La película Mejor… imposible (As Good as It Gets, en inglés), estrenada en 1997 y protagonizada por Jack Nicholson en el papel de Melvin Udall, ha sido objeto de numerosos análisis psicológicos debido a la complejidad de su protagonista. Melvin es un escritor de novelas románticas que exhibe comportamientos obsesivo compulsivos y dificultades en la interacción social. Esto ha llevado a debates sobre si su personaje podría estar representando concretamente el síndrome de Asperger. Una condición que, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición, Revisión de Texto (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, Text Revision, DSM-5-TR, en inglés), se integra dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Esta nota busca ofrecer una lectura crítica que promueva el entendimiento y fomente el diálogo entre ficción y realidad. Contiene spoiler.

El síndrome de Asperger y su evolución en el DSM-V

El síndrome de Asperger, descrito por primera vez por el pediatra austríaco Hans Asperger en 1944, se caracterizaba por dificultades en la interacción social, intereses restringidos y comportamientos repetitivos, sin retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje ni en la inteligencia. Sin embargo, con la publicación del DSM-V, en 2013, esta categoría diagnóstica fue eliminada como entidad independiente y se incluyó dentro del espectro autista. Bajo la denominación de TEA (Hodges et al., 2020).

¿Por qué ya está obsoleto?

¿Había TEA en "Mejor… imposible"?
Amondaray, M. (2022). La película Mejor… imposible ocupó el sexto puesto de la lista de diez producciones más vistas de 1997 a nivel mundial. Recaudando 314 millones de dólares en el año en que Titanic de James Cameron monopolizó el interés del público. [Escena de la película]. Recuperado de www.es-us.vida-estilo.yahoo.com

Esta unificación buscaba reflejar una comprensión más matizada y continua de las manifestaciones del autismo. Reconociendo que las diferencias entre el síndrome de Asperger y otros trastornos del espectro autista eran más de grado que de naturaleza.

No obstante, la decisión generó debate en la comunidad médica y entre las personas diagnosticadas. Ya que algunos consideraban que la etiqueta de ásperger proporcionaba una identidad y comprensión específicas de sus experiencias.

Análisis del comportamiento de Melvin Udall en Mejor… imposible

En Mejor… imposible, Melvin exhibe una serie de comportamientos que han llevado a especulaciones sobre su posible diagnóstico dentro del espectro autista. Entre estos se incluyen (Stein et al., 2019):

  • Rituales obsesivos: Melvin sigue rutinas estrictas, como utilizar un nuevo jabón cada vez que se lava las manos y evitar pisar las líneas en las aceras. Estos comportamientos son propios del trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
  • Dificultades en la interacción social: Muestra una notable falta de habilidades sociales, es grosero y despectivo con quienes lo rodean, y evita el contacto físico. Algunas de estas características podrían alinearse con los criterios de TEA, que incluyen déficits en la comunicación social e interacción social.
  • Intereses restringidos: Aunque es un escritor exitoso, no se profundiza en la película sobre si tiene intereses obsesivos en temas específicos. Lo cual es común en individuos con TEA.

Ahora, Mejor… imposible no menciona directamente que Melvin haya sido diagnosticado con TOC o cualquier otro trastorno clínico. Aunque sus comportamientos son muy representativos de síntomas compatibles con el mismo (como los rituales y las compulsiones), no se establece un diagnóstico en el diálogo ni en el desarrollo del personaje.

¿Por qué podría pensarse que es TEA?

"Mejor… imposible" TOC
Amondaray, M. (2022). El elenco de la película de Mejor… imposible coincide en que, más allá de tratarse de una comedia romántica, es el retrato de la dinámica impensada entre tres personas muy distintas. [Escena de la película]. Recuperado de www.es-us.vida-estilo.yahoo.com

Quizás por su rigidez conductual, aislamiento social y su estilo de comunicación brusco y directo. Aspectos que evocan dificultades en la interacción social y patrones repetitivos presentes en el TEA. Por su parte, los rituales obsesivos y su rechazo al contacto físico también pueden sugerir una sensibilidad sensorial o un comportamiento restrictivo, que son características asociadas al espectro autista (Meier et al., 2015).

Sin embargo, lo que distingue a Melvin es que sus conductas están impulsadas por una clara ansiedad subyacente, típica del TOC, y su capacidad para comprender y modificar sus relaciones sociales a lo largo de la narrativa. Aun así, sus dificultades sociales parecen ser secundarias a su ansiedad, rigidez y obsesiones (Martin et al., 2020).

