Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos escuchado música o la hemos usado para expresar pensamientos y emociones. Es decir, entendemos la música como un tipo de lenguaje con reglas propias, donde se coordinan diversos elementos como la armonía, el ritmo y la melodía. Asimismo, puede ser un tipo de terapia. En la actualidad, se ha encontrado que su uso y aprendizaje genera cambios neurofisiológicos que favorecen la plasticidad cerebral. Por esta razón, se ha encontrado gran utilidad de la musicoterapia en el daño cerebral y la recuperaciones de funciones cognitivas.

Efectos de la música en el cerebro

Diversas investigaciones, entre ellas la de Abela (2015), han demostrado que aprender a cantar, tocar un instrumento o cualquier otro aspecto relacionado con la música genera beneficios a corto y largo plazo. En otras palabras, produce diversos cambios a nivel fisiológico, donde toman protagonismo las modificaciones a nivel neuronal. Esto se debe tanto al proceso de sinaptogénesis (nuevas conexiones entre neuronas) como al proceso de plasticidad cerebral.

Como resultado, la musicoterapia (como por ejemplo la terapia musical neurológica) en el daño cerebral ayuda a la recuperación de conexiones cerebrales, lo que tiene repercusiones positivas en la calidad de vida. Asimismo, se ha encontrado que la música genera una estimulación constante en una de las principales áreas de asociación en nuestro cerebro.

Áreas diana

man playing saxophone

Estamos hablando, específicamente, de la zona donde convergen el lóbulo parietal, temporal y occipital, la unión temporoparietooccipital. Demostrando la utilidad que tiene la musicoterapia en el manejo y recuperación de funciones por el daño cerebral, tanto en adultos como en niños.

De igual manera, se ha observado que cuando se llevan a cabo actividades musicales, no solo se activan áreas cerebrales encargadas del procesamiento del sonido, sino también otras funciones vitales para el funcionamiento diario. Concretamente, áreas encargadas de la atención, lenguaje, memoria, comunicación, control motor y funciones ejecutivas.

Debido al impacto que tiene la música en el cerebro, se convierte en una alternativa para manejar diversas dificultades. Por ejemplo, la musicoterapia en el daño cerebral puede ser útil para la recuperación funcional debido a que puede ayudar a mejorar conexiones o procesos neuronales que se vieron afectados por la lesión en el cerebro.

Pasos de la musicoterapia en el daño cerebral

Lo primero que hemos de tener en cuenta es que la musicoterapia o la terapia con música debe ser realizada por un profesional preparado. Contar con la preparación y los conocimientos suficientes para una aplicación correcta es clave para obtener resultados satisfactorios. Y, esto implica la capacidad para personalizar y adaptar la intervención a las necesidades funcionales de cada persona.

Para la aplicación de la terapia con música en el daño cerebral existen tres pasos a tener en cuenta durante las sesiones.

  • En primer lugar, el calentamiento al inicio del tratamiento. Este paso ayuda a generar vínculos que van a ser fundamentales para realizar correctamente la sesión. Asimismo, mejora la disposición de la persona para el proceso terapéutico.
  • En segundo lugar, el desarrollo de todas las actividades planteadas por el terapeuta. Estas actividades se desarrollan según los objetivos establecidos por el profesional para mejorar las dificultades de la persona y aportar en el proceso de rehabilitación. Varían de acuerdo al tiempo y cantidad, dependiendo de la situación del consultante y las metas que se quieren cumplir.
  • Por último, nos encontramos con la conclusión de la sesión, en la que se realiza una actividad de cierre que la culmine. Asimismo, se elaborará un resumen de lo trabajado y remarcarán las metas logradas. Además, si es posible, se reforzarán algunos ejercicios que puedan ser repetidos en casa.

Factores de la musicoterapia en el daño cerebral

Dentro de la musicoterapia en el daño cerebral existen diversos factores que se pueden trabajar dentro de una misma sesión. Uno de los más utilizados es el modelo de Hillecke et al. en el que se incluyen 5 factores claves:

woman playing classical guitar near window inside room
  • Emocional: Durante la terapia se puede llevar a cabo una modulación de las emociones. Teniendo, así, un impacto en partes corticales y subcorticales del cerebro. Por lo tanto, puede ayudar al manejo de patologías asociadas, como la ansiedad o depresión. Si te interesa aprender más sobre el abordaje de la depresión, te invitamos a nuestro curso en terapia de activación conductual.
  • Motor conductual: La música tiene la facultad de evocar patrones de movimiento tanto involuntarios como voluntarios.
  • Interpersonal: Dado que la música implica un tipo comunicación, puede emplearse para entrenar a la persona en habilidades de comunicación no verbal. Esto ayudará a mejorar la comunicación con otros y, por ende, colaborará en la disminución de la frustración.
  • Cognitivo: La aplicación de la musicoterapia en el daño cerebral involucra diferentes funciones cognitivas, las cuales pueden ser estimuladas por medio de las actividades aplicadas.
  • Atencional: Con este tipo de terapia se pueden trabajar distintos tipos de atención, desde la focalizada hasta la atención dividida. Por lo tanto, se podría considerar como una de las herramientas para mejorar las dificultades en dicha función. Asimismo, puede usarse como un distractor, lo que ayudaría también a manejar el estrés.

