En la actualidad, nuestra sociedad está en una permanente búsqueda de lo que considera un “estándar de belleza y salud”. ¿Cómo se determina dicho estándar? Bombardeados de imágenes a través de los medios de comunicación y redes sociales. El cuidado del cuerpo, una alimentación saludable, nivel socioeconómico determinado, en fin… Las constantes y abrumadoras presiones sociales de las que todos somos testigos día a día, han puesto en debate hasta qué punto lo que hacemos o consumimos forma parte de una vida saludable, es una tendencia o incluso llega a afectar a la salud mental y física. En esta nota, abordaremos un trastorno relativamente nuevo, se trata de la ortorexia, la obsesión por comer saludable.

¿Qué es la ortorexia?

Bratmann (1997) define la ortorexia como aquella fijación patológica hacia la ingesta de alimentos saludables. Dadas sus características, existe un debate entre si se trata exclusivamente de un trastorno de la conducta alimentaria o si guarda relación con un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). No obstante, hay quienes consideran que la ortorexia es un trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos (TERIA) debido a su característica selectiva de alimentación.

obsesión por comer saludable

En este caso, la persona presenta un deseo persistente por comer saludable, con características específicas, cuyo fin es el de mantener una dieta saludable. De esta forma, se convierte en una preferencia patológica hacia los alimentos que son considerados como biológicamente puros.

Y, en consecuencia, se producen restricciones dietéticas significativas, patrones de alimentación, evitación estricta de alimentos poco saludables o impuros y preocupación excesiva por la elaboración de dichos alimentos y mantener esta dieta saludable.

¿Qué ocurre?

Dichas conductas derivan en interferencias en las relaciones interpersonales, insatisfacción y frustración (Behar, 2020). Ahora, es cierto que en un inicio, la persona que presenta ortorexia puede estar motivada por un deseo de mejorar su salud, perder peso o hacer frente a una determinada enfermedad.

No obstante, poco a poco, este deseo persistente se convierte en un aspecto dominante a la hora de alimentarse y en la vida cotidiana. De acuerdo con algunos estudios, la prevalencia es mayor en adolescentes, mujeres, físicoculturistas o personas relacionadas a la estética o al deporte.

Comer saludable de forma exclusiva: Características de la ortorexia

Este trastorno puede ser difícil de identificar en un principio. Sin embargo, algunas características, como el hecho de que la dieta se vuelve un aspecto fundamental, pueden dar cuenta de ello.

Es decir, cuando la persona centra sus actividades cotidianas para planificar, comprar y preparar su comida con el fin de mantener una dieta saludable, quizás empieza a haber signos de alerta. Esto se verá confirmado cuando, en caso de no suceder así, la persona experimente sentimientos de culpabilidad o ansiedad que producen un reajuste más restrictivo de sus hábitos alimenticios.

Configuración de una dieta específica de alimentación saludable

Ortorexia

En la ortorexia, la persona intenta evitar a toda costa todos aquellos alimentos que contengan colorantes, preservantes, químicos, grasas no saludables, excesiva sal o azúcar, pesticidas, etc. Behar (2020) habla de la generación de rituales que conducen a una dieta muy restrictiva y al aislamiento social compensatorio.

De hecho, parte de esta ritualización es lo que ha llevado a pensar que la persona con ortorexia puede presentar conductas obsesivo-compulsivas debido a su exagerado cuidado, orden y planificación detallada al momento de cocinar o comer.

Por otro lado, Aranceta Batrina (2007) divide esta dieta en cuatro momentos:

  1. El primero, cuando la persona se dedica a pensar, detenidamente, en lo que va a comer ese día o los próximos.
  2. El segundo, cuando se realiza la compra meticulosa y detallada de alimentos que contengan ingredientes saludables.
  3. En el tercer momento, cuando empieza a preparar la comida por medio de una serie de procedimientos y técnicas estrictas.
  4. Por último, el momento de satisfacción o culpabilidad, de acuerdo al nivel de cumplimiento de los momentos anteriores.

La idea ilusoria de control y la obsesión por comer saludable

Generalmente, las personas con ortorexia suelen ser muy disciplinadas, estrictas, exigentes y perfeccionistas consigo mismas y los demás. Bratmann (1997) relaciona la ortorexia con una sensación falsa de protección y control sobre la vida. Y, asimismo, apoya la idea de que puede existir cierto inconformismo que da paso, de forma inconsciente, a lograr los estándares de belleza y salud. Por otro lado, se habla también de una búsqueda incesante de perfeccionamiento del cuerpo (aceptación social), fijación en la apariencia, preocupación excesiva por el peso, sensación de inseguridad o insatisfacción.

