La etapa universitaria es un período de tiempo que implica muchos desafíos tanto a nivel académico, laboral, social como de descubrimiento personal en la vida de una persona. Debido a esto, la salud mental de los estudiantes se ve frecuentemente afectada por diversos motivos. En este contexto, los programas para el manejo del estrés autoguiados representan una gran posible solución. Para conocer más acerca de intervenciones enfocadas en el manejo del estrés de estudiantes universitarios te invitamos a leer la siguiente nota.
Estudiantes y salud mental
Dejar el hogar, el aumento de la independencia, nuevas responsabilidades y desafíos académicos. Estas son solo algunas de las circunstancias a las que se enfrentan los estudiantes universitarios. En consecuencia, una cantidad significativa de ellos reportan altos niveles de estrés. Lo cual se torna una amenaza abrumadora que generalmente supera sus capacidades de afrontamiento.
La repercusión de este estado de tensión puede afectar diversas dimensiones. Como el rendimiento académico o la participación en la vida del campus, pudiendo llevar al abandono de los estudios. Adicionalmente, el estrés psicológico crónico durante la universidad contribuye al desarrollo de problemas de salud mental más graves en etapas posteriores de la vida.
Barreras en el abordaje del estrés en estudiantes
Entonces, ¿qué acciones se están tomando para abordar este problema entre los universitarios? Estudios recientes indican que los programas de manejo del estrés y los tratamientos psicológicos son efectivos para reducir tanto el impacto del mismo, la ansiedad que genera y los síntomas de depresión asociados.
Sin embargo, a pesar de su eficacia, la adopción de tales tratamientos entre los estudiantes es baja. Esto se da debido a que el acceso a las terapias psicológicas está limitado por diversas barreras, como por ejemplo, problemas relacionados a restricciones de horario. Otro aspecto a considerar es que los jóvenes pueden ser reacios a buscar tratamiento profesional de salud mental por el estigma y la reticencia a etiquetarse con un trastorno mental.
Ante tales desafíos, ofrecer intervenciones basadas en evidencia para el manejo del estrés en formato de autoayuda es una solución posible. Así, esta aproximación podría ser más práctica y aceptable para los alumnos universitarios.
Comparando las intervenciones autoguiadas
Las intervenciones autogestionadas son programas estandarizados en los que los participantes aplican un manual de manera independiente. Sin embargo, existen algunas variantes en cómo implementarlos. Lo cual puede incluir la orientación de un profesional del área de salud mental o realizarse en formato grupal, con el fin de mejorar los efectos terapéuticos y la adherencia.
¿Cuáles son sus beneficios frente a otras terapias posibles? Este tipo de abordaje tienen un enorme potencial para maximizar su implementación a gran escala debido a su bajo costo y flexibilidad. Asimismo, elimina diversas barreras a la hora de buscar ayuda, como las largas listas de espera para conseguir atención o barreras actitudinales, tales como la vergüenza y la preferencia por el auto-manejo.
Estrés en estudiantes: Análisis de intervenciones
El objetivo de este metaanálisis fue examinar el impacto de las intervenciones autoadministradas para el manejo del estrés en alumnos universitarios. Con este propósito se conformaron dos grupos de análisis.
El primero de ellos incluía a individuos sin importar sus niveles de tensión percibida. Es decir, independientemente de si experimentaban altos o bajos niveles de estrés. El segundo grupo estaba compuesto por aquellos alumnos seleccionados por tener niveles elevados de estrés.
Finalmente, se realizaron dos metaanálisis separados. Luego, calcularon el tamaño del efecto de cada estudio y realizaron evaluaciones adicionales como análisis de subgrupos, análisis de sensibilidad y pruebas de sesgo.
Beneficios de las intervenciones autogestionadas
En líneas generales, las intervenciones para el afrontamiento del estrés autogestionadas tenían un impacto pequeño pero estadísticamente significativo en la reducción del mismo, pero también sobre la depresión y la ansiedad, tanto en la población de estudiantes no seleccionados como en la de aquellos preseleccionados, en comparación con el grupo de control. Lo que sugiere que los programas de autogestión pueden ser efectivos para mejorar estos aspectos en alumnos universitarios. Independientemente de su nivel inicial de estrés percibido.
¿Por qué resultaron efectos bajos?
Una posible explicación de los efectos reducidos de los abordajes autoguiados puede estar relacionada con la falta de contacto humano recíproco. En este sentido, el apoyo humano se considera un posible mecanismo de cambio. A su vez, esto se asocia con una mayor cantidad de sesiones completadas y tasas de finalización más altas. Por otro lado, la falta de procesos reflexivos y retroalimentación al transferir el conocimiento del programa a la vida diaria podría disminuir los resultados de las intervenciones autoguiadas.
Limitaciones de la investigación
Las limitaciones del estudio incluyeron la falta de investigación sobre los efectos en la medición biológica del estrés, la escasez de evidencia para herramientas de autoayuda y la necesidad de más investigaciones de alta calidad el área.
Asimismo, se hace evidente la importancia de investigar las preferencias y necesidades de subgrupos de estudiantes, la necesidad de estudiar los resultados con datos de casos individuales, y la importancia de explorar los mecanismos de estos programas para mejorar su implementación.
Entonces, ¿de qué sirven las intervenciones autoguiadas?
Este tipo de abordaje en el afrontamiento del estrés ofrece beneficios, que no solo son favorables para los universitarios en general, sino también para aquellos que experimentan niveles elevados del mismo. Dichos hallazgos indican grandes oportunidades para la implementación de estas intervenciones en instituciones de educación superior y la necesidad de investigaciones futuras.
Reflexionar sobre cómo integramos el manejo de este fenómeno tan cotidiano en la población universitaria es crucial. Pues, a medida que avanza el nivel educativo, estos aspectos parecen perder relevancia. Sin embargo, hoy en día entendemos que el aprendizaje y la salud emocional son inseparables y se complementan mutuamente.
Por lo tanto, integrar intervenciones de manejo del estrés y promover la salud emocional en el contexto universitario no solo beneficia el bienestar de los alumnos, sino que también potencia su rendimiento académico y su desarrollo integral. Para aprender más sobre el impacto biológico, cognitivo y emocional que tiene esta respuesta del cuerpo a nivel cerebral, si te invitamos a nuestro curso sobre estrés y cerebro.
Referencia bibliográfica
- Amanvermez, Y., Zhao, R., Cuijpers, P., de Wit, L. M., Ebert, D. D., Kessler, R. C., Bruffaerts, R. y Karyotaki, E. (2022). Effects of self-guided stress management interventions in college students: A systematic review and meta-analysis. Internet Interventions, 28, 100503.