Si tenemos en cuenta la relación entre estos conceptos, podríamos tener en mente su impacto en el desarrollo e implementación de programas de rehabilitación y entrenamiento social. De esta forma, se podría integrar de forma más eficaz a las personas con esquizofrenia en su vida cotidiana, más allá del tratamiento para controlar los síntomas psicóticos. El 60% de personas con esquizofrenia presentan grave problemas sociales, lo que dificulta la adaptación a la comunidad, el trabajo y la educación. Aspecto que puede requerir apoyo constante del sistema de salud o la familia. A causa de esta nueva perspectiva de tratamiento, se desarrollaron diferentes intervenciones de corte más psicosocial, como por ejemplo, los entrenamientos en habilidades sociales.
Habilidades sociales
Un gran impacto en la calidad de vida
No existe una definición universalmente aceptada sobre lo que significan las habilidades sociales. Pues los investigadores no han establecido claramente todas las dimensiones necesarias debido a la intuición individual y la falta de un modelo guía de investigación.


Aún así, podemos describirlas como comportamientos que, cuando se combinan en secuencias y contextos apropiados, permiten a un individuo tener interacciones sociales exitosas (Aruldass et al., 2022).
Hoy en día, existen programas de habilidades sociales que utilizan terapia conductual y técnicas para enseñar a las personas a comunicar sus emociones, entre otros.
No olvidemos que en estos, la participación familiar y la especificidad del contexto de la formación son necesarias para mejorar la generalización de las habilidades.
La anhelada calidad de vida
¿Sabías que cuanto mayor sea la calidad de vida del paciente, menor será la probabilidad de recaída en 2 años? (He et al., 2022).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la calidad de vida como la percepción de un individuo de su posición en la vida en el contexto de la cultura y los sistemas de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones.
Más allá de lo clínico
Tradicionalmente, la investigación sobre la esquizofrenia se centró principalmente en los síntomas, resultados clínicos, morbilidad, modalidades de tratamiento y predicción de la recuperación del síndrome clínico.
Sin embargo, para proporcionar servicios integrales a los pacientes con esquizofrenia y apoyar mejor su regreso a la vida comunitaria, los estudios comienzan a prestar cada vez más atención a la calidad de vida.
Así, el concepto de calidad de vida conforma un instrumento para la planificación y evaluación de los servicios sanitarios desde perspectivas de tratamiento centradas en el individuo. Podríamos decir, que la calidad de vida se ha convertido en un resultado importante para evaluar los resultados del tratamiento de la esquizofrenia.
Cuando las habilidades sociales y la calidad de vida se unen


Como hemos podido constatar, las habilidades sociales desempeñan un papel crucial en la calidad de vida de las personas.
Estas permiten interactuar de manera efectiva y satisfactoria con los demás en diversas situaciones sociales, lo que puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana.
Centrémonos en las deficiencias en las habilidades sociales de quienes conviven con esquizofrenia. Ya que pueden dificultar la correcta inserción en la comunidad cuando no hay un entrenamiento previo como parte del tratamiento.
Esto sin olvidar que las habilidades sociales conforman factores de protección en el modelo de factores de vulnerabilidad, estrés y protección de la esquizofrenia. Pues sus efectos ayudan a las personas a estabilizar sus enfermedades, mejorar la adherencia a la medicación y al tratamiento psicosocial, y promover el progreso hacia la recuperación.
Asimismo, con la rehabilitación en habilidades sociales se podría reducir el número de recaídas. Lo que brindaría un mejor desempeño para la incorporación en programas de reinserción e integración en la comunidad.
¿Qué puede hacerse para una mejora de las habilidades sociales en la esquizofrenia?
A modo general, según el estudio de He et al. (2022), para mejorar la calidad de vida de las personas con esquizofrenia en la atención primaria, se ha de prestar más atención al tratamiento de la depresión, los síntomas negativos y de insomnio de la esquizofrenia, la elección y la dosis de los medicamentos antipsicóticos y la mejora en el cumplimiento del tratamiento.
Herramientas fundamentales


