Aprender implica que nos equivocaremos una y otra vez. Esto no es algo sorprendente ni novedoso, es simplemente parte del proceso de aprendizaje. No obstante, algo que sí sucede en este proceso es que, si contamos con la guía de alguien, será mucho menos molesto el hecho de equivocarnos. Así pues, si pudiéramos recordar las veces en que nuestros profesores han corregido nuestras tareas y qué tan útiles han resultado sus correcciones para nosotros, ¿se te viene a la mente alguna situación concreta? ¿Qué tenía de especial este feedback en el aprendizaje para que lo recuerdes? Puede ser que lo percibiste como pertinente, coherente, cercano, positivo y con recomendaciones útiles para mejorar en el futuro, ¿es así? El día de hoy hablaremos sobre la importancia de los tipos de feedback o retroalimentación y su aplicación en el aula.

¿Qué es el feedback o la retroalimentación en el aprendizaje?

Según Ruiz (2020) el feedback o retroalimentación es un elemento educativo básico en el que el docente proporciona al estudiante información sobre su desempeño. Asimismo, le ofrece indicaciones para poder mejorar, por lo que cobra relevancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

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Evidentemente, la práctica del feedback se encuentra estrechamente ligada al proceso de evaluación. Sea esta tanto formal (como una rúbrica, prueba, test, etc.) como automática (por ejemplo, nuestras expresiones faciales cuando revisamos un trabajo).

Esto último, aunque no lo parezca, también es un elemento importante a considerar cuando brindamos un feedback.

Así pues, el feedback es importante dado que apunta a que los estudiantes logren sus objetivos y mejoren sus procesos de aprendizaje.

Implica un proceso de reflexión y orientación en conjunto, donde se resaltarán no solo los errores sino también los aciertos detrás del desempeño de una tarea.

Asimismo, forma parte fundamental para lograr un aprendizaje autorregulado y autónomo, un objetivo útil y trascendental en la educación.

¿Cuáles son los tipos de feedbacks?

En principio, hay diferentes tipos de feedbackpositivo o negativo. Según Freenberg et al. (2017), el positivo hace alusión a los signos que demuestran que el rendimiento en una tarea ha sido correcto.

Por otro lado, el negativo afirma que dicho rendimiento es incorrecto. Según algunos estudios revisados por estos autores, el feedback negativo (un castigo, por ejemplo) puede llegar a tener un impacto mayor con respecto al feedback positivo (por ejemplo, una recompensa).

No obstante, aunque ambos son reforzadores de la conducta, el nivel de efectividad en la aplicación de estos tipos de feedbacks puede variar. Esto dependerá de los factores afectivos, motivacionales, cognitivos, contextuales y psicológicos de los estudiantes.

Feedback según la tarea

Según Hattie y Timperley (2007) citados en Ruiz (2020), hay cuatro planteamientos importantes que aluden a las tareas escolares:

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  • Con respecto al resultado concreto de la tarea (FT): Proporciona información superficial y concreta, generalmente, ligada a una nota numérica, rúbricas, símbolos (correcto o incorrecto). Suele ser la más frecuente.
  • Sobre el proceso realizado para alcanzar el resultado (FP): Considera el proceso a través del cual se llega a la meta de la tarea. Es decir, no se limita a corregir errores puntuales ni brindar generalidades, sino que intenta dejar espacio a las recomendaciones para una mejor práctica futura.
  • Relacionado a los procesos metacognitivos (FM): Centrado en aquellas habilidades metacognitivas que potencian un aprendizaje autorregulado.
  • Sobre las cualidades del estudiante frente a la tarea (FA): Se enfoca en el esfuerzo del estudiante para la realización de la tarea. Es importante aclarar que, en este caso concreto, puede incidir la interpretación subjetiva del alumno que recibe la retroalimentación.

Cabe entonces la pregunta: ¿Cuál sería un feedback efectivo?

