El sistema judicial contemporáneo se erige como baluarte de la justicia y la equidad. Sin embargo, en su núcleo operan individuos cuya salud mental puede verse comprometida: los jurados. Estos ciudadanos, convocados para deliberar sobre casos que a menudo implican testimonios y evidencias perturbadoras, enfrentan desafíos psicológicos significativos. Eso sí, aunque el jurado popular es un símbolo de participación ciudadana en muchos sistemas legales, no es una práctica universal. Veamos las implicaciones emocionales del servicio de jurado, analizando cómo la exposición a material traumático puede afectar al bienestar y su impacto psicológico.
El peso de la responsabilidad
El jurado popular está presente principalmente en países de tradición anglosajona como Estados Unidos (EE. UU.), Reino Unido, Canadá y Australia, mientras que está ausente o tiene un uso muy limitado en países como China, Países Bajos, México y Suecia. En estos primeros, la participación en un jurado implica una inmersión profunda en narrativas de sufrimiento humano. Así, los jurados son testigos de testimonios desgarradores, evidencias gráficas y detalles forenses que pueden dejar impresiones duraderas.

Por cierto, esta exposición no es meramente anecdótica; estudios han demostrado que existe la posibilidad de que la confrontación con material traumático desencadene respuestas de estrés significativas en individuos previamente no afectados. Por ejemplo, uno reciente encontró que la exposición a detalles gráficos en un contexto judicial aumenta los niveles de ansiedad y síntomas de estrés postraumático en los jurados (Brooks et al., 2024).
¿Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) en jurados?
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición, Revisión de Texto (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, Text Revision, DSM-5-TR, en inglés), define el TEPT como una condición que surge tras la exposición a eventos traumáticos. El mismo se caracteriza por síntomas de intrusión, evitación, alteraciones cognitivas y del estado de ánimo, y reactividad aumentada (Busch y Milrod, 2018).
Aunque comúnmente asociado con veteranos de guerra o víctimas de desastres, el TEPT también puede manifestarse en jurados expuestos a pruebas traumáticas durante los juicios. La sintomatología puede incluir recuerdos intrusivos, pesadillas, hipervigilancia y evitación de estímulos relacionados con el trauma (American Psychiatric Association [APA], 2022).
Pero no solo lo anterior, los jurados también pueden experimentar ansiedad generalizada debido a la presión de tomar decisiones críticas, fatiga emocional y cognitiva por la sobrecarga de información, sentimientos de culpa y responsabilidad. Especialmente en casos complejos o con resultados severos.
Restricciones legales y salud mental en los jurados

Por su parte, las restricciones legales que prohíben a los jurados discutir detalles de las deliberaciones, incluso después de concluido el juicio, exacerban el impacto psicológico del material traumático. En este sentido, la imposibilidad de procesar verbalmente sus experiencias dificulta la elaboración emocional necesaria para mitigar los efectos del trauma. Con lo que, este silencio forzado, en muchas ocasiones, conduce a sentimientos de aislamiento, aumentando el riesgo de desarrollar trastornos psicológicos.
Además, estas restricciones refuerzan un tabú en torno a las experiencias de los jurados, inhibiendo la búsqueda de apoyo por miedo a infringir las normas legales. Lo anterior, termina por normalizar la idea de que el sufrimiento emocional asociado con su rol es una carga que deben soportar en soledad.
Hacia un apoyo psicológico integral para el jurado
Reconociendo la vulnerabilidad de los jurados y el posible impacto psicológico, es imperativo implementar estrategias de apoyo psicológico que aborden sus necesidades específicas. Porque no, no todo esto se implementa actualmente de manera sistemática en muchos sistemas judiciales:
- Preparación psicológica previa: Programas de formación que informen a los jurados sobre las posibles reacciones emocionales ante material traumático y proporcionen técnicas de afrontamiento. Para ello, la psicoeducación puede empoderar a los jurados, preparándolos para manejar el estrés asociado con su rol.
- Apoyo durante el juicio: Acceso a profesionales de la salud mental durante el proceso judicial, ofreciendo espacios seguros para la expresión emocional.
- Seguimiento posterior al juicio: Sesiones de debriefing y evaluación psicológica post-juicio para identificar y tratar síntomas emergentes de TEPT u otros trastornos relacionados con el estrés (Lonergan et al., 2106).
En definitiva, pretender que los jurados funcionen como máquinas sin considerar estos factores no solo es ingenuo, sino éticamente cuestionable.
Cuidado con los sesgos
Sumado a lo anterior, hay un aspecto que suele pasarse por alto. Y es que, a menudo, se asume que los jurados pueden dejar de lado por completo sus experiencias previas y prejuicios personales, pero esto ignora la realidad de cómo opera la mente humana.

