El cannabis, comúnmente conocido como marihuana o hachís, es una sustancia que cumple una función como depresora del sistema nervioso central (SNC) y que, además, contiene un compuesto molecular conocido con el nombre de “tetrahidrocannabinol” (THC). El THC es un compuesto psicoactivo o psicotrópico que se puede encontrar en las plantas del cannabis. Entre los mitos acerca del consumo de cannabis hay que destacar, entre otros, aquel que consiste en pensar que fumar cannabis es inofensivo para la salud, que no podría ocasionar algún trastorno mental, que no causa adicción o que no existe ningún peligro por manejar un vehículo tras haberlo consumido. Veamos algunos de los mitos acerca del consumo de cannabis.

Algunos efectos del consumo de cannabis

Cuando una persona consume cannabis podemos encontrar diversos efectos, ya sea sentir euforia o relajación, tener una risa fácil, experimentar síntomas paranoides o incluso pánico. 

Por otro lado, también es frecuente que haya algunos síntomas a nivel cognitivo, como podrían ser las alteraciones en la memoria, dificultades a la hora de intentar concentrarse y la disminución del rendimiento a nivel escolar o académico

Mitos del consumo de cannabis

Con esto, se reportan diversos efectos a nivel psicomotor, como un aumento notable del tiempo de reacción y disminución de la capacidad de atención

Además, el consumo de cannabis puede producir algunos efectos sedativos, entre los que podemos destacar la somnolencia.

Asimismo, también es común que haya un aumento del apetito, siendo frecuentes los antojos de comida, especialmente con aquellos alimentos que contienen altos niveles de azúcar (Tudge et al., 2014).

Por último, es importante destacar que puede ocasionar alteraciones en la percepción sensorial, pudiendo producirse distorsiones.

Mitos acerca del consumo de cannabis

El cannabis es inofensivo para la salud

El hecho de que el cannabis provenga de una planta, y por ello sea natural, no significa que no sea capaz de ocasionar serios problemas a nivel de salud. Es más, el opio y el tabaco también provienen de una planta, por ejemplo.

Cabe destacar una serie de alteraciones que diversos estudios han demostrado que puede causar a nivel cerebral, por no mencionar los problemas psicológicos y a nivel fisiológico, entre otros (Randall y Hayward, 2019).

Y es que, en nuestro cerebro se encuentra el sistema endocannabinoide, que se encarga de realizar diversas funciones relacionadas con el aprendizaje, comportamiento, ingesta de alimentos, emociones y dolor.

Cuando se consume cannabis, este sistema se activa de manera artificial o exógena, alterando funciones de las mencionadas.

De esta manera, a dosis altas pueden aparecer problemas como los expuestos (Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones [OEDA], 2022).

Así mismo, en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DMS-5; en inglés) se encuentra el trastorno por consumo de cannabis y la intoxicación por cannabis.

Si el cannabis fuera legal se llegaría a consumir en menores cantidades y con menos frecuencia

Lo cierto es que las sustancias o aquellas drogas cuyo consumo entra dentro del marco legal, como pueden ser el alcohol y el tabaco, son las más consumidas. Este hecho podría ser debido a la amplia aceptación social que reciben, además de que existe mayor facilidad para conseguir tales sustancias.

Por otra parte, si se llega a legalizar el cannabis y estuviera mejor aceptado socialmente, es probable que hubiera un aumento de consumo. Y, como consecuencia, también podrían aumentar los problemas asociados a ello en diferentes niveles.

El cannabis no es adictivo

El consumo de forma prolongada de cannabis causa normalmente adicción, especialmente si se empieza a consumir en el periodo de la adolescencia. Con respecto a esto, algunos autores han investigado la relación entre adolescencia y cannabis, particularmente el vínculo con el autoestima, con el objetivo de mitigar el consumo problemático en dicha etapa.

De hecho, existe el llamado síndrome de abstinencia al cannabis. Cuando se cesa bruscamente el consumo, después de haber consumido de manera frecuente a lo largo de un periodo de tiempo, podrían llegar a surgir diversos síntomas como rabia, agresividad, irritabilidad, ansiedad, intranquilidad, insomnio, disminución del apetito y depresión.

