Cuando se presenta un cuadro de depresión posparto, el nacimiento de un hijo se convierte en una situación de tristeza profunda para los progenitores. Los profesionales de la salud han de brindar un acompañamiento a los padres durante el embarazo, parto y posparto. Promoviendo en estos la tranquilidad de sobrellevar de mejor manera los cambios que implica la llegada de un bebé. Veamos cuáles son los síntomas de la depresión posparto y qué podemos hacer al respecto.
¿Por qué se produce la depresión posparto?
La llegada de un bebé demanda que los padres utilicen todos sus recursos para afrontar una nueva etapa de vida. Sin embargo, esto implica enfrentarse a un alto nivel de estrés y ansiedad por el miedo a no responder adecuadamente a las necesidades del pequeño. Según la OMS (2017), una de cada 6 mujeres presenta depresión posparto.
Una tristeza persistente
Cuando hablamos de depresión, nos referimos a una enfermedad que afecta la salud mental de quien la padece, sumiendo a la persona en una etapa de tristeza y pérdida de interés en las actividades cotidianas que suele disfrutar. Tras la llegada del bebé es normal que se produzca un fenómeno de sensación de tristeza durante las primeras dos semanas posparto, estado al que se denomina baby blues.
Este fenómeno se produce por los cambios hormonales propios del embarazo, pero suele desaparecer espontáneamente. No obstante, cuando dicha sensación de tristeza permanece, es importante realizar una evaluación (Pérez y Brahm, 2017).
La madre que padece de depresión posparto pasa por un periodo emocional en el que se siente triste, con altos niveles de cansancio que provocan problemas de sueño, entre otros. Junto con la afectación que presenta el eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal (responsable de la secreción de la hormona cortisol), se le suma la presencia de dificultades para enfrentarse a una situación de estrés (Caparros-González et al., 2018).
Algunos síntomas de la depresión posparto
Los síntomas de la depresión posparto suelen evidenciarse tras el nacimiento del bebé. Sin embargo, es muy probable que durante el embarazo se hayan presentado signos que pueden volver a la madre más susceptible a ello. Entre los síntomas encontramos:
- Ansiedad
- Llanto descontrolado
- Estrés provocado específicamente por el embarazo
- Cansancio
- Cambios en el apetito
- Sentimientos de culpabilidad
- Desesperanza
- Falta de lazo afectivo con el bebé
- Dificultades para gestionar el cuidado del bebé y de sí misma
- Altos niveles de cortisol
¿Cómo se diagnostica la depresión posparto?
Ante la sospecha es importante evaluar los síntomas depresivos de la madre y realizar un tamizaje que incluya (Rojas et al., 2018):
- Entrevista semiestructurada por parte del psicólogo o psiquiatra que permita explorar en profundidad los síntomas depresivos, así como otros posibles trastornos psicológicos que puedan estar presentes.
- Escala de depresión posparto. Por ejemplo, la escala de depresión de postparto de Edinburgh (Edinburgh Postnatal Depression Scale, EPDS, en inglés).
- Instrumentos diseñados para reportar las sensaciones de la madre y la información que recibió antes, durante y después del embarazo, como por ejemplo la escala de Edimburgo.
- Es importante tener en cuenta el contexto socioeconómico, cultural y familiar de la madre, ya que estos factores pueden influir en su salud mental. La evaluación debe ser sensible a las diferencias culturales y tener en cuenta las posibles barreras para acceder a la atención médica.
- Establecer una colaboración interdisciplinaria entre profesionales de la salud mental, obstetras, pediatras y trabajadores sociales para proporcionar una atención integral a la madre y al bebé. Esto puede incluir la derivación a servicios de salud mental especializados cuando sea necesario.
- La detección temprana y la intervención son clave para prevenir la exacerbación de los síntomas depresivos y reducir el impacto en la madre, el bebé y la familia en general. Las intervenciones pueden incluir psicoterapia, apoyo social, grupos de apoyo para madres, y en algunos casos, tratamiento farmacológico bajo la supervisión de un profesional de la salud mental.
¿Es posible que la depresión posparto afecte a la pareja de la madre?
Estudios indican que no importa que la otra persona no experimente los cambios fisiológicos que la madre. Pues puede existir un impacto psicológico debido al enfrentamiento de un nuevo rol que debe asumir y las implicaciones que va a tener en su vida. Para que la pareja sea susceptible a presentar este padecimiento, es importante considerar los distintos factores de riesgo que pueden incidir como:
- Relación conflictiva de pareja
- Periodos depresivos a lo largo de la vida
- Falta de apoyo del entorno familiar y personal
- Dificultades a nivel laboral o económico
- Nivel socioeducativo bajo
¿Cómo se pueden tratar estos casos?
El factor que genera estrés en tales casos es, fundamentalmente, la falta de información y el encontrarse frente a una situación nueva. Se sugieren las siguientes estrategias:
- Psicoeducación: Es importante que, durante el embarazo, los futuros padres conozcan todas las implicaciones en relación al cuidado, crianza y la necesidad del apoyo familiar de la madre antes, durante y después del parto. Es decir, el rol de ambos como padres y referentes.
- Psicoterapia: Es clave brindar un espacio en el que la madre pueda hablar sobre sus sensaciones sin sentirse juzgada por su situación.
- Medicación: El uso de fármacos por recomendación médica considerando el periodo de lactancia.
Con esto, no hay que olvidar que la atención de la salud mental durante el periodo perinatal debe ser altamente personalizada y adaptada a las necesidades específicas de cada madre. Por lo tanto, cada caso deberá ser evaluado de manera individual por el personal de salud, teniendo en cuenta factores como la gravedad de los síntomas, el contexto socioeconómico y cultural, el apoyo social disponible y las preferencias de la madre.
Conclusión
Es importante considerar que, durante el primer año de vida del lactante se sientan las bases de su salud mental futura. Por lo tanto, el equipo médico, psicológico y psiquiátrico debe tener una mirada sistémica sobre el funcionamiento del hogar para poder evaluar a los padres y prevenir estos casos.
Debemos estar atentos ante los síntomas de la depresión posparto, pues es un problema de salud pública que requiere de capacitación para el personal médico en atención primaria, seguimiento y apoyo para la familia. Independientemente de la conformación familiar que exista, el equipo de salud mental debe buscar promover una paternidad responsable y afectiva.
Referencias bibliográficas
- Caparrós-González, R. A., Romero-González, B. y Peralta-Ramírez, M. I. (2018). Postpartum depression, a global public health problem. Panamerican American Journal of Public Health, 42(97). https://doi.org/10.26633/RPSP.2018.97
- Organización Mundial de la Salud (5 de enero de 2017). ¿Se pregunta por qué no está contenta tras el nacimiento de su hijo? http://www.who.int/campaigns/world-health-day/2017/handouts-depression/postnatal/es/
- Pérez, F. y Brahm, P. (2017). Depresión posparto en padres, ¿por qué también es importante?. Revista Chilena de Pediatría, 88(5), 582-585. Doi: 10.4067/S0370-41062017000500002
- Rojas, G., Guajardo, V., Martínez, P. y Fritsch, R. (2018). Screening and barriers for treatment of postpartum depression in Chilean public primary health care centers. Revista Médica de Chile, 146(9), 1001-1007. Doi: 10.4067/s0034-98872018000901001