o depresión se acentúen en nuestra sociedad. Por tanto, es importante tomar medidas de prevención e intervención oportunas para evitar que nuestro desarrollo profesional comprometa la calidad de vida.
Finalmente, es crucial que a nivel laboral se promueva un entorno cooperativo y digno. Esto es, un ambiente que motive a sus profesionales sin olvidar que detrás de un trabajador hay una persona con una historia, quizás una familia y vida que cuidar.
Referencias bibliográficas
- Lachiner, S. M. e Hidalgo L. F. (2015). Síndrome de Burnout. Medicina Legal de Costa Rica, 32(1), 119-124. http://hdl.handle.net/20.500.11764/253
- Méndez, J. (2004). Estrés laboral o síndrome de ‘burnout’. Acta Pediátrica de México, 25(5), 299-302. http://repositorio.pediatria.gob.mx:8180/handle/20.500.12103/1814
- OMS | (2014). La organización del trabajo y el estrés. https://www.who.int/occupational_health/publications/pwh3sp.pdf?ua=1