Todos los factores anteriormente mencionados, se trabajan de manera combinada en cada una de las sesiones. Ahora, si el terapeuta lo ve pertinente, podrá enfocarse en solo uno de ellos. Esto dependerá de los objetivos y metas que se quieran cumplir dentro de las sesiones.

Utilidad de la musicoterapia en el daño cerebral

La música tiene la capacidad de generar estímulos multimodales, ya que logra transmitir información motora, auditiva y visual. Por lo tanto, puede impactar en diversas redes cerebrales, las cuales no son exclusivas y específicas para la música, sino que también son usadas para otras funciones. Estas redes se encuentran, principalmente, en regiones frontales, temporales y parietales. D esta forma, la musicoterapia puede ser útil en la recuperación del daño cerebral.

Además, en el trabajo con musicoterapia se ha encontrado que la secuencia y temporalidad de la melodía beneficia la formación de patrones temporales en las funciones cognitivas. Esto también ayudaría a desarrollar una “armadura” que facilita el aprendizaje de procesos secuenciales. Dichos procesos intervienen en la memoria y funciones ejecutivas, por lo que la musicoterapia también es útil en el proceso de recuperación de las funciones alteradas.

La música: Un factor protector

person holding Roo Panes painting

Asimismo, la música puede tener un beneficio en el impacto emocional. Específicamente, se conoce que puede inducir cambios fisiológicos y mentales debido a la segregación de algunos neurotransmisores, como la serotonina.

De igual manera, también puede generar un aumento en la motivación, lo que ayuda al desarrollo correcto de los objetivos del proceso de rehabilitación. Con esto, se ha reportado que la musicoterapia en el daño cerebral puede ayudar a mejorar o restaurar la salud física y emocional.

El resultado de ello, aumentará la calidad de vida, autoestima, autoconcepto y cuidado propio. Además, aporta otra manera para expresar las propias emociones. Y, por si no fuera suficiente, tiene beneficios en la memoria bibliográfica, debido a que con la misma música el paciente puede reencontrarse con su historia personal.

Técnicas musicales para la rehabilitación cognitiva

Al conocer la utilidad que puede tener la musicoterapia en el daño cerebral, se han generado diversos programas enfocados en estimular funciones cognitivas específicas. Según Jauset y Soria (2018), existen ciertos programas para cada una de las funciones cognitivas:

black and white piano
  • Funciones ejecutivas: Para dicha función el programa principal se denomina Musical Executive Function Training. Este entrenamiento consiste en ejercicios de improvisación y composición que estimulan las funciones superiores como la organización, resolución de problemas y toma de decisiones, entre otras.
  • Atención: Existen programas que ayudan en aspectos o patologías específicas relacionadas con la función:
    • Musical Sensory Orientation Training: Utiliza la música para trabajar el estado de alerta, facilitar la orientación espaciotemporal y mantener los niveles atencionales.
    • Musical Neglect Training: Entrenamiento dirigido a personas con heminegligencia. El objetivo es dirigir la atención del paciente hacia el lado afectado. Se hace a través de ejercicios musicales estructurados y adaptados a cada persona.
    • Musical Attention Control Training: Este entrenamiento consiste en ejercicios musicales estructurados para trabajar diversas respuestas relacionadas con la atención. Elementos específicos actúan como indicadores atencionales para el paciente.
  • Memoria: Con el objetivo de activar esta función algunas de las principales terapias son:
    • Musical Mnemonics Training: Se sirve de palabras o sonidos como elementos nemotécnicos para ayudar al recuerdo y aprendizaje de nueva información. Se incluye canto, ritmo y canciones.
    • Associative Mood and Memory Training: Por medio de técnicas musicales se espera que el paciente acceda a recuerdos que generen un estado emocional. Especialmente, se busca trabajar la memoria a largo plazo mediante la evocación de emociones a través de canciones familiares.

Conclusión

La música forma parte de nuestra vida cotidiana. Además, se ha visto el impacto que tiene en las funciones cognitivas. Esto nos abre las puertas a la integración de la musicoterapia en el daño cerebral como una modalidad para complementar el proceso de rehabilitación.

Y es que, a través de la terapia con música se pueden trabajar aspectos emocionales, cognitivos y comportamentales, complementando así las diversas terapias del paciente. Asimismo, por la cantidad de métodos y técnicas, se pueden trabajar diferentes aspectos desde una perspectiva artística. Y, esto último, puede mejorar la motivación del consultante, produciendo que el resultado sea más satisfactorio

Referencias bibliográficas

  • Abela, R. (2015). La Musicoterapia en la neurorehabilitación. Música, terapia y comunicación: Revista de musicoterapia, 35, 7-14. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5820872
  • del Moral, M. T., Mercadel. M. y Sabatella, P. L. (2015). Estudio descriptivo sobre el perfil de musicoterapeuta en España. Música, terapia y comunicación: Revista de musicoterapia, 35, 15-30.
  • Jauset, J. A. y Soria, G. (2018). Neurorrehabilitación cognitiva: Fundamentos y aplicaciones de la musicoterapia neurológica. Revista de neurología, 67(8), 303-310. Doi: https://doi.org/10.33588/rn.6708.2018021