Mientras la anorexia nerviosa (AN) se manifiesta como un trastorno alimentario que tiene implicaciones físicas, psicológicas y sociales, el trastorno del espectro autista (TEA) se encuentra en el espectro de los trastornos del neurodesarrollo. El cual es caracterizado por deficiencias en habilidades comunicativas y sociales. A primera vista, ambos pueden parecer muy diferentes, pero investigaciones recientes han revelado similitudes en relación a la conocida teoría de la mente. Entonces… ¿Cómo se relacionan la teoría de la mente y la anorexia? ¿Cómo se vincula con el TEA?
Un vínculo invisible entre trastornos: Anorexia y TEA
Las personas diagnosticadas con TEA, a menudo, presentan alteraciones alimentarias y síntomas gastrointestinales, aunque estas no necesariamente constituyen un trastorno alimentario. Sin embargo, dichas alteraciones pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria en el futuro.
Así, el TEA puede manifestarse con diversas problemáticas alimentarias, como el rechazo de alimentos, el síndrome de pica, rumiación, alimentación selectiva, neofobia (rechazo a alimentos nuevos), polidipsia y sobrealimentación. Dichas problemáticas tienden a persistir en la adolescencia y la edad adulta.
De hecho, las alteraciones alimentarias fueron identificadas en las primeras descripciones de indicadores tempranos del autismo, junto con el bajo peso. Si te interesa saber más sobre esta temática, te recomendamos nuestro curso en atención temprana y abordaje familiar para TEA.
¿Influyen los colores y las texturas en la selección de alimentos?
En ocasiones, el hecho de seleccionar alimentos es el resultado de comportamientos ritualizados. Mientras, en otros casos se debe a la hipersensibilidad de las personas con TEA a texturas, olores y sabores. Incluso el color de los alimentos puede ser un factor, llevando al consumo de alimentos de un solo color.
Estos desafíos alimentarios resaltan la necesidad de un enfoque integral para comprender y abordar la comorbilidad entre el TEA y las alteraciones alimentarias. Teniendo en cuenta que aunque no siempre la selección de alimentos afecta el peso, sí puede tener un impacto en la vida social de la persona (Marco, 2020).
Teoría de la mente: ¿Qué tiene que ver?
La teoría de la mente, o mentalización, es una capacidad fundamental en la cognición social. Implica la habilidad para inferir y reflexionar sobre los estados mentales y emocionales de otras personas, incluyendo sus creencias, intenciones y comportamientos. En el contexto de la AN, se ha observado que quienes la presentan manifiestan capacidades empáticas y de mentalización reducidas.
También es interesante destacar que existen similitudes entre los perfiles neurocognitivos de individuos con TEA y aquellos con AN en la capacidad de mentalización. De hecho, ambos grupos muestran dificultades comparables en diversas medidas conductuales relacionadas con la mentalización. Esto sugiere una superposición en estas áreas cognitivas y emocionales (Kerr-Gaffney et al., 2020).
¿Cómo es en el TEA?
El TEA se encuentra catalogado dentro del grupo de trastornos del neurodesarrollo y se distingue por un conjunto de alteraciones en las habilidades comunicativas, sociales y lingüísticas. A su vez, acompañadas de comportamientos estereotipados, rigidez mental y una limitada flexibilidad cognitiva y pensamiento simbólico.
Estas características dificultan su adaptación a entornos o actividades que difieren de su rutina diaria. Y, entre ellas, una de las deficiencias más destacadas en niños es la falta de comprensión de las emociones propias y ajenas, lo que agudiza las carencias comunicativas y sociales.
La teoría de la mente, que implica la capacidad de entender y atribuir estados mentales, como creencias e intenciones, a uno mismo y a los demás, es un aspecto particularmente desafiante en el TEA. Sobre todo, entre los 3 y 5 años, durante el desarrollo emocional, cognitivo y social, donde los más pequeños comienzan a desarrollar esta habilidad.
Las etapas incluyen la autoconciencia de emociones negativas u oposicionistas, una mejor interpretación de los demás debido a una mayor distinción entre el yo y los otros, una mayor receptividad a patrones o reglas sociales. Y por último, la aparición de emociones auto-evaluativas, como el orgullo, la vergüenza y culpa (García García, G., 2019).