- Técnicas conductuales: Aquellas más utilizadas en el entrenamiento en habilidades sociales incluyen el modelado, la retroalimentación, la práctica guiada y la retroalimentación positiva. Por ejemplo, el profesional puede modelar una habilidad social específica, como iniciar una conversación, y luego proporcionar retroalimentación a la persona sobre lo que hizo bien y lo que podría mejorar.
- Práctica frecuente y variada de habilidades sociales: Importante para mejorar la adquisición y retención de estas habilidades. Así, un paciente puede practicar diferentes formas de iniciar una conversación con diferentes personas en diferentes situaciones.
- Generalización de las habilidades aprendidas a situaciones cotidianas: Su uso asegura que las habilidades aprendidas se transfieran a situaciones cotidianas. Mismamente, la persona puede practicar cómo hacer amigos en un grupo terapéutico y luego aplicar estas habilidades en su comunidad.
- Uso de modelos y ejemplos para facilitar el aprendizaje: Esta herramienta ayuda a comprender mejor cómo aplicar las habilidades sociales en situaciones cotidianas. En dicho caso, el profesional puede proporcionar ejemplos específicos sobre cómo iniciar una conversación con alguien nuevo o cómo responder a una crítica constructiva.
No hay que olvidar que se recomienda la provisión de capacitación en situaciones específicas del contexto, con la participación de la familia, para el mantenimiento a largo plazo de las habilidades. Y que la terapia de grupo es la modalidad principal para hacer entrenamiento de habilidades sociales (Kopelowicz et al., 2006).
Conclusión
Con la rehabilitación como parte del plan de tratamiento, el entrenamiento en habilidades sociales podría impactar favorablemente en la calidad de vida.
Considerando la importancia que, desde hace tiempo, se le está dando a la interacción persona/situación en el análisis funcional de la conducta, resulta evidente la importancia de evaluar la relación del individuo con su ambiente social en la evaluación y tratamiento de trastornos psicopatológicos.
Con todo esto, el uso combinado de estrategias educativas y de comportamiento puede mejorar la adherencia al tratamiento.
Referencias bibliográficas
- Aruldass, P., Sekar, T. S., Saravanan, S., Samuel, R. y Jacob, K. S. (2022). Effectiveness of Social Skills Training Groups in Persons with Severe Mental Illness: A Pre-Post Intervention Study. Indian journal of psychological medicine, 44(2), 114-119. https://doi.org/10.1177/02537176211024146
- Bedoya, E. Y. (2019). Funcionamiento social y cognitivo en pacientes con esquizofrenia. Revista Chilena de Neuropsicología, 14(2), 18-24. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7852998
- Brüne M., Schaub D., Juckel G. y Langdon R.(2011). Social skills and behavioral problems in schizophrenia: The role of mental state attribution, neurocognition and clinical symptomatology. Psychiatry Research,190 (1), 9-17. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2010.03.015.
- Caballo, V. E. (2005). Manual de evaluacion y entrenamiento de habilidades sociales. Siglo XXI.
- He, X. Y., Migliorini, C., Huang, Z. H., Wang, F., Zhou, R., Chen, Z. L., Xiao, Y. N., Wang, Q. W., Wang, S. B., Harvey, C. y Hou, C. L. (2022). Quality of life in patients with schizophrenia: A 2-year cohort study in primary mental health care in rural China. Frontiers in public health, 10, 983733. https://doi.org/10.3389/fpubh.2022.983733
- Kopelowicz, A., Liberman, R. P. y Zarate, R. (2006). Recent advances in social skills training for schizophrenia. Schizophrenia bulletin, 32 Suppl 1(Suppl 1), S12-S23. https://doi.org/10.1093/schbul/sbl023
- WHO Quality of Life Assessment Group. (1996). ¿Qué es calidad de vida? Foro mundial de la salud, 17(4), 385-387. https://apps.who.int/iris/handle/10665/55264