Hablarse a sí mismo es un fenómeno estudiado en diversas teorías de la psicología. Este instrumento, conocido como habla privada, se manifiesta en un lenguaje autodirigido utilizado con fines autorregulatorios. Escuchar los pensamientos, hablarnos, dirigir y monitorear nuestras acciones, parten de un lenguaje destinado a ser oído solo por nosotros. Si bien ha sido más observado durante la infancia, algunos autores recogen experiencias de adolescentes que emplean este recurso cognitivo para resolver problemas de la vida cotidiana. ¿De qué trata el habla privada? ¿Es una estrategia cognitiva efectiva en la resolución de problemas? ¿La forma en que nos hablamos influye en la experiencia vital?
Habla privada: Lenguaje y pensamiento
No todo el lenguaje, aunque sea audible para terceros, constituye una fuente de comunicación. En ocasiones, las personas se hablan a sí mismas. Este fenómeno fue teorizado por Vygotski bajo el nombre de habla egocéntrica.
Inicialmente identificado en la infancia, este tipo de lenguaje cumpliría la función de planificar y hacer inteligible la acción. Así, actuando como estrategia de autorregulación, el habla egocéntrica está destinada a ser oída y entendida solamente por la persona que la verbaliza. Según Vygotski, esta herramienta actúa como pensamiento en sí mismo.
Por su parte, otros autores han complejizado el concepto y ampliado que el habla privada influye en otros procesos cognitivos superiores tales como la atención, memoria selectiva, planificación y autorreflexión. De esta forma, el lenguaje actuaría como mediador y modulador del pensamiento, influyendo directamente en la experiencia vital de las personas (Hontou y Moriera, 2017) .
Aparición y uso del habla privada
El fenómeno del habla privada constituye una forma interiorizada del lenguaje dirigido al niño por sus cuidadores. En el relato diario de las actividades e indicaciones, los cuidadores paulatinamente instalan pensamientos en forma de lenguaje en las acciones de los niños. Así, a medida que estos crecen, continúan significando sus conductas a partir de lo que han aprendido en la infancia.
Sin embargo, la teoría vygotskiana sostiene que el habla privada es una función que desaparece a medida que el niño crece. Algo que sucedería cuando el monólogo se internaliza y solo constituye un pensamiento inaudible.
Ahora, estudios acerca de la presencia del habla privada en otros grupos etáreos desafían esta teoría. De esta forma, se ha encontrado rastros de monólogos audibles en poblaciones adultas y adolescentes, también destinados a funciones de conducción conductual y reflexión.
Además, se ha demostrado que el habla privada resurge en momentos de mayor demanda cognitiva. Esto quiere decir que dicha herramienta forma parte de una batería de estrategias que las personas emplean en situaciones de resolución de conflictos (Medina et al., 2009).
Una poderosa herramienta de solución de problemas
El habla privada actúa como mediador en las tareas que requieren mayor demanda cognitiva. De esta manera, se utiliza esta herramienta como sostén auxiliar del pensamiento. Así pues, no desaparece en la infancia, como fue propuesto inicialmente por Vygotski.
Por el contrario, se perpetúa de forma esporádica entre adolescentes y adultos especialmente en tareas intelectuales demandantes. Con esto, el habla privada actúa como herramienta de resolución de problemas que agudiza las respuestas cognitivas ante los desafíos que requieren mayores recursos.
Por consiguiente, dirigir la atención a estímulos específicos mientras se ignora otros, recordar selectivamente algunos aspectos del entorno o las tareas y promover la reflexión, son algunos de los procesos cognitivos que se ven beneficiados de este recurso. Además, se ha observado que, en el caso de los adultos, el habla privada aparece de forma más frecuente al aprender un segundo idioma (Alarcón-Rubio et al., 2013).
Habla privada y rendimiento académico: ¿Se relacionan?
Con el advenimiento de los años 80, los psicólogos educativos comenzaron a centrarse en el concepto del aprendizaje autorregulado. Especialmente, inspirados en la teoría social cognitiva.
Este enfoque conceptualizó el aprendizaje autorregulado como el proceso en el que los estudiantes se involucraban activamente de manera cognitiva, motivacional y conductual en sus tareas académicas. Como resultado, surgió un perfil distintivo de estudiantes autorregulados.
Estos aprendices autorregulados abordaban las tareas académicas con una actitud proactiva y flexible, estableciéndose metas claras para su aprendizaje y logro, y eligiendo entre una variedad de estrategias para alcanzarlas.
Sumado a esto, un aspecto que destacaba era la capacidad para reconocer cuándo una determinada estrategia sería más efectiva y ajustar su enfoque en consecuencia. Al finalizar la tarea, se evaluaban de manera crítica, identificando tanto sus fortalezas como debilidades para un crecimiento continuo (Dent y Koenka, 2015).
