En la actualidad, estamos rodeados de pantallas e incluso, para la gran mayoría, desde muy pequeños. Sin embargo, los expertos en salud mental constantemente enfatizan el daño que esto tiene en las personas, especialmente en niños. Es en esta población a la que atribuyen específicamente una gran repercusión en el sueño, emergiendo conductas como el insomnio. Pero… ¿A qué se debe? ¿Solamente es en el sueño ? ¿Por qué? ¿Qué consecuencias tiene la relación entre el insomnio y las pantallas?
Pantallas y salud: Un problema común
El uso de pantallas y los dispositivos móviles se ha vuelto una parte importante de la vida contemporánea. Es por esto que surgen nuevas preocupaciones sobre cómo afecta en la salud el aumento en el tiempo frente a estas, entre otras cuestiones. Así, se ha observado que el tiempo frente a la pantalla se correlaciona con problemas de salud como la obesidad, hipertensión, diabetes mellitus tipo II, miopía, depresión, trastornos del sueño y otras enfermedades no transmisibles (Abou et al., 2021).
Cuando se relacionan con el insomnio
La falta de sueño y la somnolencia son un grave problema de salud en adolescentes, y la falta de sueño puede manifestarse en insomnio. Un trastorno clínico grave que resulta en dificultades para conciliar y mantener el sueño, lo que afecta la atención, concentración, memoria y estado de ánimo.
La prevalencia del insomnio en jóvenes varía ampliamente y, a menudo, está relacionado con otros trastornos mentales. Además, este trastorno también se asocia con un mayor riesgo de comportamiento suicida y problemas cardio-metabólicos.
Factores que no hay que olvidar
En lo anterior, no hay que olvidar que entre los factores de riesgo potencialmente modificables para el insomnio en adolescentes se incluyen (Werneck et al., 2018):
- Uso de medios electrónicos: La exposición prolongada a pantallas antes de dormir, como dispositivos electrónicos, puede afectar negativamente los patrones de sueño debido a la luz azul que emiten y a la estimulación mental que pueden causar.
- Estrés escolar: Las demandas académicas y las presiones asociadas con el rendimiento escolar pueden generar altos niveles de estrés, lo que a su vez afecta la calidad del sueño.
- Consumo de bebidas cafeinadas: La cafeína, presente en bebidas como el café y las bebidas energéticas, puede interferir con el sueño si se consume en exceso o cerca de la hora de dormir.
Un sueño afectado
Como se ha indicado, investigaciones han demostrado las consecuencias del uso excesivo del teléfono y un alto tiempo frente a la pantalla entre la población juvenil. Estas se asocian con problemas de salud mental, trastornos del sueño y mayor riesgo de depresión y ansiedad. Y, justamente, entre los trastornos del sueño más destacados se encuentra el insomnio, producto de la gran exposición (Abou et al., 2021).
Nomofobia, pantallas y sueño
La nomofobia es el miedo o ansiedad de no tener un móvil o no poder utilizarlo. Una preocupación creciente en la sociedad actual debido al aumento en el uso de teléfonos, especialmente entre los jóvenes.
Es así, como se ha demostrado una fuerte relación entre la nomofobia y el insomnio; además del uso excesivo de móviles, especialmente por la noche, y problemas de sueño, como el insomnio y una duración de sueño más corta (Jahrami, 2023).
Por su parte, el cronotipo, que se refiere a la preferencia innata de una persona por los horarios de vigilia y sueño, también puede influir en la relación entre la nomofobia y el insomnio. Y es que, las personas con cronotipo vespertino tienden a tener más problemas de sueño y, por ende, insomnio.
Pantallas antes de dormir: ¿Sí o no?
En una investigación se mostró que más del 98% de los encuestados tenían un teléfono inteligente; y que el 90% lo utilizaba antes de dormir, siendo las redes sociales lo más popular. Asimismo, se encontró que pasar más tiempo sentado y viendo televisión, y menos tiempo realizando actividad física, estaba asociado con un mayor riesgo de insomnio en los más adolescentes (Jahrami, 2023).
Por otra parte, la exposición a pantallas de más de siete horas al día se asocia significativamente con mayor depresión, ansiedad, insomnio y postergación de la hora de dormir. Y, en esto, su uso prolongado antes de acostarse se relaciona con una mayor postergación de la hora de dormir y una mala calidad del sueño. Contando con que, además, el contenido estimulante y a menudo emocionalmente cargado que se encuentra en plataformas en línea puede contribuir al aumento de la ansiedad y la dificultad para relajarse antes de acostarse (Abou et al. 2021).
