Los animales han acompañado a los seres humanos desde hace miles de años. Los roles que han adoptado a lo largo de las historia han sido variados y diversos, sin embargo, de un tiempo a esta parte, se han ganado un lugar más y más profundo en nuestros hogares. Hoy por hoy, en un gran porcentaje de casos, las mascotas tienen un papel importante en la estructura familiar. De hecho, es cada vez más común ver que los llamados animales de compañía toman mayor relevancia en nuestras vidas. Siendo tratados, muchas veces, como uno más. Quienes tienen o tuvieron un vínculo con un animal de compañía pueden hacerse a la idea de lo importante, satisfactorio y significativo que resulta compartir y convivir con ellos. Veamos el impacto que tiene tal vínculo en la salud mental.

¿Qué implica compartir tiempo con un animal de compañía?

Estado de ánimo

Si bien la eficacia de la terapia asistida con animales ha sido demostrada en varias oportunidades, han sido pocas las investigaciones que han abordado el impacto que tienen los animales de compañía, que no cumplen una función terapéutica, en nuestra salud mental.

Hawkins et al. (2021) reportaron en su investigación que compartir tiempo con una mascota mejoraba de manera inmediata el humor y la sensación de bienestar. Más allá de que la persona presente síntomas vinculados a la salud mental.

Animales de compañía: Mucho más que mascotas

Además, también se encontró que las mascotas ayudaban a regularizar y estabilizar el estado del ánimo.

Así pues, los dueños de animales de compañía encuentran un espacio de amor incondicional y apoyo estando con estos. Lo que proporciona estabilidad emocional y ayuda a lidiar con momentos de estrés y situaciones difíciles.

De hecho, uno de los mayores aportes que suelen indicar es la habilidad de las mismas para distraerlos de sus síntomas o de experiencias angustiantes (Brooks et al., 2018).

Ejercicio físico

No cabe duda que una mascota implica mayor contacto con el mundo exterior y la naturaleza, así como actividad física y ejercicio.

Esto no solo se torna beneficioso a nivel físico, sino que se observan consecuencias respecto a la salud mental, como el alivio de los síntomas y un aumento de la felicidad (Brooks et al., 2018; Hawkins et al., 2021).

Estabilizadores sociales

Hui Gan y sus colaboradores (2020) estudiaron el impacto que tenía el hacerse cargo de una mascota en adultos mayores. Uno de los sectores más olvidados, lamentablemente, en la actualidad.

Los resultados encontrados fueron similares a los expuestos anteriormente, las mascotas les ayudaban a socializar con otras personas, mantener una rutina y estimulaban tanto a nivel físico como cognitivo.

Además, sumado a lo anterior, el hacerse cargo de otro ser vivo daba un propósito, los hacía sentir más valiosos y aumentaba su autoestima.

Psicopatología y perros: ¿Qué impacto tienen?

Se ha demostrado que las interacciones entre humanos y perros pueden ser muy beneficiosos para la salud mental.

Al parecer, la presencia de estos animales disminuye los sentimientos de soledad y evita la exacerbación de la depresión, así como la disminución de ansiedad y estrés psicológico.

De hecho, personas con un trastorno por estrés postraumático (TEP), que contaban con perros de asistencia, no solo presentaban menos síntomas sino que la presencia del animal en psicoterapia podría generar mayor efectividad en el tratamiento.

Y, en niños con trastorno del espectro autista (TEA) y trastorno por déficit atencional e hiperactividad (TDAH) ofrecen una presencia de calma que ayuda a disminuir la ansiedad, mejorar conductas problemáticas y facilitar la estabilidad emocional. Además de mejorar las habilidades cognitivas y ser beneficiosos para el aprendizaje (Gee et al., 2021).

Aliados frente al COVID-19

Es sabido que las medidas de aislamiento impuestas, como forma de prevenir los contagios del COVID-19, tuvieron un impacto negativo en la salud mental de las sociedades en todo el mundo. Ansiedad, soledad y tristeza son algunos de los sentimientos que se vieron exacerbados como consecuencia de la pandemia.

