El funcionamiento familiar refleja la conexión emocional entre los miembros de la familia y la capacidad de la familia para resolver problemas juntos. En la actualidad, la crianza de los hijos se enfrenta a desafíos sin precedentes. La rapidez de los cambios sociales, tecnológicos y culturales ha transformado la forma en que los niños interactúan con el mundo y, por ende, cómo los cuidadores deben guiarlos. Así, la infancia es de particular interés debido al fuerte aumento en la tasa de inicio de ciertos trastornos durante este período de desarrollo. Lo que la convierte en un momento oportuno para centrar los esfuerzos preventivos. En este contexto, comprender las recomendaciones para padres o estrategias para familia y niños con ansiedad se vuelve crucial.

La ciencia detrás de la crianza: ¿Qué dicen los expertos?

familia y niños con ansiedad

Además de sus similitudes fenomenológicas y diagnósticas, la depresión y los trastornos de ansiedad comparten algunos factores de riesgo, incluidos los factores parentales. El estudio de Yap et al. (2015) se propuso identificar, mediante consenso de expertos, las estrategias parentales más efectivas para prevenir la depresión y la ansiedad en niños de 5 a 11 años. 

Utilizando la metodología Delphi, se recopilaron y evaluaron 289 recomendaciones, de las cuales 171 fueron consideradas esenciales por al menos el 90% de los expertos. Estas recomendaciones para padres y cuidadores se organizaron en 11 categorías clave. Veamos cómo pueden servir en familias con niños con ansiedad.

La importancia de la relación padre-hijo

Establecer y mantener una buena relación con el niño es fundamental. Una relación sólida basada en la confianza y el respeto mutuo proporciona un entorno seguro donde el niño puede expresar sus emociones y preocupaciones. Los expertos enfatizan la necesidad de que los padres estén emocionalmente disponibles y comprometidos con el bienestar de sus hijos.

En cuanto a lo último, hablamos de la mentalización parental o funcionamiento reflexivo parental. Que se refiere a la capacidad de los padres para comprender el propio comportamiento de su hijo, así como el comportamiento de este en relación con los estados mentales internos, como pensamientos, sentimientos y deseos. Un predictor importante del apego seguro del niño.

Fomentar la independencia responsable en los niños

Fomentar la autonomía del niño, brindándole oportunidades para tomar decisiones apropiadas a su edad, es esencial para su desarrollo emocional. Al mismo tiempo, los cuidadores deben ofrecer orientación y apoyo, asegurándose de que el menor se sienta respaldado en sus elecciones y aprendizajes.

Promover relaciones saludables

Los pequeños se benefician enormemente de relaciones positivas con familiares, amigos y otros adultos significativos. Aquí, las recomendaciones para padres es que faciliten estas conexiones, promoviendo la participación en actividades comunitarias y escolares, y modelando comportamientos sociales saludables.

Establecer límites efectivos

recomendaciones para padres

Y es que, establecer reglas familiares claras y consecuencias consistentes ayuda a los niños a comprender las expectativas y desarrollar un sentido de responsabilidad. No obstante, es importante que las reglas sean apropiadas para la edad y que las consecuencias sean justas y relacionadas con el comportamiento.

Fomentar hábitos saludables

Los hábitos de salud, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado, tienen un impacto significativo en el bienestar emocional de los niños. En consecuencia, los padres desempeñan un papel clave al modelar y promover dichos hábitos en el hogar.

Minimizar conflictos familiares para prevenir la ansiedad

Un ambiente familiar armonioso y libre de conflictos constantes proporciona un entorno seguro para el desarrollo emocional del niño. Los cuidadores deben esforzarse por resolver desacuerdos de manera constructiva y evitar discusiones intensas frente a los hijos.

Esto es algo que se ve claro en una investigación que examinó cómo el conflicto entre padres afectaba las emociones sociales adversas en adolescentes. Específicamente la timidez y la soledad. Los resultados revelaron que el funcionamiento familiar actuaba como un mediador significativo en esta relación.

  • Soledad: En este caso, el funcionamiento familiar mediaba completamente la relación entre el conflicto parental y la soledad en los adolescentes. Esto sugiere que un entorno familiar saludable puede mitigar completamente los efectos negativos del conflicto parental sobre la sensación de soledad en los jóvenes
  • Timidez: El conflicto parental predijo directamente niveles más altos de timidez en los adolescentes. Sin embargo, cuando se consideró el funcionamiento familiar como mediador, la relación directa se mantuvo significativa, indicando una mediación parcial (Kong et al., 2024).

