Antes que nada, esta nota puede contener spoiler. La serie Dahmer (2022), emitida por la plataforma Netflix, nos acerca a la historia del asesino en serie sexual convicto Jeffrey Dahmer. Quien, durante un largo período de 13 años, asesinó y desmembró a 17 jóvenes en Milwaukee, Wisconsin. Descubriéndose después, que también abusó sexualmente de sus víctimas y realizado actos necrofílicos además de caníbales. Este caso pone de relieve una serie de problemas relacionados con la personalidad, identidad, control de los impulsos, parafilia y deterioro de la interacción y el funcionamiento social. Veamos un poco más del caso.

¿Qué le pasó a Jeffrey Dahmer?

Embarazo

El embarazo de Dahmer se caracterizó por una cantidad ingente de complicaciones, tanto por el hecho de que su madre, Joyce Dahmer, sufría ansiedad, depresión en el embarazo, ideación suicida, disforia incapacitante y depresión posparto, hasta el uso de tranquilizantes prescritos. Fenómenos que, a sus diez años, harían que Dahmer se sintiera culpable por creer que era él la causa de su sufrimiento.

Estos factores pudieron dar paso a dificultades de apego, pues sus primeros años de vida estuvieron marcados por un importante abandono emocional y alto grado de conflicto entre ambos padres que culminaría en divorcio (Palermo y Bogaerts, 2014).

A veces, había muchos gritos y tensión en casa (Jeffrey Dahmer).

Infancia

Jeffrey Dahmer: El canibal-asesino de Milwaukee
Hurley, B (2022). Jeffrey Dahmer [Fotografía]. Recuperado de www.independentespanol.com

Si bien, aproximadamente a los cuatro años, Dahmer desarrolló una hernia y se sometió a una reparación quirúrgica exitosa, estuvo físicamente sano durante toda su vida. Aunque, tras la reparación de esta, se convenció de que le habían cortado el pene.

Según su padre, Lionel Dahmer, parecía diferente a otros niños.

Desde muy temprana edad, tenía dificultades con el comportamiento apropiado de la mirada y expresiones faciales.

Describió, además, que su hijo mantenía una postura que lo hacía parecer rígido y torpeza motora.

Las sutilezas de la vida social estaban fuera de mi alcance. Cuando los niños me querían, no sabía por qué. Tampoco pude formular un plan para ganarme su afecto. Simplemente, no sabía cómo funcionaban las cosas con otras personas.

A los seis años de edad, si bien era un niño tranquilo que nunca se metía en peleas, también era cada vez más retraído y solitario, además de acosado, sin interesarse por las actividades de su entorno. Aspecto que perduró hasta su adolescencia y edad adulta. Junto a ello, su rango de expresión emocional parecía limitado.

Entre los seis y los ocho años, la familia de Jeffrey se mudó tres veces, lo que le provocó confusión, alienación y sentimientos de inquietud.

Empezó a desarrollar un interés en la recolección de insectos muertos que eventualmente floreció en la recolección de cuerpos de animales superiores. No solo en la anatomía externa sino también interna. Aspectos que se reforzaron más adelante con su devoción por los productos químicos.

Adolescencia y edad adulta

Creo que empezó a las 14 o 15 años. Comencé a tener pensamientos obsesivos de violencia entremezclados con el sexo y empezó a empeorar cada vez más.

Aunque era inteligente, dada su falta de interés, no fue buen estudiante en general. En la escuela secundaria, tocaba el clarinete, jugaba al tenis y escribía para el periódico de la escuela, pero era impopular y objeto de burlas (Martens, 2011).

Se interesó obsesivamente en la mecánica y exploración de cadáveres, como cuerpos humanos. Sobre todo, en las partes de este, que vio parcialmente dotadas de sentido existencial y sexual

Fitz-Gibbon, J (2022). Jeffrey Dahmer [Fotografía]. Recuperado de www.nypost.com

En la adolescencia, desarrolló una masturbación compulsiva junto con el descubrimiento de deseos homosexuales.

En cuanto a su historial psicosexual como adulto, se había expuesto de manera sexual a adultos y menores y, según informes, también masturbado en público.

Por otro lado, mostró una tendencia a experimentar afecto depresivo recurrente, baja autoestima y tendencias suicidas, por lo que fue tratado con medicación antidepresiva.

Así mismo, desarrolló un serio problema con el consumo de alcohol temprano además del uso de cannabinoides con frecuencia. Comenzando a experimentar fantasías sobre tener relaciones sexuales con cadáveres.

Nunca fue diagnosticado de esquizofrenia o trastorno generalizado del desarrollo. Sin embargo, se le diagnosticaron delirios en una ocasión (Desorgher, 2004).

Y, según sus respuestas al Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (Minnesota Multiphasic Personality Inventory, MMPI; en inglés) y expertos que lo entrevistaron antes de su juicio, tenía “puntuaciones máximas tanto en la escala de desviación psicopática como en la de esquizofrenia, junto con un trastorno de personalidad mixto con sádico, rasgos obsesivos, fetichistas y antisociales” (Palermo y Bogaerts, 2014).