Criterios diagnósticos

A pesar de que no hay criterios diagnósticos establecidos con claridad para este trastorno, se pueden tomar en cuenta como base los del TERIA. Evidentemente, cada profesional intervendrá de acuerdo al caso particular.

Clasificación según APA (2013) de un TERIA

1. Trastorno alimentario o de la ingestión de alimentos por diferentes motivos. Por ejemplo, preocupación por las consecuencias de la ingestión de ciertos alimentos, falta de interés por comer, evitar cierta comida por sus descripciones organolépticas (características físicas como textura, color, olor, entre otras).

obsesión por comer saludable

Estas preocupaciones son resultado de un deseo persistente de cumplir adecuadamente aquellas demandas nutricionales y/o energéticas, por una obsesión por comer saludable, explicadas por:

  • Pérdida de peso significativa.
  • Sometimiento a suplementos nutritivos orales.
  • Afectación a nivel psicosocial.
  • Deficiencia nutritiva importante.

2. Este trastorno no se explica por falta de alimentos disponibles o por una práctica asociada culturalmente aceptada.

3. Este trastorno no se produce únicamente en la presencia de otros trastornos como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, entre otros.

4. No se puede atribuir a una afección médica concurrente o no se explica mejor por otro trastorno mental.

Asimismo, se vuelve necesario especificar si este trastorno, con todos los criterios mencionados, se ha producido dentro de un período continuo.

Cuestionario ORTO-15 de Bratmann: Una propuesta de detección de la ortorexia

Por otro lado, Aranceta Batrina (2007), tras el análisis de varios estudios realizados por Bratmann y descritos en el cuestionario ORTO-15, propone que, si se producen respuestas afirmativas ante estas premisas, estaríamos frente a un caso de ortorexia, que se refleja en la obsesión por comer saludable (p.314):

  • Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
  • Preocuparse más por la calidad de los alimentos que del placer de consumirlos.
  • Disminución de su calidad de vida conforme aumenta la “calidad” de su alimentación.
  • Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.
  • Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente.
  • Aislamiento social provocado por su tipo de alimentación

Consecuencias de la ortorexia: La obsesión por comer saludable tiene un precio

dieta saludable

A nivel físico, Muñoz y Martínez (2007) indican que las personas con ortorexia pueden cursar procesos de desnutrición, anemia, hiper/hipo-vitaminosis, hipotensión, osteoporosis, deficiencias nutricionales y dependencia a suplementos nutricionales. A nivel vitamínico, en casos avanzados, la carencia de la vitamina B12 puede influir en cambios comportamentales que deriven en obsesión.

Asimismo, Behar (2020) menciona que pueden presentarse períodos de ansiedad o vergüenza en la vida cotidiana dada la constante preocupación por los alimentos y una alimentación saludable.

Tratamiento

Vistas las características del trastorno, es importante contar con un equipo interdisciplinario que incluya acompañamiento psicológico, nutricionista y médicos que puedan ayudar a verificar el estado de salud y nutricional de la persona. Algo positivo que añadir sobre el tratamiento es que, dada la constante preocupación de la persona por su dieta saludable, supone una ventaja al explicarle que sus decisiones están interfiriendo con su deseo de bienestar. En consecuencia, suelen reaccionar favorablemente ante el mismo.

Conclusión

Como todo, ningún extremo resulta ser bueno. La búsqueda incesante por comer saludable puede estar desencadenada por otros factores que, lejos de lo que pensamos, resultan ser todo menos adecuados.

Los jóvenes, en mayor medida, sufren de una gran presión social por mantener un cuerpo perfecto y una vida fit. Sin embargo, cabe preguntarnos, ¿en qué momento esta búsqueda de cuidado puede convertirse en una pesadilla? La importancia de cuestionar todo lo que vemos y reflexionar sobre cómo nos afecta forma parte de un análisis constante y deseable para plantearnos cómo concebimos una vida saludable y sus implicaciones.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2013)Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
  • Aranceta, J. (2007). Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable. Archivos Latinoamericanos de nutrición, 57(4), 313-315. https://www.researchgate.net/publication/262739038_Ortorexia_o_la_obsesion_por_la_dieta_saludable
  • Behar, R. (2020). El amplio espectro de los trastornos evitativos/restrictivos de la ingestión de alimentos, ortorexia y otros desórdenes (alimentarios). Revista chilena de neuro-psiquiatría58(2), 171-185. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272020000200171
  • García, A., Ramírez, I., Ceballos, G. y Méndez, E. (2014). ¿Qué sabe Ud. Acerca de… Ortorexia?. Revista mexicana de ciencias farmacéuticas45(2), 84-87. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=57932294010
  • Muñoz, R. y Martínez, A. (2007). Ortorexia y vigorexia: ¿nuevos trastornos de la conducta alimentaria?. Trastornos de la conducta alimentaria, 5, 457-482. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2379929