¿Dónde se vería esta ansiedad?

Por ejemplo, el uso compulsivo de cubiertos desechables y su lavado de manos repetitivo con jabones nuevos no son simples preferencias, sino respuestas a una obsesión con la contaminación que le provoca una intensa angustia. Del mismo modo, su necesidad de cerrar y verificar repetidamente las puertas revela un miedo irracional a la inseguridad, realizando rituales de comprobación para calmar esa ansiedad.

También es visible en su incomodidad extrema cuando se rompe su rutina diaria, como cuando su camarera habitual no está disponible. Un malestar desproporcionado seguramente debido a la pérdida de control sobre un entorno predecible

Diferenciando TOC y TEA

La distinción entre TOC y TEA es sutil, ya que ambos trastornos presentan comportamientos repetitivos y rituales, además de que comúnmente coexisten. Sin embargo, el origen y la naturaleza de estos rasgos son distintos (Pazuniak y Pekrul, 2020). Algunas diferencias clave:

Melvin en Mejor… imposible
Amondaray, M. (2022). Helen Hunt junto a Nicholson y Greg Kinnear en la película Mejor… imposible. [Escena de la película]. Recuperado de www.es-us.vida-estilo.yahoo.com
  • Origen de los comportamientos: En el TOC, las compulsiones se realizan para mitigar la ansiedad provocada por obsesiones específicas. En el TEA, los comportamientos repetitivos pueden no estar vinculados a la ansiedad que mencionábamos, sino ser una forma de autoestimulación o manejo sensorial.
  • Interacción social: Mientras que las personas con TOC reconocen la irracionalidad de sus compulsiones y desean eliminarlas, las personas con TEA pueden no ser conscientes de cómo sus comportamientos afectan sus interacciones sociales y pueden no desear cambiarlos.

Conclusión

Aunque Melvin Udall en la película de Mejor… imposible exhibe comportamientos que podrían interpretarse como indicativos del, en su momento, síndrome de Asperger, la evidencia en la película apunta más claramente a un diagnóstico de TOC. Pero, como inciso, para dar el cierre, es importante recordar que las representaciones cinematográficas, como las que vemos en Mejor… imposible, a menudo exageran o simplifican los trastornos psicológicos para favorecer la narrativa.

Lo anterior, en ocasiones, distorsiona la comprensión real de estas condiciones, por lo que no debe asumirse como una base para diagnósticos clínicos ni para comprender plenamente las complejidades de los trastornos en la vida real. Así pues, al analizar un personaje desde una perspectiva psicológica, el objetivo es aclarar conceptos clave, como las diferencias entre el TOC y el TEA, y corregir ideas erróneas que puedan surgir de la narrativa. Para profundizar en el diagnóstico y abordaje del TEA, te recomendamos nuestro curso en autismo.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2022). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed. revisada). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
  • Hodges, H., Fealko, C. y Soares, N. (2020). Autism spectrum disorder: definition, epidemiology, causes, and clinical evaluation. Translational pediatrics9 (Suppl 1), S55-S65. https://doi.org/10.21037/tp.2019.09.09
  • Martin, A. F., Jassi, A., Cullen, A. E., Broadbent, M., Downs, J. y Krebs, G. (2020). Co-occurring obsessive-compulsive disorder and autism spectrum disorder in young people: prevalence, clinical characteristics and outcomes. European child & adolescent psychiatry29(11), 1603-1611. https://doi.org/10.1007/s00787-020-01478-8
  • Meier, S. M., Petersen, L., Schendel, D. E., Mattheisen, M., Mortensen, P. B. y Mors, O. (2015). Obsessive-Compulsive Disorder and Autism Spectrum Disorders: Longitudinal and Offspring Risk. PloS one10(11), e0141703. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0141703
  • Pazuniak, M. y Pekrul, S. R. (2020). Obsessive-Compulsive Disorder in Autism Spectrum Disorder Across the Lifespan. Child and adolescent psychiatric clinics of North America29(2), 419-432. https://doi.org/10.1016/j.chc.2019.12.003
  • Stein, D. J., Costa, D. L. C., Lochner, C., Miguel, E. C., Reddy, Y. C. J., Shavitt, R. G., van den Heuvel, O. A. y Simpson, H. B. (2019). Obsessive-compulsive disorder. Nature reviews. Disease primers5(1), 52. https://doi.org/10.1038/s41572-019-0102-3