Las profesiones sanitarias enfrentan altos niveles de estrés no solo en su quehacer diario, sino desde la etapa de formación. En este contexto, el mindfulness, la capacidad de observar el momento presente con apertura, sin juzgar lo que ocurre, ha ganado terreno como una herramienta para promover la salud. Pero, ¿realmente perduran sus beneficios? Un reciente estudio exploró el impacto sostenido de un curso universitario basado en dicha práctica. A continuación, profundizaremos en sus resultados acerca del papel del mindfulness en la vida profesional y personal de estudiantes del área de la salud.

Lo valioso de practicar la atención plena

El mindfulness, o atención plena, ha sido incorporado en contextos clínicos y educativos debido a sus efectos beneficiosos para la salud mental. Entre las intervenciones más reconocidas se encuentra el programa de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness (Mindfulness-Based Stress Reduction, MBSR, en inglés), que combina múltiples prácticas para mejorar el bienestar.

Una estrategia de autocuidado

Mindfulness y salud, estudiantes de salud

Respecto a ello, diversas investigaciones han demostrado el potencial de este tipo de programas para reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, facilitando la regulación emocional. En el ámbito sanitario, tales prácticas adquieren especial relevancia. Lo anterior, puesto que el personal suele enfrentar altos niveles de exigencia emocional y presión por desempeños óptimos, lo que ha contribuido al aumento de síndromes como el burnout.

Siguiendo esa línea, el mindfulness ha sido explorado tanto como una herramienta de autocuidado como un recurso formativo. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones se han centrado en efectos inmediatos o programas extracurriculares. Por tanto, un nuevo análisis tuvo por objetivo evaluar el impacto a largo plazo.

Analizando el impacto de un curso centrado en mindfulness

Recientemente, se publicó una investigación realizada en Suecia entre 2007 y 2015, que incluyó a 201 estudiantes graduados de diversas carreras relacionadas con la salud. Estos participantes habían completado una asignatura optativa de MBSM, la cual abarcaba prácticas experienciales como meditación, escaneo corporal y yoga, además de seminarios y clases teóricas.

Para evaluar el impacto del curso, se recolectaron datos mediante una encuesta con más de cincuenta preguntas (cuantitativas y cualitativas), enviada en promedio cinco años después de haber cursado. El objetivo era evaluar el impacto percibido de la atención plena en el manejo del estrés, el ejercicio profesional y la vida personal, así como conocer los factores que favorecían su continuidad. ¿Qué se encontró?

Beneficios sostenidos en múltiples dimensiones

Mindfulness y salud, estudiantes de salud

Uno de los resultados más destacados fue el impacto de la atención plena en el vínculo de los estudiantes de las áreas de la salud consigo mismos. En concreto, un 75,6 % reportó haber desarrollado una actitud más compasiva, mientras que un 78,6 % indicó que las habilidades aprendidas les ayudaron a manejar el estrés en su vida cotidiana.

Asimismo, los testimonios recogidos revelaron mejoras en la capacidad para relajarse, identificar señales de malestar emocional, enfrentar situaciones difíciles con mayor conciencia y cultivar una mirada menos crítica hacia sí mismos. Incluso, muchos de los estudiantes reportaron seguir practicando de manera formal (meditación regular) o informal (atención plena en actividades diarias), incluso años después de haber cursado la carrera en salud.

Y… ¿Qué favorece la continuidad de la práctica?

Otro de sus hallazgos clave fue la identificación de factores que favorecen la continuidad del ejercicio. Los estudiantes con experiencia previa en meditación o yoga mostraron tasas más altas de adherencia, al igual que quienes eligieron la materia por motivos personales relacionados con la salud mental.

Motivaciones personales y su impacto en el bienestar

En suma, las trayectorias personales también influyeron significativamente en los cambios percibidos. Aquellos que se inscribieron por razones académicas o instrumentales tendieron a abandonar la práctica más rápidamente. En cambio, quienes buscaban herramientas para afrontar malestares emocionales no solo mantuvieron, sino que reportaron mejoras en su bienestar emocional y relaciones interpersonales.

Construcción de identidad

Finalmente, varios participantes señalaron que la materia marcó un punto de inflexión en su desarrollo profesional. Para algunos, fue el inicio de un interés duradero, fortaleciendo el vínculo entre autocuidado y vocación. De tal manera, se sugiere que los beneficios de dicha formación trascendieron el plano terapéutico, resonando en la identidad de los futuros trabajadores de la salud.

Repercusiones profesionales: Atención, empatía y resiliencia

Mindfulness y salud, estudiantes de salud

El vínculo entre mindfulness y la salud no se limitó a la esfera personal. El 75 % de los profesionales encuestados afirmaron que las herramientas aprendidas impactaron positivamente en su relación con los pacientes. Quienes continuaban practicando estas técnicas eran significativamente más propensos a reportar mejoras en la interacción clínica: mayor presencia, escucha activa y una actitud más empática.

Además, varios expresaron sentirse más seguros en su rol profesional, con mejor manejo del estrés laboral y mayor capacidad para establecer límites sanos. Algunos incluso integraban sesiones de tales prácticas con sus pacientes, especialmente para acompañar procesos de dolor crónico, ansiedad o situaciones de alta carga emocional. En este sentido, dicha formación funcionó también como un puente hacia cuidados más humanizados.

Limitaciones de la investigación

Dentro de las principales, la muestra estuvo compuesta por egresados de una única institución en Suecia, lo que restringe la generalización a otros contextos. Además, el cuestionario utilizado no fue validado formalmente, solamente ajustado durante años con base en retroalimentación estudiantil. Por otro lado, el 47 % de los potenciales participantes no respondió la encuesta, lo cual introduce un posible sesgo de selección.

Tampoco se incluyó un grupo control que permitiera comparar directamente la evolución de quienes cursaron el programa frente a quienes no lo hicieron. Esto limita la capacidad de atribuir los efectos únicamente a la materia y no a otras experiencias formativas o vitales posteriores. Más aún, se realizó una recolección de datos cualitativos rica y variada, no se trianguló con observaciones directas ni mediciones clínicas objetivas, lo que deja sin evaluar el impacto fisiológico.

Cuidar a otros, empieza por dentro

Para concluir, este trabajo aporta evidencia sólida sobre el valor de integrar el mindfulness en la formación universitaria de las profesiones de salud. Más allá de reducir el estrés, los resultados muestran que quienes incorporan la atención plena no solo desarrollan mayor autocompasión y regulación emocional, sino también una forma de estar más presente, empática y consciente en su labor clínica.

En tiempos de creciente exigencia y desgaste profesional, promover estos recursos desde la etapa formativa puede ser una estrategia clave para prevenir el malestar. A futuro, será necesario seguir evaluando estas iniciativas con mayor rigurosidad y promover su adaptación a diferentes contextos educativos y culturales. Lejos de ser una moda, podría consolidarse como un pilar formativo capaz de transformar la práctica sanitaria desde adentro hacia afuera.

Referencia bibliográfica

  • Sköld, C., Steen, A., Niemi, M., Vinnars, B. y Kiessling, A. (2025). Sustainable benefits of mindfulness training in health professions education. BMC Medical Education25(1), 451. https://doi.org/10.1186/s12909-025-06998-y