Seguro que hemos escuchado hablar de las personas con altas capacidades intelectuales (AACCI), más comúnmente, conocidas como superdotadas. Algunas de ellas incluso han sido reconocidas como genios. Hoy en día, en el ámbito educativo, es común hablar del concepto atención a la diversidad. Frecuentemente, lo asociamos con el alumnado con dificultades de aprendizaje o con necesidades educativas especiales. No obstante, ¿qué sucede con los alumnos con altas capacidades intelectuales? ¿Es todo más fácil para ellos, simplemente, por tener esta capacidad? A continuación, daremos respuesta a estas preguntas.  

¿Qué son las altas capacidades intelectuales (AACCI) ?

Las altas capacidades intelectuales (AACCI) son capacidades excepcionales en una o más áreas del conocimiento o en una o más funciones cognitivas.

De esta manera, para que podamos considerar que alguien presenta AACCI, tendremos que prestar atención a su rendimiento, nivel de motivación y entorno.

Asimismo, las personas con altas capacidades intelectuales destacan, potencialmente, por una alta competencia en una o diversas áreas cognitivas.

Como menciona Covarrubias (2018), esta capacidad o potencial por encima del promedio ha tratado de explicarse a través de diferentes modelos y conceptos. A continuación, haremos un breve repaso que nos permitirá distinguir algunos términos relacionados.

Modelos teóricos que explican la sobredotación 

Según la categorización propuesta por Mönks y Mason (2000), estos modelos teóricos se agrupan en cuatro. Cabe mencionar que todavía se siguen investigando las posibles causas de las altas capacidades intelectuales, por lo que no hay un modelo concluyente.

En primer lugar, encontramos los modelos basados en las capacidades, orientados a la evaluación psicométrica, es decir, los test de inteligencia. Por ejemplo, la medida de coeficiente intelectual de Terman (1921).

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En segundo lugar, los modelos de rendimiento, que consideran la alta capacidad como un elemento necesario pero no suficiente para conseguir el rendimiento excepcional.

Así lo explica Renzulli (1994) con el modelo de los tres anillos donde postula que también es necesaria la creatividad y el compromiso para conseguir con éxito un logro.

Por otro lado, hay dos autores que defienden los modelos cognitivos.

Iniciamos con Gardner (1983), quien amplía el concepto de inteligencia y defiende su carácter plural y moldeable con el modelo de inteligencias múltiples, en el que muestra que existen 8 tipos de inteligencia.

Por otro lado, Sterndnberg (1988) plantea su teoría triárquica, en la que aporta diferentes maneras en las que se puede manifestar la inteligencia, destacando la importancia de su interacción con otros elementos como la experiencia y la adaptación al entorno sociocultural de cada persona.

Finalmente, los modelos socioculturales, defienden la influencia del ambiente, cultura y as relaciones en la persona con altas capacidades. El autor más representativo de esta corriente es Tannenbaum (1986). Veamos un poco más.

Algunos conceptos relacionados con las altas capacidades intelectuales

Hoy en día, el concepto más utilizado es el de altas capacidades para definir y mostrar que este colectivo abarca a un grupo de personas heterogéneo. No obstante, hay diversos términos que se relacionan y han sido predecesores de la actual definición.

Por un lado, la superdotación o la sobredotación. Tal y como explicaba Randzulli (1986), es la capacidad de poseer un nivel por encima de la norma en todas las aptitudes intelectuales.

Por otro lado, el término talento se utiliza cuando un individuo destaca en un ámbito concreto. Otro concepto muy común es la precocidad, definido como un ritmo de desarrollo más rápido e inusual para la edad del niño(Tannenbaum, 1993).

Finalmente, conceptos como genios o prodigios, también nos pueden resultar familiares.

¿Cómo son los alumnos con altas capacidades intelectuales (AACCI)?

Los alumnos con sobredotación, talento o AACCI son un colectivo diverso. Es decir, sus características no son las de un grupo homogéneo. Por lo tanto, sus aptitudes y comportamientos no son siempre iguales. Algunos rasgos generales que pueden compartir incluyen:

Resolución y estrategias

Mayor capacidad de resolución de problemas complejos, además de hacer uso de estrategias resolutivas menos convencionales (Sastre-Riba, 2008). 

Dificultad de la socialización en las personas superdotadas

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Duch et al. (2014) explican que pueden tener dificultades con su grupo de pares.

Por ejemplo, el hecho de que su lenguaje o vocabulario tienda a ser más extenso o complejo con respecto al de sus compañeros puede entorpecer la comunicación y/o interacción. 

