El síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo que forma parte de la gran familia de trastornos del espectro autista (TEA). Descrito por primera vez por la psiquiatra rusa Grunia Efímovna Sújareva y el psiquiatra alemán Asperger (1943), quienes especificaron características como la dificultad en la comunicación y la interacción social, acontecidas en la primera infancia. A esto se le añaden los problemas conductuales, como intereses restringidos y comportamientos repetitivos. Si bien antes conformaba una categoría diagnóstica discreta, esta pasó a englobarse en otra más general de TEA, aunque sigue considerándose por muchos especialistas un subtipo sin retraso del lenguaje y con un coeficiente intelectual normal o superior. Una nueva clasificación debatida ampliamente. Veamos algunas características más del síndrome de Asperger.

Síndrome de Asperger: ¿Cómo se concibe?

Características claves

Una de las principales características del síndrome es la gran dificultad de interacción social, así como para formar y mantener relaciones. Esto puede deberse a una reducción del contacto visual, habla menos animada y dificultad para comunicarse de forma no verbal.

A diferencia de otros cuadros dentro del TEA, no hay retraso en el desarrollo del lenguaje, la cognición y las habilidades de autoayuda.

El diagnóstico diferencial incluye trastornos de ansiedad social, obsesivo compulsivo y de la personalidad esquizoide. Además del trastorno por déficit de atención (TDA) (Fulanete et al., 2022).

Etiología

Se ha relacionado con variables genéticas, neurológicas y ambientales; y se cree que afecta entre el 0,02 % y el 0,03 % de los niños, siendo menos probable en las niñas.

Comorbilidad de la salud mental

Por otro lado, las comorbilidades psiquiátricas son frecuentes y el pronóstico a largo plazo está marcado por un alto riesgo de morbilidad y mortalidad. Y es que, las personas con ásperger perciben y entienden el mundo que les rodea de manera diferente a los demás y, por ello, pueden ser tan susceptibles, si no más, a problemas de salud mental. De hecho, lo que suele llamar la atención de los padres, a parte de los síntomas asociados al aislamiento social o comportamiento inadecuado, son las manifestaciones de ansiedad, depresión o irritabilidad.

Un dato importante

Los signos y síntomas clave persisten durante toda la vida de la persona. Esto es, no tiene cura. Ahora, ciertas características clínicas y las secundarias a condiciones comórbidas podrían mejorar con un diagnóstico temprano e intervenciones individualizadas (Motlani et al., 2022).

Esto último es fundamental, pues, por lo general, existe un retraso significativo en el diagnóstico. Con lo que no es raro que el diagnóstico se realice en la edad adulta. Y es que, puede haber muchos factores de compensación que pasen por alto algunas características, que no se identifiquen de inmediato o que, simplemente, el entorno considere algo diferentes en relación con los de otros niños.

¿Sabías que entre el 50 y el 80% viven de forma independiente y casi el 80% ha cursado estudios superiores? (Mirkovic y Gérardin, 2019).

5 mitos del síndrome de Asperger

  1. El síndrome de Asperger es una enfermedad. Esto es falso, es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, repercutiendo de forma distinta en cada persona. Ni se transmite ni se cura.
  2. El síndrome de Asperger tiene rasgos físicos distintivos. Incierto, pues solamente se refleja en las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento.
  3. Las personas con síndrome de Asperger no se relacionan. Aunque les genere dificultades, no quiere decir que no deseen interaccionar. De hecho, en edades tempranas son más propensas a buscar la interacción aunque esta sea de forma tímida y caracterizada por incomodidad.
  4. Las personas con ásperger son agresivas. Las personas con síndrome de Asperger no son violentas. Para ello, es importante diferenciar lo que son y lo que no las conductas disruptivas de otras conductas.
  5. Las personas con el síndrome tienen una inteligencia superior a la media o una discapacidad intelectual. Las personas con síndrome de Asperger tienen una inteligencia normal. Solo un porcentaje pequeño tienen altas capacidades.

La importancia de consultar información de calidad

Lo cierto es que, no es de extrañar que muchas personas se sirvan de Internet para buscar sobre diversas cuestiones del tema. Esto, inevitablemente, da forma a las percepciones, positivas o negativas, sobre las etiquetas del TEA.

Cuando la desinformación abunda en el ásperger

Síndrome de Asperger: ¿Qué hay que tener en cuenta?

Si bien muchas plataformas pueden actuar como herramientas de concientización e inclusión, en otras los contenidos ofrecidos corresponden a mitos, falacias y sensacionalismo. Como, por ejemplo, los falsos mitos sobre vacunas, curas engañosas para el trastorno o incluso la polémica generada por el “fenómeno Greta.

Todo ello, con la influencia de los medios de comunicación cuando retransmiten noticias en las que se trata injustamente a las personas con TEA. Algo que, aunque pueda contribuir a empatizar con dicha condición, también sugiere un cierto patrón estigmatizador que muestra a quienes lo presentan como personas débiles, que deben afrontar obstáculos, silenciando innumerables casos de éxito (Tárraga-Mínguez, R. et al., 2020).

Conclusión

El síndrome de Asperger no es un trastorno distinto, sino una variante más leve del autismo. Cuando se ha determinado el diagnóstico, es recomendable el contacto con organizaciones dedicadas que pueden servir de ayuda, defensa, autodeterminación y apoyo.

Ahora, es importante hacer frente al síndrome no como un problema, sino como una condición en la que se deben minimizar los riesgos o dificultades derivadas. Para ello, es crucial que los familiares y docentes tengan conocimiento de esta condición, pues además de dotar de una comprensión más adecuada de lo que sucede, será un indicador de buen desarrollo desde edades tempranas.

Referencias bibliográficas

  • Artuñedon Pérez, R. y Muriana Díaz, I. (2020). Reportaje audiovisual: No soy diferente, solo tengo ásperger. [Trabajo de fin de Grado, Universidad Jaume I]. Repositorio digital Universitat Jaume I.
  • Fulanete, R. E. G., Fulanete, T. A. G., Sobreira, J. G., Cortat, H. R. F. de O., de Oliveira, S. C., Lima, D. C. y Siqueira, A. (2022). Síndrome de Asperger: Relato de caso: Asperger syndrome: case report. Brazilian Journal of Development8(12), 79058-79066. https://doi.org/10.34117/bjdv8n12-146
  • Hosseini, S. A. y Molla, M. (2022). Asperger Syndrome. In StatPearls. StatPearls Publishing.
  • Mirkovic, B. y Gérardin, P. (2019). Asperger’s syndrome: What to consider?. L’Encephale45(2), 169-174. https://doi.org/10.1016/j.encep.2018.11.005
  • Motlani, V., Motlani, G. y Thool, A. (2022). Asperger Syndrome (AS): A Review Article. Cureus14(11), e31395. https://doi.org/10.7759/cureus.31395
  • Tárraga-Mínguez, R., Gómez-Marí, I. y Sanz-Cervera, P. (2020). What Motivates Internet Users to Search for Asperger Syndrome and Autism on Google? International journal of environmental research and public health17(24), 9386. https://doi.org/10.3390/ijerph17249386