El rendimiento deportivo no depende solo del entrenamiento físico o de la estrategia competitiva. Cada vez más, la psicología es reconocida como un recurso esencial para ayudar a los atletas a enfrentar la presión, superar miedos y mantener la motivación. Entre los enfoques más innovadores se encuentra la Terapia de Aceptación y Compromiso (Acceptance and Commitment Therapy, ACT, en inglés), un modelo que promueve la flexibilidad psicológica y la acción guiada por valores. Su creciente incorporación en este ámbito invita a preguntarse: ¿cómo puede dicha terapia convertirse en una herramienta clave para profesionales del deporte?
ACT y deporte: Un enfoque en expansión
Hasta hace poco, la psicología de la competición se centraba principalmente en técnicas de entrenamiento mental como la visualización o la fijación de objetivos. Tales herramientas demostraron utilidad, pero aun así, muchos atletas seguían lidiando con pensamientos intrusivos, ansiedad por el rendimiento o miedo a fracasar. En ese contexto, la ACT abrió un nuevo camino al no buscar eliminar las emociones difíciles, sino enseñar a relacionarse con ellas de manera distinta.
El enfoque se apoya en dos pilares conceptuales: el contextualismo funcional y la teoría de marcos relacionales. El primero sostiene que la verdad de un pensamiento puede medirse por su utilidad en un contexto específico. El segundo explica cómo el lenguaje moldea la experiencia. Desde esa base, la ACT ayuda a los deportistas a aceptar lo inevitable del dolor psicológico y a comprometerse con acciones alineadas a sus valores, incluso en momentos de presión.
Cómo se desarrolló el trabajo
El presente artículo se manifiesta como un aporte de práctica profesional que integra experiencias aplicadas en psicología con atletas. Su propósito es ofrecer un marco claro y accesible para que entrenadores, psicólogos y competidores comprendan cómo implementar la ACT en diferentes modalidades de intervención.
Los autores recogen ejemplos concretos de trabajo con deportistas, analizan las fortalezas del modelo y señalan los desafíos que conlleva su aplicación. Más que medir resultados cuantitativos, buscan generar herramientas prácticas para trasladar la teoría a la cancha, al entrenamiento y a la vida cotidiana de las personas.
Aplicaciones clave de la ACT en el deporte
Uno de los primeros pasos consiste en ayudar al atleta a identificar cómo sus pensamientos influyen en la conducta. La fusión cognitiva ocurre cuando una idea como “no soy lo suficientemente bueno” se percibe como una verdad absoluta, condicionando el rendimiento. Para reducir su impacto, se utilizan ejercicios de defusión, una técnica que consiste en repetir frases en distintos tonos de voz, visualizar los pensamientos como objetos externos o agradecer al cerebro por producirlos. Tales prácticas no buscan eliminar la cognición, sino verla con distancia, restándole poder.
Paralelamente, la aceptación complementa ese proceso. En lugar de luchar contra la ansiedad o el miedo, el atleta aprende a reconocer todo tipo de experiencia como parte natural del deporte. Dicha apertura favorece la disposición a seguir actuando en función de lo que importa, incluso en presencia de incomodidad.
La importancia del compromiso con los valores
El compromiso con los valores constituye el motor de la ACT y adquiere un papel central en el deporte. Identificar qué valores guían la práctica —como la perseverancia, la curiosidad o el espíritu de equipo— permite a los competidores sostener su motivación más allá de los resultados inmediatos. A diferencia de los objetivos, los valores funcionan como una brújula constante que orienta las acciones.
En la práctica, los profesionales de la psicología suelen invitar a los atletas a elegir un conjunto reducido de valores esenciales y a reflexionar sobre cómo expresarlos en entrenamientos y competencias. Este proceso ayuda a que la energía mental no se centre solo en ganar o perder. Sino, también, en crecer y actuar de acuerdo con aquello que da sentido a su carrera competitiva.
Conciencia y conexión con el presente en la práctica deportiva
El tercer pilar de la ACT se relaciona con la conciencia plena, es decir, la capacidad de enfocar la atención en el momento presente. En contextos de alto rendimiento, significa observar la respiración, atender al sonido de la pelota o notar las sensaciones musculares durante un movimiento.
Ejercicios simples, como deslizar un dedo en el muslo al notar que la mente viaja al pasado o al futuro, ayudan a entrenar la observación sin juicio. También se incorporan prácticas de respiración o actividades cotidianas con plena atención, como escuchar los ruidos del estadio o sentir el contacto del equipamiento. Estas técnicas permiten al atleta recuperar el foco cuando la ansiedad amenaza con dominar la situación.
Modalidades de intervención en el deporte
La flexibilidad de la ACT facilita su aplicación en distintos formatos. En consultas individuales, los psicólogos pueden acompañar al atleta durante varias sesiones, explorando pensamientos, valores y estrategias para enfrentar la presión competitiva. Estos encuentros se adaptan a cada caso y existe la posibilidad de prolongarse en el tiempo o concentrarse en periodos específicos de la temporada.
En entornos de alta exigencia, donde no siempre es posible sostener un proceso largo, las intervenciones breves o incluso de una sola sesión han mostrado ser útiles. En tan solo quince minutos, es posible trabajar la identificación de pensamientos recurrentes, ensayar ejercicios de defusión y proponer prácticas de conciencia plena que el atleta sea capaz de aplicar inmediatamente en su rutina.
Retos y limitaciones actuales
Aunque los beneficios de la ACT en el deporte son cada vez más reconocidos, su implementación enfrenta obstáculos. Todavía existen muchas personas, entre ellos atletas, que interpretan la aceptación como resignación, lo que requiere explicar con claridad que aceptar no significa rendirse, sino aprender a convivir con pensamientos difíciles sin dejar de actuar. Además, otra dificultad radica en la abstracción de ciertos conceptos, como el “yo observador” o la defusión cognitiva, que no siempre resultan intuitivos.
Un horizonte en crecimiento
Su uso en el ámbito deportivo muestra un enorme potencial para acompañar a los atletas en el manejo de la presión y en la búsqueda de un rendimiento más sostenible. Su énfasis en la flexibilidad psicológica y en la acción guiada por valores ofrece un marco que trasciende lo inmediato y conecta con el sentido profundo de la práctica competitiva.
El futuro de la ACT en la psicología del deporte dependerá en gran medida de seguir investigando su impacto con metodologías adaptadas al contexto atlético y de desarrollar herramientas específicas de evaluación. ¿Podría este enfoque convertirse en el estándar de la psicología aplicada a los atletas? ¿Qué transformaciones generará en la manera en que entendemos el rendimiento y el bienestar?
Referencia bibliográfica
- Wood, S. y Turner, M. J. (2025). Using Acceptance and Commitment Therapy with Athletes. Scandinavian Journal of Sport and Exercise Psychology, 7, 1–9. https://doi.org/10.7146/sjsep.v7i.150889