Siguiendo esta línea, se pueden identificar algunos síntomas de alerta, por ejemplo, si tienden a relacionarse con adultos, no participan en las actividades con el grupo-clase o tienen tendencia a la timidez u orgullo. 

El tema de la socialización en este colectivo ha generado controversia a lo largo de la historia.

Existen autores que manifiestan que los problemas de socialización son consecuencia de una mayor capacidad intelectual.

Y, contrariamente a esta premisa, otros afirman que las personas con altas capacidades también tienen un mayor éxito en la socialización como consecuencia de ello.

Interacción social y bienestar emocional

En un estudio, Olivier et al. (2016) quisieron comprobar si podían encontrar diferencias en el grado de bienestar social de las personas con altas capacidades intelectuales con respecto a las personas con una inteligencia estándar.

Para ello, utilizaron la Escala de Bienestar Psicológico de Sánchez-Canovas (1998) que evalúa el grado de satisfacción de la persona a través de cuatro apartados: a) Bienestar psicológico subjetivo, b) bienestar material, c) bienestar laboral y d) bienestar en su relación de pareja.

Como resultado, no hallaron resultados significativos entre los dos colectivos. Por lo tanto, se podría afirmar que el aspecto social y emocional está bastante generalizado y estereotipado en las personas con altas capacidades intelectuales. 

Perfeccionismo: Característica común en las personas superdotadas

Puede presentarse perfeccionismo y, a su vez, falta de seguridad. Además, de una posible tendencia al aburrimiento en el aula si las adaptaciones no son adecuadas a la necesidad de cada niño.

Texto

En este punto, es importante centrarnos en una perfección positiva y no en una perfección que lleve a una baja autoestima.

Y, en consecuencia, a un bajo rendimiento.

Influirán en este aspecto, tanto el carácter del niño con altas capacidades intelectuales como su familia y las adaptaciones curriculares en el ámbito escolar.

Destacamos la importancia, por un lado, de la inclusión en su etapa de escolarización y, por otro, que sus necesidades se vean reflejadas en los programas de atención a la diversidad de los centros educativos. 

¿Qué dificultades pueden encontrar los estudiantes con altas capacidades en el proceso de aprendizaje?

Los alumnos con AACCI necesitan retos y propuestas que les permitan trabajar sus habilidades y ponerse a prueba ellos mismos.

Debido a sus características, requieren de ciertas necesidades específicas que, frecuentemente, suelen tardar en satisfacerse durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, se convierten en dificultades. Teniendo en cuenta siempre las características de cada alumno, algunas de ellas pueden ser (Duch et al., 2014):

  • Estereotipos.
  • Falta de formación de los docentes que, en consecuencia, dificulta la detección e intervención así como la ausencia de recursos y estrategias para trabajar con estos alumnos.
  • Desinterés y aburrimiento que pueden causar angustia, desmotivación e incluso conductas disruptivas. 
  • Currículos inadecuados a sus necesidades, producto de actividades repetitivas que no se adaptan a sus intereses. Frecuentemente, no son aplicables a la realidad y pueden dar paso a la sensación de que lo que están aprendiendo no sirve para nada. 
  • Metodologías y temporización no adaptadas a sus características. Es decir, poco innovadoras y flexibles.  
  • Falta de estímulos y, en consecuencia, negación de oportunidades educativas de calidad. 

Intervención educativa

En toda intervención educativa es importante plantear un modelo inclusivo que atienda las necesidades educativas de apoyo específico. Además, el trabajo interdisciplinario ayudará a llegar a diversos aspectos claves en todo proceso educativo, ya sean académicos, emocionales o sociales.

Es importante iniciar con una evaluación psicopedagógica que permita especificar las necesidades del estudiante y conocer las habilidades y destrezas que se puedan reforzar en la clase. Algunas estrategias inclusivas que los profesionales podrían emplear son (Martínez y Guirado, 2012):

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  • Promover la autonomía
  • Atención individualizada con el fin de solventar las necesidades de cada niño.
  • Búsqueda de utilidad a los conceptos que se aprenden.
  • Estrategias de aprendizaje como la del trabajo por proyectos, tanto de manera individual como colectiva. De este modo, el alumnado desarrolla el esfuerzo (proyectos individuales) y favorece las relaciones sociales (proyectos grupales). 
  • Trabajo de expertos para profundizar en los temas que se revisan en clase y que puedan ser interesantes para los alumnos y, de esta manera, conseguir su motivación.
  • Aprendizaje centrado en intereses personales. 
  • Desdobles de grupos para ayudar a conseguir una atención más precisa.
  • Creación de actividades complementarias de profundización. Sin embargo, es importante no cargar al alumnado con tareas desmotivadoras. 
  • Adaptaciones curriculares de ampliación o enriquecimiento que deberán ser revisadas, periódicamente para comprobar que se están cumpliendo los objetivos.