La exposición a testimonios gráficos o emocionantes desencadena sesgos inconscientes que afectan tanto el juicio como la estabilidad emocional. Pues estos están profundamente arraigados en la cognición, y no dejan de ser mecanismos adaptativos que influyen en cómo procesamos la información y tomamos decisiones, incluso cuando creemos estar siendo objetivos (Wells y Loftus, 2020).
Consideraciones éticas y legales
La implementación de estas intervenciones plantea desafíos éticos y legales, especialmente en relación con la confidencialidad de las deliberaciones y la integridad del proceso judicial. Así pues, es esencial desarrollar protocolos que permitan el apoyo psicológico sin comprometer la confidencialidad ni la imparcialidad del jurado.
Un dilema
Ahora, es crucial considerar cómo el acceso a apoyo psicológico influye en la percepción pública del proceso judicial. Porque si los jurados reciben asistencia emocional, ¿podría interpretarse erróneamente como un sesgo hacia ciertos veredictos o como una señal de que el sistema judicial no es suficientemente robusto para proteger a sus participantes?
Pero, la verdadera pregunta no es si el apoyo psicológico compromete la percepción de la justicia, sino por qué seguimos ignorando que cuidar de quienes sostienen el sistema lo fortalece, no lo debilita. Es, por tanto, una cuestión de coherencia ética: si el sistema judicial se define por la búsqueda de la justicia, no puede permitirse ser injusto con quienes lo hacen posible.
Conclusión
Entonces: ¿Qué priorizar, la protección del proceso judicial o la protección de la salud mental de los jurados, cuando ambos parecen entrar en conflicto? El servicio de jurado, piedra angular de la justicia participativa, conlleva riesgos e impacto psicológico que no debe ser ignorado. Es imperativo que el sistema judicial reconozca este impacto psicológico y las vulnerabilidades, y adopte medidas proactivas para proporcionar apoyo psicológico adecuado, garantizando que quienes sirven a la justicia no sufran en silencio las secuelas de su deber cívico.
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2022). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5ª ed., texto revisado).
- Brooks, M., Glynn, J., Fawcett, H., Barnes, A., Carew, R., Errickson, D. y Livanou, M. (2024). Trauma in the courtroom: The role of prior trauma exposure and mental health on stress and emotional responses in jurors. The British journal of clinical psychology, 10.1111/bjc.12522. Advance online publication. https://doi.org/10.1111/bjc.12522
- Busch, F. N. y Milrod, B. L. (2018). Trauma-Focused Psychodynamic Psychotherapy. Psychiatric Clinics of North America, 41(2), 277-287. https://doi.org/10.1016/j.psc.2018.01.005
- Costanzo, M. y Krauss, D. (2015). Where law and psychology intersect: Issues in legal psychology. Cognella Academic Publishing.
- Lonergan, M., Leclerc, M.-È., Descamps, M., Pigeon, S. y Brunet, A. (2016). Prevalence and severity of trauma- and stressor-related symptoms among jurors: A review. Journal of Criminal Justice, 47, 51-61. https://doi.org/10.1016/j.jcrimjus.2016.07.003
- Wells, G. L. y Loftus, E. F. (2012). Eyewitness memory for people and events. In I. B. Weiner (Ed.), Handbook of Psychology (2ª ed., Vol. 11, pp. 617-643). Hoboken, NJ: Wiley.