En la intersección entre la actividad física y la tecnología surge un campo de estudio cada vez más relevante: cómo la tecnología influye en nuestros hábitos de ejercicio y, a su vez, en la salud física y mental. En este contexto, también es crucial explorar las posibles diferencias de género en la adopción. Un estudio realizado por Liu y colaboradores (2023) indaga sobre la mencionada temática. ¿Cómo pueden las nuevas tecnologías mejorar la participación en la actividad física tanto para hombres como para mujeres? ¿Existen diferencias significativas entre los géneros en la percepción y el impacto de la tecnología en la actividad física y la salud?
Las numerosas ventajas de hacer actividad física
Participar en actividades físicas de forma regular ofrece una amplia gama de beneficios para la salud mental y física. La integración de la tecnología en dichas rutinas puede proporcionar nuevas oportunidades para mejorar el bienestar psicológico. Por ello, es fundamental comprender cómo la actividad física y la tecnología influyen en el bienestar general. Pues, la actividad física constante se ha asociado con la mitigación de dolencias cardiovasculares, control de peso efectivo, reducción del dolor crónico, entre otros beneficios.
Además, se ha demostrado que mejora el bienestar mental, reduce el estrés y la ansiedad, y promueve una mejor calidad del sueño. Y, por si fuera poco, también está relacionada con un mejor rendimiento académico y una mayor calidad de vida.
Actividad física en la era digital
Es un hecho que la prevalencia de la tecnología, desde teléfonos inteligentes hasta videojuegos y redes sociales, ha transformado nuestras rutinas diarias y actividades recreativas. Sin embargo, también ha sido una de las responsables de la promoción de un estilo de vida sedentario, todo un desafío para la salud pública.
En esto, y sumado a todo lo anterior, la actividad física regular es esencial para prevenir enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes tipo 2. Asimismo, su impacto en la felicidad y la salud mental es crucial. Por tanto, es necesario examinar cómo las actividades físicas mediadas por la tecnología afectan el bienestar subjetivo y psicológico.
¿Diferencias de género?
El aumento de las tasas de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares es una preocupación global, particularmente en países occidentales y otras regiones. Ahora, estudios anteriores han señalado una mayor prevalencia de obesidad entre las mujeres, lo que ha llevado a investigaciones sobre las diferencias de género en la actividad física. Encontrándose que las mujeres tienden a ser menos activas físicamente que los hombres.
Por ejemplo, se ha reportado que, incluso entre los adolescentes con niveles “altos” de actividad física moderada a vigorosa, los hombres superaban a las mujeres en actividad. Un déficit de actividad en mujeres que se atribuye a factores sociales y culturales, incluyendo la relación compleja entre la actividad física, los estándares de belleza femenina y la imagen corporal.
Estudios anteriores
Numerosas investigaciones exhaustivas han destacado el impacto positivo de la actividad física en la salud mental. De hecho, diversas investigaciones respaldan la idea de que aquellos que se mantienen activos tienen menos riesgo de padecer depresión clínica.
Tanto es así que un artículo informó que personas con un estilo de vida sedentario o niveles mínimos de actividad física tenían una mayor probabilidad de desarrollar depresión a lo largo de nueve años. Además, aquellos que mantienen niveles moderados de actividad física tienen menos probabilidades de desarrollar depresión en comparación con aquellos con niveles bajos.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Se adoptó un enfoque de métodos mixtos para abordar sus interrogantes de investigación. Este enfoque implica la recopilación y análisis de datos tanto cuantitativos como cualitativos en un solo estudio, permitiendo una comprensión más completa del tema. En su fase inicial, se implementó un diseño cuantitativo de prueba previa y posterior, donde los participantes fueron asignados aleatoriamente a grupos de control o experimentales.
Tecnología y actividad física: De desventaja a ventaja
El objetivo del estudio fue evaluar la eficacia de las intervenciones tecnológicas para promover la actividad física en el lugar de trabajo y entender si pueden reducir las disparidades de salud de género. Mientras que el grupo control no recibió intervenciones, el grupo experimental participó en programas de actividad física basados en tecnología. De esta manera, los autores analizaron cómo hombres y mujeres interactúan y se benefician de estas intervenciones para mejorar su actividad física y salud mental.
