El trastorno por estrés postraumático (TEPT) representa un desafío complejo en lo que respecta a la salud mental, con síntomas persistentes que afectan gravemente la calidad de vida. Relativo a su abordaje, si bien existen intervenciones eficaces, no siempre se logran resultados sostenidos en el tiempo. En dicho contexto, la terapia dialéctica conductual (Dialectic Behavioral Therapy, DBT, en inglés) comienza a ganar terreno como una alternativa prometedora. ¿Realmente funciona para el tratamiento del TEPT? A continuación, analizaremos los resultados de un metaanálisis reciente que evalúa su eficacia en profundidad.
Cuando el trauma persiste: ¿De qué trata el TEPT?
Vivir un suceso traumático supone un antes y un después en la vida, aunque sus consecuencias varían en función de la persona. En ocasiones, y dependiendo de múltiples factores, desencadena en el TEPT. Pero, ¿en qué consiste este cuadro?
Se define como una respuesta prolongada de ansiedad tras la exposición a un evento traumático real o amenazante. Dicha exposición puede ser directa, presenciada, conocida (ocurrida a un ser querido) o repetida (como en el caso de profesionales expuestos a detalles de hechos traumáticos).
Entre sus síntomas se incluyen recuerdos intrusivos y angustiosos del evento, pesadillas, reacciones disociativas, evitación persistente de todo aquello que recuerde el trauma, pensamientos negativos sobre uno mismo o el entorno, así como una activación fisiológica elevada. Para que se considere un diagnóstico de TEPT, los síntomas deben mantenerse durante más de un mes y generar un malestar significativo o interferencia en el funcionamiento cotidiano.
Tratamientos que no alcanzan
Aunque existen terapias efectivas para el TEPT, no todos los pacientes responden del mismo modo. Quienes presentan traumas múltiples, desregulación emocional o conductas autolesivas, suelen responder ante enfoques más complejos.
En tales casos, los tratamientos centrados únicamente en la exposición pueden ser insuficientes. Por eso, se impulsa el desarrollo de intervenciones por etapas que priorizan la estabilización y el manejo emocional antes de procesar el trauma.
La DBT y su incidencia en el TEPT
Desarrollado con el objetivo de abordar la impulsividad, emociones intensas y vínculos conflictivos, la DBT ganó reconocimiento clínico. En líneas generales, su objetivo principal es ayudar a desarrollar estrategias para manejar el malestar, regular las emociones y mejorar la calidad de los vínculos.
Para lograrlo, combina técnicas de aceptación con herramientas de cambio conductual. Además, integra elementos de la terapia cognitivo-conductual con principios de mindfulness.
Cuando la evidencia habla: Tratamiento del TEPT
A medida que la DBT comenzó a utilizarse en casos de trauma, también creció el interés por escudriñar si realmente resulta efectiva. De modo que, un grupo de investigadores decidió reunir y analizar todos los estudios disponibles respecto a la temática.
A través de una revisión sistemática, evaluaron si las variantes de la DBT resultaban efectivas para tratar el TEPT. Asimismo, se propuso examinar su impacto en síntomas relacionados, como la ansiedad, la depresión o las conductas autolesivas.
¿Cómo se llevó a cabo la investigación?
El objetivo del estudio fue evaluar si las intervenciones basadas en la DBT, adaptadas específicamente para tratar el TEPT, resultan efectivas. Para ello, se analizaron estudios que aplicaban dicha terapia en pacientes con diagnóstico clínico de TEPT, siempre que reportaran resultados cuantitativos antes y después del tratamiento.
Cabe mencionar que solo se incluyeron investigaciones con medidas estandarizadas y metodología clara. En cambio, se excluyeron aquellos trabajos sin datos suficientes, sin diagnóstico confirmado o sin una intervención claramente definida.
Resultados que respaldan la eficacia
La DBT adaptada al tratamiento del TEPT demostró ser eficaz porque, además de permitir a procesar el trauma, también enseña habilidades concretas para manejar emociones intensas y reducir conductas desreguladas. Según los hallazgos, la terapia logró una reducción significativa de los síntomas traumáticos, incluso frente a abordajes activos.
Asimismo, mostró beneficios adicionales sobre síntomas depresivos, disociativos y conductas autolesivas. En definitiva, se confirma que, al combinar la exposición al trauma con estrategias de regulación emocional, la DBT ofrece un abordaje integral y efectivo.
Un gran efecto sobre el malestar emocional
Además, más allá de los síntomas traumáticos, los efectos positivos de la DBT se extendieron a otras dimensiones claves del sufrimiento psicológico. En particular, encontraron mejoras considerables en síntomas depresivos y disociativos, lo cual resulta especialmente relevante en cuadros clínicos complejos.
Simultáneamente, los autores destacaron un aumento en el bienestar general, lo que sugiere una mayor estabilidad emocional. En conjunto, los hallazgos respaldan el valor de una intervención que no solo trata el trauma, sino que también refuerza la capacidad de afrontamiento frente al malestar.
Lo que aún queda por mejorar…
Si bien los resultados son prometedores, también existen aspectos que invitan a la cautela. En primer lugar, varios de los estudios incluidos trabajaron con muestras pequeñas, lo que reduce la precisión de los efectos observados y dificulta extraer conclusiones firmes. Por otro lado, la mayoría de los participantes eran mujeres adultas de contextos europeos, lo que limita la posibilidad de generalizar lo observado a otras poblaciones.
Otra dificultad importante radica en las diferencias entre las versiones de DBT aplicadas. Es decir, no todos los estudios utilizaron el mismo protocolo ni la misma duración del tratamiento. Por último, muchos trabajos no realizaron seguimientos a largo plazo, por lo que no se sabe con certeza si los beneficios observados se sostienen en el tiempo.
Entonces, ¿puede la DBT ayudar a superar el TEPT?
Resulta claro que la evidencia actual respalda a la DBT como una herramienta eficaz para el tratamiento del TEPT, especialmente en contextos clínicos complejos. Al integrar estrategias de exposición con técnicas de regulación emocional, dicha terapia ofrece una alternativa sólida a los enfoques tradicionales. Si bien aún quedan desafíos por resolver, los resultados muestran mejoras consistentes en síntomas traumáticos y malestar psicológico general, lo que refuerza su valor terapéutico.
Uno de los aspectos más destacables de la DBT es su capacidad para abordar la desregulación emocional, una dificultad transversal en muchos cuadros postraumáticos. Al ofrecer herramientas concretas para identificar, modulares y expresar emociones intensas, la DBT no solo reduce el sufrimiento inmediato, sino que también previene conductas impulsivas y autodestructivas. De tal manera, para conocer y profundizar en el abordaje de la desregulación emocional, te invitamos a nuestro curso en DBT y desregulación emocional.
Referencia bibliográfica
- Prillinger, K., Goreis, A., Macura, S., Gross, C. H., Lozar, A., Fanninger, S., Mayer, A., Oppenauer, C., Plener, P. L. y Kothgassner, O. D. (2024). A systematic review and meta-analysis on the efficacy of dialectical behavior therapy variants for the treatment of post-traumatic stress disorder. European Journal Of Psychotraumatology, 15(1). https://doi.org/10.1080/20008066.2024.2406662
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