La motivación: Un factor clave

En muchas ocasiones, los menores con AACCI viven situaciones, hechos o retos que son conseguidos con poco o incluso sin esfuerzo. Esto genera importantes niveles de baja motivación y, en consecuencia, el estudiante puede hasta dejar de participar de forma activa en las actividades del aula, llegando incluso al fracaso escolar.

Por todo esto, es clave lograr una detección a tiempo y, por otra parte, una intervención específica. Así, los profesionales conseguirán favorecer tanto el proceso de aprendizaje como los aspectos sociales y emocionales. 

Recomendaciones para las familias

Es fundamental que todos los agentes educativos participen activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje del niño. A continuación, se proponen algunas recomendaciones para las familias con niños con AACCI:

  • En primer lugar, evitar etiquetas y comparaciones. Es decir, es importante aceptarlos tal y como son, sin hacer referencias con hermanos u otros niños.
  • Estimular su poder creativo y pensamiento crítico. Por ejemplo, aumentando la dificultad de las tareas o conversando sobre temas de actualidad más profundos, siempre considerando su edad. 
  • Proporcionarles acceso a materiales y/o actividades de su interés, por ejemplo, revistas, actividades extraescolares o salidas. 
  • Hacerles partícipes de las actividades y tareas de la vida cotidiana. 
  • Finalmente, la coordinación con la escuela u otros profesionales es fundamental. 

Conclusión 

Los alumnos con altas capacidades intelectuales (AACCI) también requieren de nuestra atención. En conclusión, cada alumno tiene capacidades, intereses, ritmos, motivaciones y experiencias educativas diferentes que hacen que su proceso de aprendizaje sea único e irrepetible.

De este modo, es necesario desarrollar una educación que valore y respete las singularidades, transformándolas en oportunidades que faciliten su desarrollo personal y social.

Alrededor de la sobredotación siguen existiendo muchos prejuicios que, poco a poco, se han ido eliminando. Por ello, es importante que rompamos barreras y demos oportunidades. Una de las claves para conseguirlo es la búsqueda de objetivos y estrategias comunes entre familia, escuela y sociedad. 

Referencias bibliográficas

  • Calero, M. D., García, M. B. y Gómez, M. T. (2007).  El alumnado con sobredotación intelectual. Conceptualización, evaluación y respuesta educativa. Sevilla: Junta de Andalucía. Consejería de Educación. http://hdl.handle.net/11162/98131
  • Carpintero, E., Cabezas, D. y Pérez, L. (2009). Inteligencias Múltiples y altas capacidades. Una propuesta basada en el modelo de Howard Gadrner. Revista Faísca, 14(16), 4-13. https://sid-inico.usal.es/articulo/inteligencias-multiples-y-altas-capacidades-una-propuesta-de-enriquecimiento-basada-en-el-modelo-de-howard-gardner/
  • Covarrubias, P. (2018). De altas capacidades y el talento. Revista de Investigación Educativa de la Rediech, 9(17), 53-67. https://doi.org/10.33010/ie_rie_rediech.v9i17.123
  • Duch, R., Martínez, M., Miró, R.M., Pié, A. y Rodríguez, I. (2014). Discapacitat, sobredotació intel·lectual i Trastorns de l’Espectre Autista. Oberta UOC Publishing, S. L.
  • Gómez-León, M. I. (2019). Psicobiología de las altas capacidades intelectuales. Una revisión actualizada. Revista Psiquiatría Biológica, 26(3), 105-112. Doi: 10.1016/j.psiq.2019.09.001
  • Martínez, A. M. y Guirado, A. (2012). Altas capacidades intelectuales en la escuela. Pautas de actuación, orientación, intervención y evaluación. Editorial Graó.
  • Ramos, J. F. (2008). La respuesta educativa al alumnado con  altas capacidades desde el enfoque curricular: del plan de atención a la diversidad a las adaptaciones curriculares individuales. Revista Faísca, 13(15), 40-49. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3539199
  • Sastre-Riba, S. (2008). Niños con altas capacidades y su funcionamiento cognitivo diferencial. Revista Neurodesarrollo, 46(1), 11-16. Doi: 10.33588/rn.46S01.2008008
  • Sastre-Riba, S. (2012). Alta capacidad intelectual: perfeccionismo y regulación metacognitiva.  Revista Neurología, 54(1), 21-29. Doi: 10.33588/rn.54S01.2012011