El coaching es una de las técnicas más utilizadas a nivel internacional en distintas empresas para la obtención de una competitividad excelente. Esta utiliza e introduce elementos del deporte a dicha área para buscar opciones que contribuyan a optimizar las actividades de las organizaciones. Ahora, cada área tiene realidades y objetivos distintos. Veamos algunas diferencias que hay que tener claras de esta práctica.

Origen del término coaching

Surge del inglés y de la palabra coach, que en su traducción al español significa preparador o entrenador. El mismo se encarga de dirigir equipos, que bien pudieran ser deportivos, para que puedan ganar distintos campeonatos, dada la competitividad intrínseca de los distintos deportes.

En este sentido, el coaching refiere a la preparación o entrenamiento de los deportistas para enfrentar distintas situaciones de competencia y está compuesto por la escucha, comprensión y creación de interrogantes por parte del coach, sirviendo como guía al equipo en su autoconocimiento y puesta en acción a través del aprendizaje (García-Naveira, 2013).

Coaching deportivo: Una herramienta útil

Componentes del proceso

  1. Coachee: Son responsables por la ejecución de las actividades que les son estipuladas mediante la asignación de herramientas.
  2. Coach: Se encarga de producir y transmitir confianza entre quienes participan del proceso, así como responsabilidad, compromiso, creatividad y generar mejoras de rendimiento para el logro de objetivos. Puede contribuir para generar cambios en los deportistas sobre la interpretación de los hechos acontecidos y utiliza preguntas para promover la reflexión y la nueva acción, acordes a los objetivos planteados por los practicantes.

¿Su objetivo?

Busca el desarrollo de ciertas habilidades en los coachee con miras a que puedan modificar inconvenientes en el comportamiento y en el rendimiento, al tiempo que mantener una actitud positiva que fomente buenas relaciones con otros compañeros. Por tanto, el objetivo principal de un proceso de coaching es que cada persona, partiendo de su propia reflexión, pueda notar la existencia de otros puntos de vista y formas de accionar que puedan acercarlas a sus objetivos (García-Naveira, 2013).

¿Qué hay del coaching deportivo?

En los últimos años, surge el coaching deportivo como estrategia de intervención psicológica para potenciar el desempeño de directores técnicos, entrenadores y deportistas, que se encuentren instruidos deportivamente y motivados a participar en las diferentes disciplinas para mejorar sus capacidades. Es una caracterización de un contexto en el que se desarrolla la actividad humana, bajo la denominación de deporte y ejercicio físico (Cantón Chirivella, 2014).

Esta estrategia posee principios y un procedimiento desarrollado en distintas sesiones de una hora. Las sesiones se establecen de común acuerdo entre las partes involucradas y son de 4 a 8 como máximo. Se busca un cambio de perspectiva y una reformulación de creencias, ante una determinada situación a resolver u optimizar, obteniendo resultados extraordinarios y una vida más plena y satisfactoria.

Fases del proceso

  1. Analizar y reflexionar: Estudio y cuestionamiento del tema. Se observan las creencias, opiniones y valores.  
  2. Descubrir: Toma de consciencia y autodescubrimiento para atravesar cambios.
  3. Pasar a la acción: Rol activo y protagonista, ejecución de acciones concretas.
  4. Establecer objetivos y estrategias: Definición de logros y formas, dejando en claro los obstáculos.
  5. Interiorizar y crear hábitos: Reflexión-acción constante para crear aprendizaje.

Coaching deportivo y psicología del deporte: Dos áreas diferentes

El coaching deportivo es una estrategia de intervención psicológica que puede utilizarse en el contexto de la psicología del deporte o no, mientras que la psicología del deporte es una ciencia específica con teorías, metodologías y procedimientos.

Por esta razón, un coach deportivo se diferencia de un psicólogo del deporte por el procedimiento de intervención empleado. Así como el psicólogo puede aprender el procedimiento del coaching y, con ello, enriquecer sus intervenciones de mayores herramientas (García-Naveira, 2013).

No es lo mismo

Existen diferentes formas y niveles para aplicar el coaching, por lo cual, un psicólogo puede aplicar estrategias de coaching con un persona para contribuir con su rendimiento. Así, en este sentido, el coaching puede formar parte de la actividad profesional de cualquier psicólogo especializado en el ámbito (Cantón Chirivella, 2014).

Tanto el coaching deportivo como la psicología del deporte trabajan con personas sin enfermedades psicológicas. Sin embargo, si el deportista con el que se va a trabajar presenta alguna patología. Así, en este caso, el psicólogo podría abordar el problema mientras que el coach no.

Algunas distinciones claves

En el ejemplo anterior, en primera instancia, el psicólogo cuenta con formación para hacerlo, o eventualmente podría derivarlo a otro psicólogo que esté formado en el área clínica. Mientras, el coach debería abandonar cualquier tipo de intervención y derivar al deportista a un profesional especializado, por no contar con dicha formación para abordar el problema.

En este sentido, bajo los procesos de coaching se realizan valoraciones no profesionales que carecen de cientificidad, en tanto que en la psicología del deporte cuenta con diferentes metodologías de evaluación para valorar las competencias psicológicas de los deportistas, dentro de un proceso de intervención. De ahí que, la evaluación psicológica sea necesaria dentro de un proceso de coaching, aunque el coach que no sea psicólogo no podrá realizarla y tendrá que derivar.

El coaching y otros profesionales

Aunque otros profesionales que no sean psicólogos puedan utilizar esta técnica, su uso dependerá de la capacitación profesional que posean. La cual deberá vincularse con tareas de liderazgo y asesoramiento, concretamente.

En estos casos resulta imprescindible que no actúen como psicólogos falsos para prevenir el intrusismo en una profesión que no poseen, y evitando caer en potenciales riesgos para la salud de las personas involucradas (Cantón Chirivella, 2014).

Es necesario fomentar la conciencia sobre los límites de competencia y la importancia de derivar a profesionales de la salud mental cuando sea necesario. De este modo, se garantiza una práctica responsable y segura, respetando la integridad de la profesión y, lo más crucial, protegiendo la salud y el bienestar de aquellos a quienes se presta asesoramiento y liderazgo.

Conclusión

La psicología del deporte, como ciencia, puede emplear el uso del coaching deportivo de herramienta de potenciación del rendimiento de los deportistas, junto a otros abanicos de estrategias posibles. Y es que, al fin y al cabo, aunque cualquier persona podría ser coach, no brindaría las mismas garantías de abordaje que un psicólogo especialista en esta área. Para aquellos interesados en profundizar sus conocimientos y habilidades en este campo, el curso sobre psicología deportiva puede ser una valiosa fuente de información y formación, ofreciendo técnicas y enfoques especializados para el mejoramiento del rendimiento deportivo y el bienestar de los atletas.

Referencias bibliográficas

  • Cantón Chirivella, E. (2014). ¿El coaching es psicología? ¿Quién puede aplicar el coaching y en qué entornos? Informació Psicològica, (107), 2-10. https://doi.org/10.14635/IPSIC.2014.107.1
  • García-Naveira, A. (2013). Aproximación al empleo profesional del coaching en el deporte. Informació Psicològica, (101), 26-39.
  • León López, L. W., Morales Neira, D. J., Maqueira Caraballo, G., Rojas Bajaña, R. A., Arias Lón, J. P. y Saltos Aldaz, L. A. (2017). El coaching deportivo como herramienta pedagógica para potenciar el compromiso motor en Educación Física. Efdeportes, 22(231), 1-21.
  • Useche, M. C. (2004). El coaching desde una perspectiva epistemológica. Revista de Ciencias Sociales, 3(105), 125-132.