Como hemos mencionado anteriormente, existen varios factores que inciden en la valoración de los tipos de feedbacks y en si son adecuados o no. Si hay una certeza clara es que no siempre funciona de la misma manera para todos. Por tanto, Ruiz (2020) nos comparte algunos elementos a considerar en el momento de su aplicación (p. 268):

  • Momento y frecuencia: Esta característica siempre dependerá del tipo de tarea y feedback que se entrega. Por ejemplo, cuando se enfoca en el resultado (FT), se vuelve mucho más eficaz cuando es inmediato (evitando que los errores se queden fijados en la memoria). No obstante, un punto importante que resalta el autor es que este feedback no debe sustituir el proceso de autocorrección. Cuando el feedback se enfoca en el FP o FM, retrasarlo resulta útil para que el estudiante tenga tiempo de reflexionar, revisar, modificar y corregir la tarea.
  • Manera de proporcionar el feedback: Indica que, el feedback más recomendado será aquel que se dirige al estudiante y brinda pautas de mejora. Como consecuencia, los feedbacks FP y FM ofrecen mejores oportunidades para aprender en comparación con el FT. Sin embargo, todos estos tipos de feedbacks son importantes y tienen utilidad dependiendo de la tarea. Asimismo, es importante usar al feedback para evocar conocimientos y no para otorgar resultados. Es decir, no se trata de resolver los planteamientos sino de darle pistas al estudiante para que sea él quien llegue al resultado tras haber analizado y procesado la información. Adicionalmente, el feedback tiene que ser concreto y preciso, pues de esta manera, el estudiante tendrá más facilidad para detectar sus errores. Esto es, si las indicaciones son sistematizadas, las procesará de mejor manera.
  • Interpretación del feedback por parte de los estudiantes: Es innegable que el factor motivacional juega un importante rol en la manera en la que el estudiante recibirá el feedback.

¿Puede el feedback afectar la motivación de los estudiantes? 

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Definitivamente, sí. El feedback es un elemento clave en el aprendizaje que puede tener un impacto emocional directo en el alumno.

De ahí, la importancia de que este sea una crítica constructiva, positiva y que brinde recomendaciones al estudiante para que tenga un mejor desempeño.

Por lo tanto, dicha retroalimentación se vuelve necesaria para potenciar el aprendizaje y no para detractarlo.

En resumen, el feedback se vuelve fundamental para reconocer las fortalezas y debilidades, proponer soluciones y evitar la sensación de frustración o estrés que puede tener una mera calificación (Guillén, 2017).

Por otro lado, no debemos olvidar que un aspecto clave es mostrar al estudiante aquellas cosas que está haciendo bien, pues reforzar sus aciertos es un aspecto clave en la motivación.

Conclusión

Entendemos entonces que el feedback es un elemento necesario en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Ciertamente, el profesor se convierte en un apoyo elemental que guía, corrige y brinda recomendaciones y estrategias para que el estudiante mejore su rendimiento en el futuro.

Asimismo, es importante considerar que, idealmente, este feedback se debe ir retirando de forma progresiva para potenciar un aprendizaje autónomo y autorregulado, evitando así la dependencia hacia otro.

El feedback es, sin duda alguna, otro elemento que resalta la importancia del rol del profesor para potenciar el aprendizaje de sus alumnos.

Referencias bibliográficas

  • Cedeño, E. y Moya, M. E. (2019). La retroalimentación como estrategia de mejoramiento del proceso formativo de los educandos. Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo. https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/08/retroalimentacion-educandos.html//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1908retroalimentacion-educandos
  • Freenberg, M., Glass, B., Filoteo, J. V., Hazeltine, E. y Maddox, W. T. (2017). Comparing the effects of positive and negative feedback in information-integration category learning. Memory and Cognition, 45(1), 12-25. Doi: 10.3758/s13421-016-0638-3
  • Guillén, J. (2017). Neuroeducación en el aula. De la teoría a la práctica. CreateSpace.
  • Ruiz Martín, H. (2020). ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza (1a edición). Editorial Graó.
  • Sánchez Troussel, L. y Manrique, M. S. (2018). La retroalimentación más allá de la evaluación. Revista Latinoamericana de Educación Comparada9(14), 89-104. https://www.researchgate.net/publication/352358153_La_retroalimentacion_mas_alla_de_la_evaluacion_Feedback_beyond_evaluation