El camuflaje en personas con trastorno del espectro autista (TEA) ha captado la atención de investigadores y clínicos, especialmente en relación con las diferencias de sexo. En este sentido un artículo reciente, publicado en 2021 en la revista HHS Author Manuscripts, se propuso explorar cómo dicho fenómeno puede variar entre hombres y mujeres con TEA. Particularmente, el estudio examina cómo la compensación y las habilidades sociales influyen en la capacidad de adaptación social de las personas con TEA. Consecuentemente nos preguntamos, ¿es el camuflaje un mecanismo más prevalente en mujeres? ¿Cómo afecta su interacción social?

Pero antes que nada, definamos qué es el TEA

El TEA es una condición compleja que afecta el desarrollo y se manifiesta en diversos grados de dificultades. Por ejemplo en la comunicación social, la interacción social y el comportamiento. Caracterizado por patrones repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, el TEA abarca un espectro amplio que incluye diferentes perfiles de habilidades y desafíos.

TEA y camuflaje

Asimismo, aunque se presenta típicamente en la infancia, sus efectos perduran a lo largo de la vida. Por otro lado, a pesar de que las tasas de prevalencia muestran una mayor incidencia en los varones, el TEA en mujeres a menudo exhiben un fenotipo único. Y, estas últimas, pueden enfrentar desafíos específicos que contribuyen al subdiagnóstico.

El fenómeno del camuflaje

En este contexto, un concepto llamado “camuflaje” ha emergido como un aspecto intrigante del TEA, especialmente en relación con las diferencias de género. Este fenómeno implica estrategias que las personas con TEA, en particular las mujeres, emplean para disimular sus síntomas y adaptarse a las expectativas sociales. Dicho proceso puede facilitar la navegación en situaciones sociales. Y, también, plantea preguntas fundamentales sobre la identificación precisa del TEA, especialmente en individuos que emplean tácticas de camuflaje de manera efectiva.

TEA y camuflaje en función del sexo

Las disparidades en la manifestación del TEA en función del sexo han sido objeto de atención en diversas esferas. Abarcando desde los rasgos diagnósticos hasta las capacidades cognitivas y lingüísticas. Concretamente, en el caso de las mujeres con TEA, en estudios previos se ha observado que pueden exhibir habilidades sociales aparentemente más avanzadas en comparación con sus pares masculinos.

Sin embargo, como adelantamos previamente, esta aparente competencia social puede dar lugar a un subdiagnóstico significativo. Lo anterior, se debe a que las medidas de diagnóstico existentes a menudo, están sesgadas hacia la presentación clínica más común en hombres. Consecuentemente, esto puede impactar y conllevar consecuencias importantes para el acceso a intervenciones y apoyo adecuados.

¿De qué trata este estudio?

La investigación se basa en la premisa de que el camuflaje, en individuos con TEA, presenta diferencias significativas basadas en el sexo. Y, asimismo, puede estar vinculado a modelos compensatorios en la cognición social y la comunicación. Con un enfoque particular en la adolescencia, etapa crítica en el desarrollo.

¿Cómo se realizó?

A través de un análisis minucioso de 161 participantes con TEA, se examinan las diferencias sexuales en el camuflaje. Destacando cómo las mujeres tienden a mostrar habilidades vocales superiores, y se exploran las compensaciones que podrían influir en la interacción social y la empatía.

Para lo anterior, se utilizaron cuestionarios específicos con el fin de evaluar diferencias diagnósticas y de compensación. Los participantes se dividieron en grupos según niveles de compensación (alta o baja) y se realizaron análisis de comparación.

Acerca de los participantes

Fueron seleccionados mediante un ensayo clínico multicéntrico centrado en habilidades sociales. Se usaron criterios de inclusión estrictos para garantizar un diagnóstico de TEA confirmado y pruebas de diagnóstico estándar. La compensación se evaluó mediante el modelo de cuatro grupos propuesto por Livingston.

Diferencias en TEA y camuflaje basadas en el sexo

Este estudio reveló diferencias notables basadas en el sexo en los rasgos diagnósticos del TEA, ofreciendo una perspectiva valiosa sobre la presentación clínica específica de mujeres con esta condición. Así pues, se observó que las mujeres exhibieron significativamente menos comportamientos repetitivos en comparación con sus contrapartes masculinas, lo que destaca la heterogeneidad en la manifestación de los síntomas dentro de la población femenina que presenta dicho cuadro.

Grandes diferencias: La interacción social

Un aspecto interesante fue la observación de una expresión vocal mejorada en mujeres durante la Evaluación de la comunicación social en el contexto de la adolescencia (The Contextual Assessment of Social Skills, CASS, en inglés). Esta diferencia sugiere que las habilidades de comunicación social, especialmente en el ámbito vocal, pueden variar entre los géneros en el contexto del TEA.

Además, el análisis de las estrategias de compensación arrojó resultados intrigantes. Aquellos en el grupo de compensación alta, exhibieron una comunicación social más robusta, destacando la importancia de examinar no solo los déficits sino también las fortalezas y estrategias adaptativas en individuos con TEA.

¿Por qué son importantes los hallazgos en TEA?

Lo cierto es que tienen implicaciones prácticas sustanciales para la evaluación y el abordaje de esta condición. Y es que, la consideración de estas diferencias en la práctica clínica y educativa puede mejorar significativamente la calidad de la atención y la efectividad de las intervenciones.

En primer lugar, la comprensión de las diferencias fenotípicas basadas en el sexo destaca la necesidad de un enfoque más específico y sensible al género en la evaluación del TEA. De esta manera, los profesionales de la salud y la educación deben estar alerta a la variabilidad en la presentación de síntomas, especialmente aquellos relacionados con comportamientos repetitivos.

camuflaje

Limitaciones a tener en cuenta

Una de las más notables radica en la desigualdad de los grupos según el sexo, lo que puede introducir sesgos potenciales en la interpretación de los resultados. Dicha disparidad podría influir en la generalización de los hallazgos a una población más amplia y, por lo tanto, se debe abordar con cautela al extrapolar los resultados a contextos más diversos.

Por otro lado, los autores señalan otra limitación relacionada con el tamaño reducido de algunos de los grupos de compensación. Este aspecto podría afectar la robustez de las conclusiones. Ya que muestras más pequeñas están sujetas a una mayor variabilidad y una representatividad limitada.

En conclusión

Los resultados proporcionan una visión esclarecedora de las diferencias fundamentales basadas en el sexo y los niveles de compensación entre jóvenes con trastorno del espectro autista. Así, la identificación de menos comportamientos repetitivos en mujeres con TEA resalta la importancia de considerar las variaciones fenotípicas según el sexo en el diagnóstico y la intervención.

Además, la destacada disparidad en la compensación, con el grupo de compensación alta exhibiendo una comunicación social más fuerte, plantea cuestiones fundamentales sobre cómo se pueden adaptar las intervenciones para aprovechar las fortalezas y abordar los desafíos específicos de este grupo. Por último, si te interesa saber más sobre esta temática, te recomendamos nuestro curso en atención temprana y abordaje familiar para TEA.

Referencia bibliográfica

  • Corbett, B. A., Schwartzman, J. M., Libsack, E. J., Muscatello, R. A., Lerner, M. D., Simmons, G. L. y White, S. W. (2021). Camouflaging in Autism: Examining Sex-Based and Compensatory Models in Social Cognition and Communication. Autism research : official journal of the International Society for Autism Research14(1), 127-142. https://doi.org/10.1002/aur.2440