¿Cuál era el modus operandi de Jeffrey Dahmer?

Su modus operandi consistía en buscar víctimas masculinas en o cerca de bares gay y luego llevarlos a la casa de su abuela. Posteriormente, drogaba a sus víctimas con pastillas para dormir antes o poco después de participar en actividades sexuales con ellas, y luego las estrangulaba hasta la muerte. 

Mientras sus víctimas estaban bajo la influencia de las drogas, Dahmer les realizaba una serie de comportamientos rituales, incluidas actividades sexuales. Con algunas de estas, dichas actividades se realizaron después de que fueran asesinadas.

Diagnóstico de Jeffrey Dahmer

Si bien se le diagnosticó necrofilia, trastorno límite de la personalidad, trastorno esquizotípico de la personalidad, trastorno psicótico y dependencia del alcohol, algunos peritos de la acusación no estuvieron de acuerdo. Alegándose incluso un posible trastorno de ásperger (algo reiterado pero nunca verificado).

Tranquilo y libre de cualquier labilidad emocional evidente, su discurso fue claro y comprensible. Sus respuestas y declaraciones fueron coherentes, relevantes y lógicas. Hablaba sin circunstancialidad ni tangencialidad, y su pensamiento no mostraba desorganización ni ideas delirantes o alucinatorias…

Parecía tener un alto nivel de inteligencia. Mostró capacidad reflexiva y pensamiento intacto y racional. En la observación, no había evidencia de déficits neurológicos, mimetismo facial inusual o tics (Palermo, 1994).

Barber, J (2022). Jeffrey Dahmer escoltado al Tribunal de Circuito de Milwaukee. [Fotografía de Benny Sieu]. Recuperado de www.military.com

Finalmente, los peritos de la fiscalía le diagnosticaron trastorno por consumo de sustancias, parafilia y trastorno esquizotípico de la personalidad, pero declararon que no estaba loco.

Afirmando que, aunque era un sádico sexual (diagnóstico discutido) con trastorno de personalidad antisocial y rasgos límite y obsesivo-compulsivos, estaba legalmente cuerdo y era consciente de sus acciones. Lo que formuló que era un asesino de lujuria no social organizado (Chan, 2020).

Conclusión

Cuando nos presentan un caso de tal calibre, nos queda preguntarnos sobre la naturaleza del ser humano. Esa faceta “oscura” que atrae y deja una especie de aura de desconocimiento que se intenta explicar con adjetivos llenos de prisa como “monstruo”, “mal” o “caníbal”.

Por otro lado, la vinculación mecánica de sus acciones con un conjunto de criterios de diagnósticos, junto con la posterior generalización, puede perpetuar muchos mitos.

En este caso, su comportamiento se debe a una amplia variedad de factores, donde todos pueden haber contribuido a sus crímenes, siendo poco probable que haya una sola causa. Considerándose, así, bajo un paradigma integral.

Referencias bibliográficas

  • Chan, H. C. O. (2020). A global casebook of sexual homicide. Springer.
  • Desorgher S. (2004). Commentary on: Silva, J. A., Ferrari, M. M. y Leong, G. B. (2002). The case of Jeffrey Dahmer: sexual serial homicide from a neuropsychiatric developmental perspective. Journal of forensic sciences, 47(6), 1347-59. Journal of forensic sciences49(3), 639-640. https://doi.org/10.1520/jfs2003244
  • Jack Hamilton. (7 de noviembre de 2021). Jeffrey Dahmer interview with Stone Philips [Archivo de Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=6tSxuyM93Js
  • Lankford, A. y Hayes, J. K. (2022). Could Serial Killing Actually be Addictive? A Close Examination of Compulsion and Escalation in the Jeffrey Dahmer Case. 31. Doi: 10.1080/26929953.2022.2126416
  • Martens W. H. (2011). Sadism linked to loneliness: psychodynamic dimensions of the sadistic serial killer Jeffrey Dahmer. Psychoanalytic review98(4), 493-514. https://doi.org/10.1521/prev.2011.98.4.493
  • Palermo, G. B. (1994). The faces of violence. En R. N. Kocsis, (Ed.), Serial murder and the psychology of violent crimes (pp. 85-100). Humana Press.
  • Palermo, M. y Bogaerts, S. (2014). The Dangers of Posthumous Diagnoses and the Unintended Consequences of Facile Associations: Jeffrey Dahmer and Autism Spectrum Disorders. International journal of offender therapy and comparative criminology, 59(14). Doi: 10.1177/0306624X14550642.
  • Strubel, A. (2007). Jeffrey Dahmer: His Complicated, Comorbid Psychopathologies and Treatment Implications. The New School psychology bulletin, 5, 41-58. https://doi.org/10.1037/e741552011-002