Los profesionales de la salud cuentan con diferentes herramientas para evaluar las posibles dificultades que puedan presentar las personas. En el caso de los psicólogos, las herramientas comúnmente utilizadas son las pruebas estandarizadas. Una de las más famosas en la población infantil es la Escala Wechsler de Inteligencia para Niños (Wechsler Intelligence Scale for Children, WISC, en inglés). ¿En qué consiste esta prueba? ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta cuando se utiliza la herramienta WISC? Veamos las respuestas a continuación. 

¿Por qué se usa el WISC?

A través del análisis tanto de índices primarios e índices secundarios, se utiliza para evaluar la capacidad cognoscitiva de niños entre los 6 y los 16 años. Y es que, de manera específica, se puede conocer el estado de funciones cognitivas como la atención, el velocidad de procesamiento (a través del índice de velociad de procesamiento), el lenguaje y las funciones ejecutivas, fundamentales para el desarrollo adecuado de actividades tanto sociales como cognitivas a lo largo de la vida.

WISC: Una herramienta de evaluación

A nivel clínico, el WISC permite evaluar algunas de las dificultades en funciones cognitivas relacionadas con el desarrollo de diferentes trastornos. Por ende, la importancia del uso de esta prueba en los trastornos de aprendizaje, por ejemplo, ayuda a identificar las principales falencias que deben ser trabajadas tanto en la terapia como en el colegio.

Otro de los objetivos es establecer el punto de partida para adaptar y tomar decisiones sobre la trayectoria educativa de los más pequeños. Tal es así, que por medio de la prueba se pueden identificar las fortalezas y debilidades que presente cualquier niño a nivel cognitivo.

¿Cuál es la utilidad del WISC en el ámbito clínico?

El WISC es una herramienta de evaluación neuropsicológica utilizada de manera reiterativa en el ámbito clínico. En un inicio, es útil para recoger información con la cual se puede obtener un diagnóstico concreto. Asimismo, los resultados pueden ayudar a realizar un diagnóstico diferencial con otros trastornos de índole neurológica, psicológica y psiquiátrica, proporcionando una ayuda en la identificación de las afectaciones cognitivas que pueden presentar diversas patologías.

Por otro lado, también sirve de cara a la preparación y desarrollo de los procesos de intervención para el menor. Dado que, con los resultados obtenidos se pueden conocer habilidades y fortalezas del niño, se puede establecer un orden en el proceso de intervención. Así, se tienen en cuenta los aspectos que son prioritarios y constituyen la base para el desarrollo o mejora de otros procesos más complejos.

Y en el ámbito educativo…

El fin del WISC en el ámbito educativo radica en establecer cuáles son las aptitudes cognoscitivas. Sobre todo, en niños que tienen necesidades educativas especiales. De hecho, algunos de los casos que podemos encontrar son trastornos de aprendizaje, discapacidad intelectual o superdotación, entre otros.

WISC: Una herramienta de evaluación

Asimismo, el WISC como herramienta de evaluación podría ayudar a personalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje para obtener mejores resultados en el proceso individual de cada niño. Puesto que sabiendo esto, se puede mejorar la motivación en el trabajo, lo que impulsará en mayor medida al pequeño en el ámbito escolar. Y, como resultado, se enriquecerá el aprendizaje, pudiendo extrapolarse a su vida diaria.

¿Qué tipo de pruebas incluye el WISC?

El WISC incluye 15 pruebas divididas en diez categorías clave:

  • Evaluación de la comprensión verbal a través de pruebas de semejanzas y vocabulario.
  • Pruebas de cubos y rompecabezas visuales para medir habilidades visoespaciales.
  • Matrices y pruebas de balanza para el análisis del razonamiento fluido.
  • Ejercicios de dígitos y dibujos para evaluar la memoria de trabajo.
  • Tests de claves y búsqueda de símbolos para determinar la velocidad de procesamiento.

Clasificación de las pruebas del WISC según el formato de ítems

La clasificación de las pruebas del WISC según el formato de ítems proporciona una estructura que organiza y categoriza las diversas formas en que se presentan los estímulos de evaluación de la inteligencia. Esta clasificación es fundamental para comprender cómo se diseñan y administran las pruebas del WISC, lo que a su vez permite una interpretación más precisa de los resultados obtenidos.

  • Ítems de respuesta libre: Incluyen tareas como explicar semejanzas entre objetos, definir conceptos o resolver adivinanzas.
  • Búsqueda de símbolos: El niño debe comparar y reconocer símbolos en relación con un modelo.
  • Imitación de modelos: Que conlleva reproducir figuras con cubos o completar matrices y figuras incompletas.
  • Problemas de aritmética: Basados en la resolución mental de cálculos matemáticos sencillos.
  • Reorganización de estímulos: Que incluye ordenar letras, números o dígitos según criterios específicos.
  • Asociación de estímulos: Cuyo fin es relacionar imágenes con números o símbolos, como identificar objetos específicos entre varios distractores.

