En los últimos años, el campo de la psicoterapia ha comenzado a incorporar herramientas orientadas al cultivo de la afectividad. Tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Tales propuestas, conocidas como Terapias Centradas en la Compasión (Compassion-Focused Therapy, CFT, en inglés), buscan reducir el sufrimiento psicológico y mejorar el bienestar emocional mediante prácticas que activan sistemas emocionales asociados al cuidado, la seguridad y la afiliación. A continuación, exploraremos cómo funcionan las terapias mencionadas y qué dice la evidencia sobre su eficacia.

Origen y fundamentos teóricos

Terapia centrada en la compasión, CFT

La CFT fue desarrollada por el psicólogo Paul Gilbert como respuesta a las limitaciones que presentaban algunas terapias en personas con altos niveles de autocrítica o dificultades para generar autoaceptación. Su marco teórico se basa en una perspectiva evolutiva, entendiendo que el cerebro humano desarrolló sistemas ciertos emocionales. Entre ellos, se encuentran el sistema de amenaza (vinculado al miedo y la autodefensa), el sistema de logro (relacionado con la motivación y recompensa) y el sistema de calma (asociado a la conexión y la seguridad).

Según dicho enfoque, gran parte de quienes sufren psicopatologías, muestran una sobreactivación del sistema de amenaza y una baja activación del sistema de calma. Por ello, se busca desarrollar la compasión para equilibrar los sistemas, fomentando emociones que proveen alivio, confianza y conexión social.

¿Cuáles son sus objetivos?

La CFT busca promover una actitud compasiva hacia uno mismo y hacia los demás, entendida como una sensibilidad al sufrimiento unida al compromiso por aliviarlo. Para ello, se emplean diversas estrategias, como ejercicios de imaginería compasiva, entrenamiento en tono de voz y postura corporal, meditación guiada, escritura reflexiva y prácticas de atención plena centradas en el cuidado.

Además, se trabaja la identificación y modificación de pensamientos autocríticos, el desarrollo de una voz interna compasiva, y la exposición gradual a emociones difíciles desde una perspectiva de cuidado y aceptación. Dicha aproximación no busca eliminar el malestar, sino transformarlo a través del vínculo interno bondadoso.

¿Qué tan eficaz es la Terapia Centrada en la Compasión?

Terapia centrada en la compasión, CFT

Una de las investigaciones más relevantes en este campo, es el metaanálisis realizado por James Kirby y su equipo en 2017. El estudio analizó 21 investigaciones sobre intervenciones basadas en la compasión. De tal manera, los resultados mostraron que las CFT tienen efectos positivos moderados en la reducción de síntomas de depresión, ansiedad y angustia, así como en el aumento del bienestar y la autocompasión. En concreto, los tamaños del efecto oscilaron entre moderados y grandes para síntomas depresivos.

Muestras clínicas vs. Muestras no clínicas

Asimismo, se observó que dichas intervenciones fueron más eficaces en muestras clínicas (personas con diagnóstico o sintomatología significativa) que en poblaciones no clínicas. Lo anterior sugiere que la CFT puede ser una terapia especialmente beneficiosa en quienes presentan altos niveles de malestar emocional o dificultades en su relación consigo mismos.

Además, los beneficios se mantuvieron en seguimientos posteriores, lo que indica que el impacto de la intervención no se limita al corto plazo. Sin embargo, los autores advirtieron que existía una gran heterogeneidad entre los estudios, lo cual exige cautela al generalizar los resultados.

Contextos de enfermedades físicas

Otra línea de investigación relevante es la aplicación de las terapias mencionadas en personas con enfermedades físicas crónicas. En este sentido, la revisión de Austin y colegas (2020) analizó 21 investigaciones que evaluaban intervenciones centradas en la compasión en individuos con condiciones como dolor crónico, cáncer, esclerosis múltiple y enfermedades cardíacas, entre otras.

Pero… ¿Qué fue lo que encontraron?

Terapia centrada en la compasión, CFT

Dichas intervenciones tuvieron efectos positivos en la reducción de síntomas como el estrés, la ansiedad y la fatiga. Asimismo, se visualizó un aumento del bienestar general.

No obstante, los tamaños del efecto fueron en su mayoría pequeños, y existieron limitaciones metodológicas importantes. Por ejemplo, escaso número de ensayos controlados aleatorizados, tamaños muestrales reducidos y falta de seguimientos prolongados.

Pero eso no fue todo…

Una observación interesante del estudio fue que, a pesar de los efectos modestos, muchas personas reportaron encontrar en la compasión una fuente de alivio, especialmente cuando convivían con dolor o deterioro físico prolongado. Lo dicho sugiere que más allá de los síntomas cuantificables, la terapia ofrece recursos valiosos para sobrellevar situaciones complejas.

¿Para quiénes son más útiles estas intervenciones?

La evidencia disponible propone que la CFT resulta ser una terapia beneficiosa tanto en personas con diagnóstico clínico como en población general. No obstante, los efectos parecen ser más pronunciados en quienes presentan mayores niveles de malestar emocional, autocrítica o dificultades para vincularse consigo mismos de forma amable.

En contextos clínicos, las intervenciones presentadas se han utilizado como tratamiento principal en casos de depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria y trauma. Por otro lado, en población no clínica, han demostrado utilidad para fortalecer el bienestar psicológico, prevenir recaídas y fomentar habilidades emocionales.

Reflexiones finales: ¿Vale la pena apostar por la compasión?

Las terapias centradas en la compasión representan una vía innovadora para el abordaje del sufrimiento psicológico, especialmente en aquellas situaciones donde la autocrítica, la vergüenza o la desconexión emocional dificultan la efectividad de otras intervenciones. Su valor radica en que no solo buscan reducir síntomas, sino transformar la forma en que las personas se relacionan consigo mismas.

Además, al tratarse de intervenciones que combinan prácticas contemplativas, herramientas cognitivas y elementos del apego seguro, se integran de manera armónica con otras propuestas terapéuticas contemporáneas. En un contexto donde el sufrimiento suele ser silenciado o evitado, ¿qué lugar le estamos dando a la compasión como herramienta para habitarlo y transformarlo?

Referencias bibliográficas

  • Austin, J., Drossaert, C. H. C., Schroevers, M. J., Sanderman, R., Kirby, J. N. y Bohlmeijer, E. T. (2020). Compassion-based interventions for people with long-term physical conditions: A mixed methods systematic review. Psychology & Health, 35(1), 24-51. https://doi.org/10.1080/08870446.2019.1679376
  • Kirby, J. N., Tellegen, C. L. y Steindl, S. R. (2017). A meta‐analysis of compassion‐based interventions: Current state of knowledge and future directions. Behavior Therapy, 48(6), 778-792. https://doi.org/10.1016/j.beth.2017.06.003