En busca de motivación
Las intervenciones de actividad física basadas en tecnología en el lugar de trabajo, se han destacado como una forma efectiva de abordar este problema, alentando a las personas a adoptar un estilo de vida más activo. En este contexto, los participantes en el estudio citaron varios motivadores para su participación en tales intervenciones.
En primer lugar, la conveniencia y accesibilidad fueron factores clave, ya que permitieron a los empleados realizar ejercicio de manera fácil y rápida durante su jornada laboral. Además, el apoyo social proporcionado por colegas o amigos en el trabajo fomentó una sensación de comunidad y motivación para mantenerse físicamente activo. Finalmente, la oferta de incentivos y recompensas aumentó la participación al proporcionar una motivación tangible para realizar actividad física.
¿Mayor motivación en las mujeres?
Los hallazgos revelan que las mujeres participantes muestran una leve ventaja en la motivación hacia los objetivos de salud y fitness en el entorno laboral, en comparación con los hombres. Adicionalmente, las respuestas femeninas exhibieron una menor variabilidad en comparación con las de los hombres.
En cuanto a la comodidad y accesibilidad, los hombres obtuvieron una puntuación promedio de 3.66, mientras que las mujeres alcanzan 3.8. Esto sugiere una leve preferencia femenina hacia la conveniencia y accesibilidad de las intervenciones de actividad física basadas en tecnología. Y, respecto al apoyo social, se observa una mayor motivación femenina para buscar apoyo social en estas intervenciones laborales.
Algunas discusiones
Se observan algunas disparidades de género en la motivación hacia ciertos aspectos de estas intervenciones, mientras que en otros no tanto. Aunque las mujeres muestran una leve inclinación hacia los objetivos de salud y fitness, así como hacia la conveniencia y accesibilidad, las diferencias son mínimas. Sin embargo, el apoyo social emerge como un factor significativamente más motivador para las mujeres que para los hombres.
Eso sí, los resultados concuerdan con investigaciones previas sobre las diferencias de género en la motivación para la actividad física, donde el apoyo social se destaca como un predictor crucial, especialmente para las mujeres. Por ende, al diseñar intervenciones en el lugar de trabajo para promover la actividad física entre los empleados, es fundamental considerar el papel del apoyo social.
Limitaciones del estudio
En primer lugar, una limitación significativa es la posible falta de generalización. Y es que, los hallazgos no reflejan completamente la diversidad de entornos laborales y empleados, los que puede variar considerablemente.
Adicionalmente, la dependencia de datos autoinformados para evaluar la actividad física y la salud mental puede introducir sesgos, como el sesgo de recuerdo y de deseabilidad social. Con lo que, futuras investigaciones podrían mejorar al incluir medidas objetivas como rastreadores de actividad física o evaluaciones clínicas para obtener datos más precisos.
La efectividad en la actividad física con tecnología es real
Los resultados de este estudio subrayan la efectividad de las intervenciones tecnológicas para promover la actividad física y mejorar la salud mental en entornos laborales. En este sentido, tanto los hombres como mujeres demostraron incrementos considerables en sus niveles de actividad física, con beneficios destacados en la salud mental de las mujeres. Además, las motivaciones y barreras identificadas, como la búsqueda de apoyo social y la personalización, resaltan la importancia de diseñar estrategias de actividad física que respondan a las diferencias de género y a las necesidades específicas de los empleados.
Si bien estas intervenciones ofrecen un enfoque prometedor, los desafíos como la falta de tiempo y apoyo en el lugar de trabajo destacan áreas clave para futuras mejoras. Abordar estas limitaciones no solo fomentará su adopción, sino que también maximizará su impacto. En última instancia, ¿cómo pueden las empresas integrar dichas herramientas de manera equitativa y tener un impacto sobre la salud de los trabajadores?
Referencia bibliográfica
- Liu, Y., Hong-Xue, Z. y Xu, R. (2023). The impact of technology on promoting physical activities and mental health: a gender-based study. BMC Psychology, 11(1). https://doi.org/10.1186/s40359-023-01348-3