Finalmente, al parecer, los síntomas psicológicos están relacionados principalmente con el tiempo frente a las pantallas de los móviles, mientras que otros dispositivos electrónicos tienen una relación inversamente proporcional con los síntomas psiquiátricos.
¿Por qué influyen en el sueño?
La exposición a la luz azul emitida por las pantallas puede interferir con el ciclo normal de sueño-vigilia y dificultar el sueño. Contando con que, el estrés, la ansiedad y depresión son causas comunes de insomnio, y el uso de pantallas antes de acostarse aumentaría su riesgo.
También, volviendo atrás, la nomofobia puede empeorar el insomnio, ya que las personas pueden sentir ansiedad o pánico cuando están lejos de su móvil, lo que lleva a mayor uso de la pantalla y disminución de la calidad del sueño.
Por otro lado, el tiempo excesivo frente a los móviles se relaciona con una duración de sueño corta en niños, adolescentes y adultos. En consecuencia, los durmientes de corta duración tienden a participar más tiempo en la pantalla recreativa, conllevando riesgo de un círculo vicioso entre el uso excesivo de la pantalla e insomnio (Sampasa-Kanyinga et al., 2023). En este contexto, se hace relevante el curso sobre telepantallas, una iniciativa que aborda cómo manejar el uso de dispositivos digitales para promover un mejor sueño y bienestar mental.
Lo que hay que tener en cuenta
Se ha recalcado que la falta de sueño puede tener graves repercusiones en la salud física y mental, incluyendo problemas del sistema inmunológico, trastornos del estado de ánimo y mayor riesgo de enfermedades crónicas. Asimismo, un tiempo excesivo de uso de pantallas puede resultar en un mal sueño debido a la alteración del reloj circadiano, pues la luz azul de las pantallas suprime la secreción de melatonina y retrasa el inicio del sueño, con posibles impactos negativos también en la salud mental (Sampasa-Kanyinga et al. 2023).
Además, y para finalizar, el mal sueño podría llevar a un alto tiempo de uso de pantallas, debido al desplazamiento hacia horarios para acostarse más tarde. Lo que podría ser una estrategia de afrontamiento mal adaptativa para el problema subyacente que originó el mal sueño.
Conclusión
Las pantallas son un gran aliado en la vida moderna, tanto de niños, como adolescentes y adultos. Y es que, está presente en diversos formatos, desde el móvil, la televisión o el ordenador. Ahora, muchas personas se quejan de dificultades para conciliar el sueño. Lo que puede tener su causa en el uso de pantallas que, además, produce otros efectos contraproducentes a la salud.
Es así como surge la interesante inquietud de cuidar nuestra salud, a través de un uso moderado de las pantallas, para evitar el insomnio y todos los problemas de salud que ello conlleva. Radica entonces la importancia en utilizar de forma moderada el uso de las pantallas, y evitar preferentemente su utilización en las horas previas a dormir.
Referencias bibliográficas
- Abou, B., Saleh, N., Mreydem, H., Fawaz, S., Lee, T., Chung, S., Hallit, S. y Salameh, P. (2021). Screen Time Effect on Insomnia, Depression, or Anxiety Symptoms and Physical Activity of School Students During COVID-19 Lockdown in Lebanon: A Cross Sectional Study. Sleep Medicine Research, 12(2), 101-109. https://doi-org.proxy.timbo.org.uy/10.17241/smr.2021.01109
- Jahrami, H. (2023). The Relationship between Nomophobia, Insomnia, Chronotype, Phone in Proximity, Screen Time, and Sleep Duration in Adults: A Mobile Phone App-Assisted Cross-Sectional Study. Healthcare (2227-9032), 11(10), 1503. https://doi-org.proxy.timbo.org.uy/10.3390/healthcare11101503
- Sampasa-Kanyinga, H., Chaput, J.-P., Huang, B.-H., Duncan, M. J., Hamer, M. y Stamatakis, E. (2023). Bidirectional associations of sleep and discretionary screen time in adults: Longitudinal analysis of the UK biobank. Journal of Sleep Research, 32(2), e13727. https://doi-org.proxy.timbo.org.uy/10.1111/jsr.13727
- Werneck, A. O., Vancampfort, D., Oyeyemi, A. L., Stubbs, B. y Silva, D. R. (2018). Associations between TV viewing, sitting time, physical activity and insomnia among 100,839 Brazilian adolescents. Psychiatry Research, 269, 700-706. https://doi-org.proxy.timbo.org.uy/10.1016/j.psychres.2018.08.101