Dentro de los cuadros del estado de ánimo, descritos en los manuales de psiquiatría, hallamos los episodios hipomaníacos. Dicha entidad diagnóstica tiene diversos caracteres que la hacen única e identificable y, a pesar de constituir un aspecto importante del diagnóstico de algunas afecciones, suelen pasar más desapercibidos que otros episodios del ánimo. Así, a diferencia de los cuadros depresivos o los de manía, estos resultan más confusos ante el ojo inexperto que desconoce sus particularidades. ¿De qué tratan los episodios hipomaníacos? ¿Cómo se diferencian de la manía? ¿En qué contexto aparecen? ¿Forman parte del trastorno bipolar?

¿Qué son los episodios hipomaníacos?

Episodios hipomaníacos: ¿De qué tratan?

Un episodio hipomaníaco se caracteriza por un estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo o irritable, con una duración de al menos cuatro días en adultos. Cuatro días que se convierten en dos en los casos de niños y adolescentes.

Parte del trastorno bipolar

Dichos episodios son una manifestación particular del trastorno bipolar y se consideran una forma más leve de manía. Así, si bien la hipomanía implica una elevación persistente del estado de ánimo, que es notablemente más alto de lo habitual, se mantiene sin llegar a alcanzar la intensidad extrema de la manía.

Por otra parte, las personas que experimentan hipomanía, generalmente no presentan un deterioro significativo en su funcionamiento social o laboral. Lo anterior, representa la principal diferencia de quienes tienen episodios maníacos completos. (American Psychiatric Association [APA], 2013).

Peculiaridades características de la hipomanía

En contraste con el episodio maníaco, que es más severo y puede incluir síntomas psicóticos, el episodio hipomaníaco presenta características distintivas específicas. Así, en primer lugar, se destaca la elevación del estado de ánimo, durante la cual la persona experimenta un relevante aumento de la energía y del estado de ánimo general. En consecuencia, se siente más activa, optimista y enérgica de lo usual. Adicionalmente, durante dicho período, la persona tiene una mayor necesidad de mantenerse ocupada, participar en múltiples actividades y tener dificultades para mantenerse quieta o inactiva (Smith y Ghaemi, 2006).

Energía desaforada y mal descanso

Junto con lo anterior, un atributo común es la disminución de la necesidad de sueño, donde la persona siente que necesita menos horas de descanso y, aun así, mantiene un alto nivel de energía. Debido a esta falta de sueño, a veces el estado de ánimo elevado se manifiesta como irritabilidad extrema en lugar de una sensación de bienestar, lo que hace que aumente la susceptibilidad a la frustración e impaciencia.

Asimismo, durante el episodio hipomaníaco, también puede observarse una autoestima inflada, con una confianza exageradamente positiva en las habilidades y capacidades propias. Por último, en cuanto a los pensamientos, los mismos pueden acelerarse, dificultando la concentración en una sola cosa y provocando saltos rápidos entre ideas.

Arriesgados comportamientos impulsivos 

En otro orden de ideas, es bastante usual que la persona se involucre en acciones impulsivas, como gastos excesivos, conductas de riesgo o decisiones que alteran el curso de su vida sin reflexión previa. Dicho síntoma se encuentra directamente relacionado con el exceso de energía, autoestima elevada y estado del ánimo anormalmente expansivo.

Debido a ello, aunque los episodios hipomaníacos parecen agradables en determinados aspectos, y ciertos investigadores destaquen su papel significativo en obras creativas y proyectos artísticos, también causan dificultades considerables en la vida diaria y en las relaciones interpersonales. Por si fuera poco, la hipomanía puede evolucionar hacia un episodio maníaco o depresivo en personas con trastorno bipolar tipo II.

Humor oscilante

También es común que los episodios hipomaníacos se alternen con episodios depresivos, lo cual contribuye al patrón característico de oscilación entre estados de ánimo opuestos en el trastorno bipolar. Durante la hipomanía, como mencionamos anteriormente, la persona experimenta un aumento de la energía, euforia y una sensación general de bienestar.

