En una nota anterior, abordamos la idea de que la glándula pituitaria (o hipófisis) es un órgano clave en la regulación hormonal del cuerpo humano. Pero, también establecimos su papel en el desarrollo cerebral y físico de los seres humanos. Es en este sentido que, en la presente ocasión, exploraremos las distintas afecciones y trastornos que se pueden presentar en la glándula pituitaria. Por ejemplo, abordaremos los distintos tipos de adenomas hipofisarios y ciertos trastornos como el síndrome de Cushing, hipopituitarismo y acromegalia.

Complicaciones a nivel de la hipófisis

Desde tumores hasta trastornos hormonales, en la hipófisis pueden surgir complicaciones que requerirán que aprendamos a identificarlas. En el caso de los tumores pituitarios, una afección bastante frecuente en las personas con hipófisis lesionada, es importante aprender cómo afectan la producción hormonal. Esto se debe a que, no siempre, la actividad tumoral es maligna, sino que, en este caso, generalmente es benigna. De todas formas, impacta en el organismo.

Tumores pituitarios

Los tumores pituitarios son afecciones que producen por un crecimiento anormal de tejido (neoplasias) en la glándula pituitaria o hipófisis. Se clasifican en adenomas pituitarios, que son la mayoría de los casos, y carcinomas pituitarios, mucho menos frecuentes. Respecto al tratamiento, este puede incluir terapia médica, cirugía y radioterapia, con un seguimiento regular para gestionar adecuadamente estos tumores.

Adenomas pituitarios

Los adenomas hipofisarios (AH) o pituitarios son tumores originados en la glándula pituitaria anterior, que se clasifican según su tamaño y célula de origen. Estos tumores benignos monoclonales pueden ser consecuencia de la hipersecreción de hormonas hipofisarias, de los efectos locales y la hiposecreción hormonal (Russ et al., 2023). En términos de tamaño, se clasifican en tres categorías distintas (Araujo-Castro et al., 2020):

  • Microadenomas: Menores de 1 cm.
  • Macroadenomas: Mayores o iguales de 1 cm.
  • AH gigantes: Mayores o iguales a 4 cm

Los distintos tipos de adenomas

Algunos adenomas pituitarios (o hipofisarios) generan síntomas evidentes, mientras que otros se manifiestan de forma gradual y con quejas inespecíficas, lo que dificulta el diagnóstico preciso. También existe un tercer grupo de adenomas asintomáticos, detectados de manera incidental. Los tipos principales de adenomas pituitarios son (Aflorei y Korbonits, 2014):

  • Prolactinomas.
  • Adenomas pituitarios clínicamente no funcionantes (Non-functioning pituitary adenomas, NFPAs, en inglés).
  • Adenomas secretores de hormona del crecimiento (growth hormone, GH, en inglés) y los adenomas secretores de hormona adrenocorticotrópica (adrenocorticotropic hormone, ACTH, en inglés).

Además, existen tipos menos frecuentes como los adenomas secretores de hormona estimulante de la tiroides (thyroid stimulating hormone, TSH, en inglés) y los adenomas gonadotróficos con secreción clínicamente relevante de hormona luteinizante (luteinizing hormone, LH, en inglés) y hormona estimulante del folículo (follicle-stimulating hormone, FSH, en inglés).

Lesiones por traumatismo craneoencefálico

Desde hace casi un siglo, se ha establecido una asociación entre el traumatismo craneoencefálico (TCE) y las alteraciones hipotálamo-hipofisarias. Por tal motivo, se han propuesto diversos mecanismos para explicar los daños en la glándula pituitaria o hipófisis que incluyen (Obiols Alfonso, 2012):

  • Lesión cerebral difusa por la colisión de estructuras cerebrales con el cráneo.
  • Mecanismo de golpe-contragolpe causante de lesiones cerebrales por colisión con estructuras óseas opuestas.
  • Hemorragias o hematomas debido a rupturas vasculares.
  • Heridas penetrantes externas.

Asimismo, dichas lesiones han sido comprobadas en estudios de autopsia en pacientes fallecidos por TCE. Por lo tanto, comprender estos mecanismos es esencial para el adecuado diagnóstico y tratamiento de las consecuencias del traumatismo craneal en la glándula pituitaria.