Enseñar gestión emocional

Por otro lado, ayudar a los niños a identificar, comprender y manejar sus emociones es esencial para prevenir problemas de salud mental. De esta forma, las recomendaciones para padres es que pueden enseñar estrategias de afrontamiento, como la respiración profunda o el uso de palabras para expresar sentimientos, y validar las emociones de sus hijos.

Fomentar habilidades de resolución de problemas

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Enseñar a la familia de niños con ansiedad a establecer metas realistas y desarrollar habilidades para resolver problemas es primordial. Dado que proporciona a los infantes herramientas para enfrentar desafíos. Para ello, se pueden guiar a los hijos en la identificación de pasos concretos para alcanzar objetivos y en la evaluación de posibles soluciones a problemas cotidianos.

Escucha activa

Cuando un niño enfrenta dificultades, es crucial que los progenitores estén disponibles para escuchar sin juzgar y ofrecer apoyo emocional. La empatía y la validación de los sentimientos del niño fortalecen la relación y fomentan la resiliencia.

Estrategias para manejar el miedo en familias con niños con ansiedad

Ayudar a los menores a enfrentar y manejar la ansiedad implica enseñarles técnicas de relajación, reestructuración cognitiva y exposición gradual a situaciones temidas. En esto, las recomendaciones para padres se centran en que puedan colaborar con profesionales para implementar estrategias adecuadas a las necesidades del menor.

Stolper et al. (2024) encontraron que, a menudo, los padres creen que una relación de confianza con sus hijos se construye únicamente a través de la comunicación verbal y el tiempo compartido, pero el estudio evidenció que el cambio real se da cuando los padres aprenden a tolerar las emociones difíciles de sus hijos (como el miedo o la tristeza) sin intentar resolverlas inmediatamente. Así pues, la contención emocional (capacidad de sostener sin eliminar el malestar) es una herramienta clave para fortalecer el vínculo y promover la autonomía emocional.

Cuando se necesita ayuda

recomendaciones para padres

Ciertamente, reconocer cuándo se necesita apoyo profesional y facilitar el acceso a servicios de salud mental es una responsabilidad clave de los padres. Reducir el estigma asociado a la búsqueda de ayuda y normalizar las conversaciones sobre salud mental son pasos importantes en el proceso.

De hecho, está demostrado que, a nivel mundial, los padres que presentan niveles bajos de reconocimiento de problemas de salud mental en sus hijos, mantienen creencias estigmatizantes y tienen actitudes negativas hacia la búsqueda de ayuda profesional. Además, muchos desconocen los recursos de apoyo disponibles. Factores que contribuyen a una menor probabilidad de que reconozcan la necesidad de apoyo profesional y faciliten el acceso a servicios de salud mental para sus hijos (Maddox et al., 2025).

Conclusión

Es evidente que los padres tienen la capacidad de desempeñar un papel fundamental en la reducción del riesgo de estos trastornos en sus hijos. Además, constituyen un grupo objetivo adecuado para la prevención. Ya que suelen contar con la experiencia y la perspectiva necesarias para reconocer la importancia de las intervenciones tempranas y para comprometerse con acciones destinadas a promover la salud mental y el bienestar de sus hijos.

En última instancia, las recomendaciones para padres mencionadas no son recetas, sino una invitación a las familias de niños con ansiedad a mirar la crianza como un proceso de sostén mutuo. Así, cada regla, cada gesto de autonomía, cada validación emocional son, en realidad, espejos de nuestra propia capacidad para sostenernos en la incertidumbre. En fin, criar desde la confianza no significa disipar el miedo, es aprender a habitarlo con los hijos.

Referencias bibliográficas

  • Kong, R., Chen, R. y Meng, L. (2024). Parental conflict and adolescents’ socially adverse emotions: the mediating role of family functioning. Frontiers in psychology15, 1387698. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2024.1387698
  • Maddox, R., Berry, K. y Wan, M. W. (2025). What do parents know and feel about mental health in young children? A mixed methods systematic review of global parental mental health literacy. Current Psychology. https://doi.org/10.1007/s12144-025-07727-w
  • Stolper, H., Imandt, L., van Doesum, K. y Steketee, M. (2024). Improvements in the quality of the parent-child relationship following treatment with an integrated family approach. Frontiers in psychiatry15, 1377100. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2024.1377100
  • Yap, M. B., Fowler, M., Reavley, N. y Jorm, A. F. (2015). Parenting strategies for reducing the risk of childhood depression and anxiety disorders: A Delphi consensus study. Journal of affective disorders183, 330-338. https://doi.org/10.1016/j.jad.2015.05.031