Sin embargo, en toda crisis existe una oportunidad, durante la pandemia muchos animales de compañía fueron adoptados y quienes ya tenían la presencia de uno en sus hogares vieron cómo su vínculo se fortaleció.

Tras la pandemia del COVID-19 y las medidas de aislamiento social, Young et al. (2020) se interesaron por el impacto que tuvo la interacción física con animales de compañía en la salud de las personas.

Reportaron que el contacto físico con los animales generaba confort y alivio. Destacando en esto la importancia de la reciprocidad. Es decir, el interés y demostración de los animales de recibir tal contacto físico.

¿El vínculo con un animal de compañía puede perjudicar la salud mental?

A pesar de los múltiples beneficios, en algunos casos, las mascotas también pueden generar tensión emocional e incrementar los pensamientos negativos acerca del propio dueño en su rol como cuidador.

Entre dichos sentimientos destaca la culpa, miedo y preocupación por no poder proporcionar un cuidado adecuado (Hawkins et al., 2021).

Por otro lado, bien es sabido que hacerse cargo de una mascota implica un costo financiero además de una adecuada situación de vivienda.

Aspectos que pueden impactar negativamente en el bienestar de las personas.

Así mismo, en algunas ocasiones las mascotas suponen un obstáculo en oportunidades como irse de viaje (Brooks et al., 2018).

Por último, siendo el tiempo vital de los animales significativamente más corto que el de las personas, será inevitable tener que atravesar un duelo tras la futura pérdida, dado el intenso malestar, angustia y estrés psicológico que genera.

De hecho, con respecto a esto último, se compara la pérdida con la un ser humano, pudiendo generar la misma sintomatología.

Conclusión

La relación entre las personas y los animales tuvo origen miles de años atrás. Sin embargo, en el pasado reciente, esta relación se ha vuelto más y más estrecha. Hoy, podemos afirmar que el vínculo es de un valor realmente significativo e incide en la salud mental.

Aspecto constatado por la mayoría de las investigaciones, que coinciden en que compartir un vínculo con una mascota influye de manera directa o indirecta en la salud mental. Aunque, si bien está claro que tal interacción tiene grandes beneficios, también es importante destacar que pueden existir aspectos negativos.

Y es que, hacerse cargo de otro ser vivo puede generar estrés y volverse muy desafiante. Por esto, es importante tener en cuenta que no son animales terapéuticos y no debe ponerse tal responsabilidad sobre ellos.

Referencias bibliográficas

  • Brooks, H. L., Rushton, K., Lovell, K., Bee, P., Walker, L., Grant, L. y Rogers, A. (2018). The power of support from companion animals for people living with mental health problems: a systematic review and narrative synthesis of the evidence. BMC psychiatry, 18(1), 1-12. Doi: 10.1186/s12888-018-1613-2
  • Gee, N. R., Rodriguez, K. E., Fine, A. H. y Trammell, J. P. (2021). Dogs supporting human health and well-being: A biopsychosocial approach. Frontiers in veterinary science, 8, 630465. Doi: 10.3389/fvets.2021.630465
  • Hawkins, R. D., Hawkins, E. L. y Tip, L. (2021). “I can’t give up when i have them to care for”: People’s experiences of pets and their mental health. Anthrozoös, 34(4), 543-562. Doi: 10.1080/08927936.2021.1914434
  • Hui Gan, G. Z., Hill, A. M., Yeung, P., Keesing, S. y Netto, J. A. (2020). Pet ownership and its influence on mental health in older adults. Aging & mental health, 24(10), 1605-1612. Doi: 10.1080/13607863.2019.1633620
  • Young, J., Pritchard, R., Nottle, C. y Banwell, H. (2020). Pets, touch, and COVID-19: Health benefits from non-human touch through times of stress. Society for the Advancement of Behavioral Economics, 4, 25-33. https://www.researchgate.net/publication/346088779_Pets_touch_and_COVID-19_health_benefits_from_non-human_touch_through_times_of_stress