En los últimos años, el minimalismo ha surgido no solo como una tendencia estética, sino como una filosofía de vida que ha ganado una relevancia notable. Esta creciente importancia ha despertado un interés académico y de investigación significativo, llevando a expertos a profundizar en su estudio y exploración. Un estudio reciente tuvo como objetivo definir empíricamente el minimalismo y sus representaciones conductuales, así como explorar su contribución al bienestar emocional. Concretamente, los autores buscaron comprender cómo el minimalismo puede influir en el consumo sostenible y en el bienestar emocional. Veamos más.
Sobre el minimalismo
El minimalismo es un estilo de vida que se enfoca en simplificar y reducir lo superfluo para enfocarse en lo esencial. Podría decirse que se trata de reducir el desorden físico y mental, permitiendo a las personas concentrarse en lo relevante y encontrar mayor claridad y satisfacción en sus vidas.
Con esto, es un enfoque holístico que abarca todo el proceso de consumo, desde la toma de decisiones de compra hasta el comportamiento de descarte. De este modo, los minimalistas buscan reducir su consumo y posesiones a lo esencial. Un que les permite enfocarse en lo que realmente importa en el día a día. Por ejemplo, centrarse en las relaciones interpersonales, la creatividad y bienestar emocional.
En definitiva, el minimalismo no se trata solo de tener menos cosas, sino de ser más consciente de lo que se posee y cómo se utilizan el tiempo y los recursos.
Minimalismo: Un campo poco explorado
A pesar de su creciente popularidad como estilo de vida sostenible, el minimalismo ha sido principalmente discutido desde una perspectiva estética, lo que ha limitado la comprensión de su impacto en el bienestar emocional y su relación con la sostenibilidad a nivel académico. Por esta razón, se percibe como un ámbito apenas investigado debido a la falta de una definición empírica clara y escasez de investigaciones que aborden de manera integral sus dimensiones conductuales y emocionales.
Objetivos del estudio e hipótesis
Reconociendo esta brecha en el conocimiento existente, se propusieron un objetivo ambicioso pero esencial. De esta forma, los objetivos fueron definir de manera empírica qué es el minimalismo realmente y cómo se manifiesta a través de comportamientos y prácticas concretas en la vida cotidiana. Así pues, la intención era ir más allá de la mera estética minimalista, a menudo asociada con el diseño y el arte, para comprender sus raíces y aplicaciones en el comportamiento humano y la psicología.
Hipótesis planteadas
Se barajaron dos hipótesis principales. La primera sugería que el minimalismo está asociado con emociones positivas y mayor satisfacción con la vida. Lo que se debe a que este implica una reducción consciente y deliberada del consumo y la posesión de bienes materiales. Por tanto, puede llevar a una mayor apreciación de las cosas simples y sensación de libertad y control sobre la propia vida.
Por su parte, la segunda hipótesis proponía que el minimalismo puede reducir la experiencia de emociones negativas como las que se sienten en la depresión y el estrés en la vida diaria. Y es que, esta tendencia puede ayudar a las personas a reducir la presión y el estrés asociados con el consumo excesivo y la necesidad de mantener un estilo de vida materialista.
¿Cómo lograron los objetivos?
Los fines del estudio se llevaron a cabo a través de dos métodos principales. En primer lugar, utilizaron una encuesta en línea con una muestra representativa de adultos en Estados Unidos (EE. UU.) para entender cómo las personas viven el minimalismo en su vida diaria. Lo que les permitió definir el minimalismo de una forma concreta y explorar las conductas asociadas con este estilo de vida.
En segundo lugar, desarrollaron un modelo para ver cómo el minimalismo afectaba las emociones positivas y negativas de las personas. Así, utilizaron datos de otra muestra de adultos en EE. UU. para examinar cómo la corriente se relacionaba con el bienestar emocional.
Y sí, el minimalismo contribuye al bienestar
Los hallazgos indicaron que el minimalismo está relacionado con emociones positivas y una mayor satisfacción con la vida. Pues, aquellos que adoptaron un estilo de vida minimalista reportaron niveles más altos de felicidad, autoestima y emociones positivas. También reportaron una reducción en la experiencia de emociones negativas. Hallazgos que sugieren que el minimalismo puede ser una estrategia efectiva para reducir el estrés y la ansiedad en la vida diaria.
Así pues, los investigadores definieron el minimalismo como un estilo de vida en el que las personas toman la decisión consciente de reducir su consumo y posesiones materiales para mejorar su calidad de vida y bienestar emocional. Dicha definición se basó en la identificación y validación de comportamientos específicos asociados con el minimalismo, lo que les permitió establecer una comprensión empírica de lo que implica vivir de manera minimalista.
¿Limitaciones del estudio?
Una de ellas es que se enfocó en usar definiciones y conceptos ya conocidos sobre el minimalismo, en lugar de desarrollar una nueva forma de medirlo. Esto podría haber hecho que no se identificaran todos los posibles comportamientos relacionados con el minimalismo.
Además, aunque se usaron criterios que se pensaban adecuados para entender el minimalismo, puede que no se hayan captado todas las características importantes de este estilo de vida. Por último, aunque el estudio ha aportado datos valiosos sobre la tendencia, es importante realizar más investigaciones en el futuro. De hecho, sería útil crear una herramienta específica que permita medir todos los aspectos del minimalismo de manera más completa y detallada.
Reflexiones finales
En esencia, el estudio resalta el minimalismo como un enfoque holístico de vida, que va desde la compra hasta el descarte consciente. En adición, se descubrió que reduce el desorden, promueve compras reflexivas y mejora el bienestar emocional. Por lo tanto, los mencionados hallazgos apuntan a un impacto significativo tanto para las personas como para prácticas de producción sostenibles, marcando un camino para futuras investigaciones y aplicaciones prácticas.
Referencia bibliográfica
- Kang, J., Martinez, C. M. J. y Johnson, C. (2021). Minimalism as a sustainable lifestyle: its behavioral representations and contributions to emotional well-being. Sustainable Production and Consumption, 27, 802-813. https://doi.org/10.1016/j.spc.2021.02.001