Tiene efectos terapéuticos por lo que es bueno

Los efectos terapéuticos normalmente se dan cuando se utiliza esta sustancia con fines médicos, utilizándose bajo la supervisión de profesionales. Lo que dista bastante del consumo con fines recreativos.

Así, no se puede determinar que el cannabis sea terapéutico si no ha sido recetada por un médico especialista. 

Eso sí, en caso de darse esta última situación, es importante que su consumo se lleve a cabo bajo prescripción y supervisión médica, cumpliendo con el protocolo estrictamente.

El cannabis no puede llegar a ocasionar algún trastorno mental

A lo largo del tiempo que se esté consumiendo de forma continuada cannabis, e incluso si se consumiera una pequeña cantidad durante un corto periodo de tiempo, podrían aparecer diversos trastornos mentales, siendo aquellos más frecuentes los trastornos del estado de ánimo o los brotes psicóticos (OEDA, 2022). Desplegándose una posible relación entre cannabis y trastornos psicológicos.

Ahora, es importante destacar que el consumo de cannabis no se encuentra directamente relacionado con el desarrollo de un brote psicótico, por ejemplo, sino que podría llegar a ser un factor que aumente el riesgo de poder sufrirlo cuando se den otros elementos al mismo tiempo. Entre los que cabría destacar la predisposición genética o vulnerabilidad a nivel psicosocial (National Institute on Drug Abuse [NIDA], 2020).

No existen riesgos al conducir tras haber consumido cannabis

La peligrosidad de conducir bajo los efectos del cannabis se debe a que esta sustancia suele ocasionar una disminución notable de los niveles de atención. De esta manera, aumenta el tiempo de reacción y los reflejos se vuelven más lentos. 

Además, el cannabis podría llegar a distorsionar notablemente la percepción de la realidad y todo ello puede impedir que una persona que haya consumido marihuana sea capaz de hacer un cálculo adecuado de las distancias entre su vehículo y los que están circulando a su alrededor, lo que podría aumentar las probabilidades de colisión.

Conclusión

Existen diversos mitos acerca del consumo de cannabis que se encuentran bastante extendidos. Y, dado que pueden llegar a causar graves perjuicios de diversa índole, conviene desmitificarlos y desarrollar planes de prevención que permitan enseñar los peligros del consumo

Asimismo, habría de poner especial atención a aquella población con antecedentes familiares de algún trastorno psicótico. Ya que estos, junto al consumo de cannabis, pueden servir como caldo de cultivo para su desarrollo.

Referencias bibliográficas

  • CDC (2021). Efectos de la marihuana en la salud. CDC: Centers for Disease Control and Prevention. Recuperado de https://www.cdc.gov/marijuana/health-effects/es/index.html.
  • Galván, G., Guerrero-Martelo, M. y Vásquez, F. (2017). Cannabis: una ilusión cognitiva. Revista Colombiana de Psiquiatría, 46(2), 95-102. Doi: 10.1016/j.rcp.2016.04.002
  • NIDA (2020). ¿Existe una conexión entre el consumo de marihuana y los trastornos psiquiátricos? National Institute on Drug Abuse. Recuperado de https://nida.nih.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/existe-una-conexion-entre-el-consumo-de-marihuana-y-los-trastornos-psiquiatricos
  • OEDA (2022). Cannabis: Monografía. Ministerio de Sanidad. Recuperado de https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/publicaciones/catalogo/catalogoPNSD/publicaciones/pdf/2022_OEDA_Monografia_Cannabis.pdf
  • Randall, K. y Hayward, K. (2019). Emergent Medical Illnesses Related to Cannabis Use. Missouri medicine, 116(3), 226-228. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6690288/
  • Tudge, L., Williams, C., Cowen, P. J. y McCabe, C. (2014). Neural effects of cannabinoid CB1 neutral antagonist tetrahydrocannabivarin on food reward and aversion in healthy volunteers. The international journal of neuropsychopharmacology18(6). https://doi.org/10.1093/ijnp/pyu094