Sin embargo, esta fase de euforia y alta actividad no puede mantenerse indefinidamente. Gradualmente, la persona comienza a atravesar una serie de cambios en su estado de ánimo y pensamientos. Conforme el episodio de hipomanía evoluciona hacia la depresión, inicia una disminución considerable de la energía y del entusiasmo que caracterizaba la fase anterior. De esta manera, se instala una profunda tristeza y sensación de desesperanza (Benazzi, 2007).

Pero… ¿Todo es cambio de humor en la hipomanía?

La transición entre la hipomanía y la depresión no siempre ocurre de manera rápida o brusca. En muchos casos, existe un período de tiempo en el que la persona experimente una fase intermedia de estado de ánimo relativamente estable, conocida como eutimia. Durante la misma, es ideal que los profesionales de la salud mental trabajen con la persona para desarrollar estrategias de afrontamiento, brindar apoyo y ajustar el tratamiento para ayudar a prevenir o reducir la severidad de episodios futuros (Proudfoot et al., 2011).

Estrategias para mantener la eutimia

trastorno bipolar

En este sentido, existen varios tipos de estrategias de afrontamiento, dentro de las cuales destacamos las siguientes:

  • Cumplir con el tratamiento: Aunque podrá parecer trivial, debemos hacer hincapié en la importancia de tomar la medicación según las indicaciones del médico o psiquiatra, así como también sobre el hecho de asistir a las terapias o sesiones de seguimiento regularmente.
  • Mantener un estilo de vida saludable: Incorporar una dieta balanceada, actividad física regular y prácticas de relajación. Lo anterior, estimula la liberación de endorfinas y oxitocina, mejorando el estado de ánimo y promueve la estabilidad emocional.
  • Evitar el estrés excesivo: Aprender a manejar el estrés y evitar situaciones que puedan desencadenar episodios de manía o depresión ayuda a mantener la eutimia.
  • Identificar señales de advertencia: Por último, estar atento a los síntomas iniciales de posibles cambios en el estado de ánimo y tomar medidas preventivas.

De esta forma, los profesionales de la salud mental recomiendan a las personas identificar sus gatillantes asociados a los cambios del estado de ánimo. A partir de ellos, y con la ayuda del entorno más cercano, es posible trabajar en la prevención de los virajes más significativos. Además, resulta necesario comprender cuándo una persona se encuentra atravesando estos episodios. Solo teniendo en cuenta todos estos aspectos, se podrá proporcionar cuidados y ayuda necesaria para transitarlos de la forma más saludable posible.

Conclusión

Conocer acerca de los cuadros que incluyen algunas afecciones del humor resulta central en el camino hacia la comprensión de las personas que conviven con ellos. Así, ya sean episodios hipomaníacos, depresivos o maníacos, la psicoeducación nos permite aproximarnos a claves que mejoren el bienestar de las personas.

Con ello, resulta necesario continuar investigando y concientizando sobre los cuadros de salud mental, con el objetivo de brindar más y mejores herramientas de transformación y empatía. En caso de que quieras adquirir una visión integral sobre el papel de la familia en el crecimiento y bienestar emocional, explorando desde las teorías psicológicas hasta las estrategias prácticas de intervención, te recomendamos nuestro curso en psicoeducación y familia.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
  • Benazzi, F. (2007). Bipolar II Disorder. CNS Drugs, 21(9), 727-740. https://doi.org/10.2165/00023210-200721090-00003
  • Proudfoot, J., Doran, J., Manicavasagar, V. y Parker, G. (2011). The Precipitants of manic/hypomanic Episodes in the context of Bipolar Disorder: a review. Journal of Affective Disorders, 133(3), 381-387. https://doi.org/10.1016/j.jad.2010.10.051
  • Smith, D. J. y Ghaemi, S. N. (2006). Hypomania in clinical practice. Advances in Psychiatric Treatment, 12(2), 110-120. https://doi.org/10.1192/apt.12.2.110