Habla privada como instrumento de aprendizaje
En relación a lo anterior, el habla privada ha sido conceptualizada como herramienta de autorregulación de diversos procesos cognitivos que impactan en el aprendizaje. Así, esta permite controlar la conducta personal, planificar, priorizar, inhibir respuestas y supervisar. Cualidades que resultan esenciales en los procesos de aprendizaje, especialmente en el rendimiento académico.
En cuanto a la adquisición de nuevas competencias, el habla privada se reportó como efectiva. De esta forma, se destaca la correlación entre el dominio de habilidades y funciones y su consolidación a partir de la mediación de este recurso cognitivo. Así, el relatarse a uno mismo las tareas y pautar las acciones ha demostrado ser altamente efectivo en la coordinación de diversos procesos cognitivos esenciales a la hora de realizar tareas complejas, por ejemplo (Hontou y Moriera, 2017).
Habilidades lingüísticas y rendimiento
En base a las teorizaciones, algunos investigadores hipotetizaron que las personas con mejores habilidades lingüísticas podrían mostrar un habla privada más efectiva a la hora de resolver problemas. Así, se halló que los niños con mejores resultados en el ámbito escolar presentaban un habla privada más profunda y desarrollada en contraparte de sus compañeros con resultados menos eficientes.
Igualmente, niños y adolescentes con mayor prevalencia de uso del recurso del habla privada mostraron mejores resultados en control de impulsos, focalización atencional y regulación emocional. De esta forma, la mediación del lenguaje hablado de forma previa a la acción actúa como pausa que permite mayor control voluntario y, por tanto, autorregulación de impulsos y reacciones. Habilidades útiles a la hora de regular el comportamiento y las actividades dirigidas a objetivos, contribuyendo a obtener mejores resultados a corto y largo plazo (Petersen et al., 2014).
¿Un recurso cognitivo para los adolescentes?
Lo cierto es que la utilización del habla privada, como recurso de autorregulación emocional y búsqueda activa de soluciones, puede ser altamente beneficioso para los adolescentes. Y es que, esta etapa, caracterizada por el aumento considerable de los vínculos y entornos sociales, puede acarrear nuevos y más complejos conflictos. Además, en el proceso adolescente aparecen nuevas variables no presentes en la infancia que desafían los recursos con los que anteriormente se enfrentaban las problemáticas.
El habla privada, al preceder a la acción y cumplir una función planificadora, ofrece la posibilidad de retardar la respuesta impulsiva. Especialmente en los entornos sociales puede ser altamente significativo. Por otro lado, esta herramienta también se beneficia de su modalidad interiorizada, mostrando resultados positivos en el desempeño de tareas de planificación y demora de respuesta en adolescentes que utilizaron este recurso cognitivo (Hontou y Moriera, 2017).
Conclusión
El lenguaje forma parte de una porción sustancial de la experiencia humana. Siendo el protagonista en la asignación de sentido y dirección de los recursos cognitivos, resulta crucial desarrollar nuevas y más profundas habilidades lingüísticas. Actividades relacionadas a la literatura pueden ayudar a incrementar el vocabulario y entendimiento del entorno, modificando la experiencia vital y relación con el mundo.
Asimismo, estos postulados nos presentan la posibilidad de incidir voluntariamente en el diálogo con nosotros mismos. De este modo, el lenguaje empleado para describirnos, categorizarnos y explicar nuestra experiencia en el mundo no es irrelevante, por lo que emplear palabras afirmativas y disminuir el autocastigo podría ser de ayuda a la hora de mejorar la relación con nosotros mismos.
Referencias bibliográficas
- Alarcón-Rubio, D., Sánchez-Medina, J. A. y Winsler, A. (2013). Private Speech in Illiterate Adults: Cognitive Functions, Task Difficulty, and Literacy. Journal of Adult Development, 20(2), 100-111. Doi: 10.1007/s10804-013-9161-y
- Dent, A. L., y Koenka, A. C. (2015). The Relation Between Self-Regulated Learning and Academic Achievement across Childhood and Adolescence: A Meta-Analysis. Educational Psychology Review, 28(3), 425-474. https://doi.org/10.1007/s10648-015-9320-8
- Hontou, C. y Moriera, K. (2017). Habla privada en resolución de problemas en adolescentes de 15 años. Psicología, Conocimiento y Sociedad, 7(2), 76-97. http://dx.doi.org/10.26864/v7n1.4
- Medina, J., Rubio, D. y Benítez, M. (2009). Private Speech beyond Childhood: Testing the Developmental Hypothesis. En A. Winsler, C. Fernyhough, y I. Montero (Eds.), Private Speech, Executive Functioning, and the Development of Verbal Self-Regulation (pp. 188-198). Cambridge University Press.
- Petersen, I., Bates, J. y Staples, A. (2015). The role of language ability and self-regulation in the development of inattentive–hyperactive behavior problems. Development and Psychopathology, 27(1), 221-237. Doi: 10.1017/S0954579414000698