Algunos trastornos pituitarios

Existen varios trastornos y enfermedades relacionados con el mal funcionamiento de la glándula. Por tanto, aquí solo se describen brevemente tres de ellos y cómo afectan el desarrollo y la salud en general (Wohllkn, 2008):

Hipopituitarismo

El hipopituitarismo, tanto en su forma total (panhipopituitarismo) como parcial, es una afección pituitaria caracterizada por la deficiencia de hormonas de la adenohipófisis y/o almacenadas en la neurohipófisis. Como resultado, se desarrollan patologías endócrinas, como la insuficiencia suprarrenal central, el hipotiroidismo secundario, hipogonadismo central y déficit de hormona del crecimiento (GH). También, en casos menos frecuentes, puede presentarse la diabetes insípida (DI).

Por otra parte, entre los síntomas de dicho trastorno de la glándula pituitaria, se encuentran el dolor abdominal, la disminución del apetito y la falta de deseo sexual. Además, pueden manifestarse mareos y sed excesiva, junto con la necesidad frecuente de orinar. Otros síntomas incluyen la incapacidad para secretar leche materna, fatiga y debilidad. Asimismo, pueden experimentarse dolores de cabeza, infertilidad o cese de los períodos menstruales (Pascual-Corrales, 2020).

Acromegalia

trastornos

Esta enfermedad crónica se desarrolla debido a una producción excesiva de hormona del crecimiento (GH) en la edad adulta. El aumento anormal en la producción de GH, generalmente causado por un adenoma, provoca un crecimiento exagerado de los huesos y tejidos blandos.

Ahora, cuando el exceso de GH se presenta antes del cierre de las placas de crecimiento en niños, se produce un aumento lineal y gigantismo. Así, las personas con esta enfermedad muestran un crecimiento desproporcionado de manos, pies y perímetro craneal, así como un desarrollo exagerado de la mandíbula y rasgos faciales toscos.

Además, la hipertrofia laríngea resulta en una voz cavernosa. Otros síntomas incluyen manos húmedas, aumento de los surcos cutáneos, piel untuosa, debilidad, cansancio y un metabolismo basal elevado que causa sudoración excesiva.

Síndrome de Cushing

El síndrome de Cushing se refiere a un trastorno endocrino debilitante que se caracteriza por una producción excesiva de cortisol en el organismo. Este puede manifestarse de dos formas: endógena, cuando hay una producción interna excesiva de cortisol, y exógena, que se produce debido al uso de esteroides similares al cortisol. Si bien los síntomas comunes incluyen obesidad central, cambios en la piel, debilidad muscular, hipertensión arterial y alteraciones menstruales, es importante destacar que estos síntomas también pueden estar presentes en otras poblaciones sin el síndrome de Cushing (Restrepo et al., 2009).

Conclusión

A lo largo de esta nota se han repasado algunas de las afecciones más frecuentes de la glándula pituitaria o hipófisis. Muchas de ellas son altamente debilitantes para las personas que las padecen, impactando de forma significativa en su vida.

Por lo tanto, es menester la búsqueda de un diagnóstico temprano para poder recibir el tratamiento adecuado y, posteriormente, contar con un seguimiento médico regular. Así, mediante la comprensión y conciencia, las personas que se encuentren bajo estas condiciones podrán apuntar a mejorar su calidad de vida.

Referencias bibliográficas

  • Aflorei, E. D. y Korbonits, M. (2014). Epidemiology and etiopathogenesis of pituitary adenomas. Journal of Neuro-Oncology117(3), 379-394. https://doi.org/10.1007/s11060-013-1354-5
  • Araujo-Castro, M., Pascual-Corrales, E., Ortiz-Flores, A. E. y Escobar-Morreale, H. F. (2020). Adenomas hipofisarios y adenomas hipofisarios no funcionantes. Medicine13(15), 833-845. https://doi.org/10.1016/j.med.2020.09.002
  • Obiols Alfonso, G. (2012). Efectos del traumatismo craneoencefálico sobre la función hipofisaria. Endocrinología y Nutrición: Órgano de La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición59(8), 505-515. https://doi.org/10.1016/j.endonu.2012.03.008
  • Pascual-Corrales, E., Araujo-Castro, M., Ortiz-Flores, A. E. y Escobar-Morreale, H. F. (2020). Hipopituitarismo. Medicine13(15), 856-864. https://doi.org/10.1016/j.med.2020.09.004
  • Restrepo, J. G., Sierra, G. L. y Maya, G. C. (2009). Síndrome de Cushing. Medicina y Laboratorio15(9-10), 411-430.
  • Russ, S., Anastasopoulou, C. y Shafiq, I. (2023). Pituitary Adenoma. StatPearls Publishing.
  • Wohllkn, N., Rojas, P., Domínguez, M., Munizaga, F. y Pierret, T. (2008). Endocrinología Clínica. Guía de Estudios. Curso Prácticas Clínicas Tutoriadas III. Escuela de Medicina de la Universidad de Chile.