¿Cómo se aplica el WISC?

El WISC puede administrarse a niños de 6 a 16 años, pero siempre por un profesional capacitado. Además, puede realizarse en escuelas, tanto públicas como privadas, o en un centro privado a petición de los padres. Ahora, es importante que estos últimos sean conscientes del alto costo del test, que se debe al precio del material y la formación especializada requerida para el profesional.

Por otra parte, la duración varía según la velocidad de respuesta del pequeño, oscilando generalmente entre una y una hora y media, y los resultados suelen ser inmediatos, a menos que se evalúe a varios niños simultáneamente. Si buscas más información sobre la Escala Wechsler de Inteligencia para Niños y su aplicación te recomendamos nuestro curso sobre WISC V.

Aspectos a tener en cuenta cuando se utiliza la herramienta de evaluación WISC

En el proceso de aplicación, interpretación y entrega del informe, los profesionales deben tener en cuenta ciertos factores para realizar el proceso de manera correcta. Por ello, es imprescindible percatarse de los aspectos cualitativos y cuantitativos que se pueden obtener a partir de la aplicación de esta herramienta de evaluación. 

Aspectos cualitativos

Estos son fundamentales en el momento de realizar una evaluación con el WISC. Y es que, a través de ellos se puede personalizar el proceso y soportar adecuadamente los resultados obtenidos durante la aplicación de la prueba.

Ahora, ¿qué se debe tener en cuenta? En primer lugar, es importante considerar la actitud y la conducta del niño, aspecto que se lleva a cabo por medio de la observación mientras se realizan actividades. De esta forma, se ha de atender a:

  • Manejo de dificultades
  • Estado de ánimo
  • Apariencia personal
  • Conducta no verbal y motora
  • Tolerancia a la frustración
  • Herramientas de compensación
  • Nivel de colaboración
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De igual manera, hay que considerar factores que puedan colaborar durante la aplicación de la herramienta del WISC. Pues a pesar de no dar puntuaciones extra, se pueden hallar estrategias útiles que aporten en el proceso de intervención o manejo.

En este caso, podemos considerar aspectos como la manera más fácil por la que el niño adquiere la información, ya sea visual o auditiva, factor que puede impactar tanto el tratamiento como en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Asimismo, también puede proporcionar pistas sobre las herramientas o estrategias que se manejan tanto en la casa como en el colegio.

Aspectos cuantitativos

Para explicarlos es importante tener en cuenta diversas características. Una de ellas es que a las puntuaciones se las tiene que hacer una baremación, que consiste en ubicar cada una de tales puntuaciones y compararlas con el promedio de las personas de su misma edad. El objetivo es conocer si el puntaje obtenido está dentro de lo esperado para la edad del niño o, por el contrario, se encuentra por debajo o por encima del promedio.

En el caso de la herramienta de evaluación WISC, la puntuación escalar media se haya entre 8 y 11 puntos. De esta forma, la obtención de menos de 8 puntos puede indicar que hay presencia de dificultades. Y, por otro lado, si la puntuación es mayor de 11, constituiría un indicativo de la existencia de un mejor desarrollo de dicha función para la edad.  

Conclusión

Para terminar, es importante señalar que la herramienta de evaluación WISC es una de las más utilizadas en la actualidad. Esto se debe a que no solo ayuda a encontrar un diagnóstico, sino que puede mostrar las fortalezas y habilidades cognitivas del niño. Algo que, sin duda, ayudará de manera significativa en un posible proceso de rehabilitación.

El hecho de abarcar múltiples funciones cognitivas, proporciona una información amplia de los principales aspectos cognitivos. Por lo tanto, no hay que preocuparse si un profesional requiere que el niño realice la prueba, pues esto ayudará notablemente en su proceso de desarrollo cognitivo, educativo y social. Sin embargo, es importante asegurarse que el experto que la aplique tenga la preparación y los conocimientos adecuados para ello.

Referencias bibliográficas

  • Amador Campos, A. (2019). Escala de inteligencia de Wechsler para niños, quinta edición: WISC-V. Universitat de Barcelona.
  • Brenlla, M. E. (2013). Interpretación del WISC-IV: puntuaciones compuestas y modelos chc. Ciencias Psicológicas, 7(2), 183-197. https://doi.org/10.22235/cp.v7i1.51
  • Rodríguez, M. A. y Vizcarra, M. B. (2018). Uso del WISC-III en Chile: Análisis de fortalezas y limitaciones según la percepción de los psicólogos. Revista de psicología (Santiago), 27(2), 36-48. https://doi.org/10.5354/0719-0581.2019.52316
  • Wechsler, D. (2015). WISC V: Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños-V. Manual técnico y de interpretación. Pearson.