Un completo desafio
La dificultad para comprender la teoría de la mente es una de las características clave del TEA. Esto es lo que hace que actividades que requieren tal capacidad, como imaginar, pensar, fingir, interpretar conversaciones y gestionar emociones, sean extremadamente desafiantes o incluso imposibles para quienes tienen TEA, según el caso. Por ello, la adquisición y el desarrollo de la teoría de la mente son aspectos fundamentales en el entrenamiento y la integración en entornos educativos y sociales (García García, 2019).
¿Qué ocurre en la anorexia?
A pesar de que la mayoría de los diagnósticos de AN se dan en mujeres, se ha observado recientemente una alta prevalencia de síntomas comórbidos de TEA. Además, en cuanto a la teoría de la mente y la anorexia, estudios experimentales han indicado que las personas que la padecen experimentan problemas en la cognición social que se asemejan a las de aquellos con TEA.
Asimismo, al parecer, presentan dificultades para identificar y expresar emociones faciales. Sin embargo, en contraste con el TEA, estas primeras también muestran sesgos en la interpretación y atención, consistentes con su estado de ánimo, lo que podría influir en estas dificultades en la cognición social. Con esto, dichos sesgos de interpretación pueden dar lugar a un perfil de teoría de la mente diferente en la AN en comparación con el TEA (Leppänen et al., 2018).
Teoría de la mente y anorexia en TEA: La capacidad de mentalización
Se ha planteado la hipótesis de que las dificultades de mentalización observadas en la AN podrían estar relacionadas con los efectos neurocognitivos de la inanición, resultante de una alimentación extremadamente restringida. Así, los déficits socioemocionales y cognitivos, como la rigidez conductual y el retraimiento social, que se experimentan cuando el cerebro se ve privado de nutrientes, podrían imitar lo que se observa en el TEA. De hecho, algunas investigaciones sugieren que los rasgos autistas aumentan en gravedad a medida que los síntomas de la AN se agravan. Sin embargo, aún existe cierta controversia en cuanto a si esta relación se mantiene estable según los síntomas de la AN varían en intensidad (Kerr-Gaffney, et al., 2020).
Conclusión
Al explorar las conexiones entre la anorexia, el TEA y la teoría de la mente, descubrimos un mundo intrigante de similitudes y diferencias en las experiencias humanas. Estos trastornos, que pueden parecer muy distintos, comparten algunos aspectos de cómo pensamos y sentimos, desafiando ideas convencionales, donde las semejanzas nos invitan a repensar cómo comprendemos la salud mental y la empatía.
Más allá de las etiquetas médicas, recordemos que cada persona es única. Por lo tanto, abordar estos desafíos de manera completa es crucial para mejorar la atención en salud mental, e incrementar el bienestar de las personas que presentan estos trastornos. Para trabajar en casos de anorexia o bulimia desde una perspectiva interdisciplinaria, te recomendamos nuestro curso de intervención en trastornos de la conducta alimentaria.
Referencias bibliográficas
- García García, G. (2019). Adquisición y desarrollo de la Teoría de la mente en un niño diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA). [Trabajo Fin de Grado en Psicología]. Universidad de Almería.
- Kerr‐Gaffney, J., Hayward, H., Jones, E., Halls, D., Murphy, D. y Tchanturia, K. (2021). Autism symptoms in anorexia nervosa: a comparative study with females with autism spectrum disorder. Molecular autism, 12(47). https://doi.org/10.1186/s13229‐021‐00455‐5
- Kerr-Gaffney, J., Harrison, A. y Tchanturia, K. (2020). Autism spectrum disorder traits are associated with empathic abilities in adults with anorexia nervosa. Journal of Affective Disorders, 266, 273-281. https://doi.org/10.1016/j.jad.2020.01.169
- Kerr-Gaffney, J., Jones, E. J. H., Mason, L., Hayward, H., Murphy, D., Loth, E. y Tchanturia, K. (2021). Social attention in anorexia nervosa and Autism Spectrum Disorder: Role of social motivation. Autism, 26(7), 1641-1655. https://doi.org/10.1177/13623613211060593
- Leppänen, J., Sedgewick, F., Treasure, J. y Tchanturia, K. (2018). Differences in the Theory of mind Profiles of Patients with anorexia nervosa and individuals on the autism Spectrum: a Meta-analytic review. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 90, 146-163. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2018.04.009