Explorando el complejo mundo de la rumiación y su relación con la depresión, un estudio reciente ha realizado investigaciones sobre cómo ciertas áreas del cerebro, específicamente dentro de la conocida red por defecto (default mode network, DMN, en inglés), están involucradas en los procesos de rumiación. Un análisis meta-analítico de estudios de imagen cerebral ha reunido hallazgos de varios estudios con resonancia magnética funcional (functional magnetic resonance imaging, fMRI, en inglés) para comprender mejor el papel de la red por defecto en la rumiación y sus implicancias en la depresión. Sigue leyendo para más información.
La rumiación y la red por defecto
La rumiación, un proceso mental donde las personas se enfocan persistentemente en pensamientos negativos, a menudo relacionados con la tristeza o la ansiedad, está fuertemente asociada con la depresión. Sin embargo, los mecanismos neurales subyacentes del proceso han sido, hasta ahora, poco claros. Y eso que la comprensión de la base neurobiológica de la rumiación tiene implicaciones importantes para el desarrollo de intervenciones más efectivas, mejorando la conciencia y el control cognitivo en individuos propensos a la rumiación.
Este estudio mencionado destaca la importancia de la DMN, una red cerebral implicada en el pensamiento autoreferencial y la memoria en la rumiación. En lugar de tratar el DMN como una red unitaria, el estudio examinó cómo tres de sus subsistemas contribuyen al proceso de rumiación.
¿Cómo se llevó a cabo?
Se investigó la conexión entre la rumiación y la depresión. Para lograrlo se realizó un meta-análisis de 14 estudios de fMRI que involucraron a 286 participantes. Dicha investigación se centró en identificar las áreas del cerebro dentro de la DMN implicadas en los procesos de rumiación.
Ahora, a diferencia de otras investigaciones, no solo se examinó el DMN como una red completa, sino que también se analizó el papel de tres subsistemas específicos dentro de esta red. Tal enfoque permitió una comprensión más detallada de cómo la activación de diferentes partes del DMN está relacionada con la rumiación. Lo que proporciona nuevos insights sobre los mecanismos cerebrales subyacentes y su posible impacto en la depresión.
La red por defecto, un papel crucial
El análisis de la red neuronal por defecto proporciona una comprensión más profunda de la dinámica cerebral involucrada. Y, para ello, los investigadores, en un esfuerzo por elucidar este vínculo, analizaron imágenes cerebrales de personas durante episodios de rumiación, comparándolos con momentos en los que estaban distraídos o en control.
¿Cuáles fueron los hallazgos?
Descubrieron, de manera significativa, que cinco regiones principales del cerebro se activan más intensamente durante la rumiación. Entre las mismas, se destacan el giro cingulado anterior y el precúneo, áreas vinculadas al procesamiento de nuestras emociones y a cómo reflexionamos sobre nosotros mismos.
Por otro lado, resulta notable que casi la mitad de la actividad cerebral observada en la rumiación se ubicó en la DMN. Dicha red es conocida por su activación cuando nos enfocamos en pensamientos autoreferenciales o recordamos eventos pasados. Y, aunque otras áreas cerebrales también mostraron cierta actividad, fue la DMN la que dominó el proceso de rumiación.
Sobre la importancia de los resultados
El descubrimiento es crucial, pues sugiere que ciertas áreas del cerebro tienen un papel más prominente en la rumiación. Y es que, entender tal activación selectiva brinda una mayor claridad sobre cómo la rumiación se relaciona estrechamente con la depresión. Resaltando el impacto significativo de los patrones de pensamiento repetitivos y negativos en el bienestar emocional y mental.
Depresión y rumiación: Los tres subsistemas de la DMN
El estudio sobre la rumiación y depresión se focalizó en tres áreas clave de la DMN. La primera, la corteza prefrontal medial dorsal, se ocupa de entender nuestras propias emociones y las de los demás; la segunda, el núcleo central de la DMN, que interviene cuando pensamos en nosotros mismos, recordamos el pasado o planeamos el futuro.
Finalmente, la tercera es el lóbulo temporal medial, relacionada con la memoria autobiográfica, aunque se encontró que esta parte del cerebro no se activa mucho durante la rumiación. Estos hallazgos podrían sugerir que la rumiación involucra áreas del cerebro que se enfocan en la reflexión personal y la comprensión de los demás. Mientras, las zonas relacionadas con la memoria no se utilizan tanto en este proceso.
Implicancias clínicas para la depresión
El foco en cómo los pensamientos repetitivos afectan a las personas con depresión, nos da pistas importantes para entender y tratar esta condición. Pues, en resumen, ha descubierto que en las personas con depresión, ciertas áreas del cerebro se activan más cuando se quedan atrapadas en pensamientos negativos, en comparación con quienes no sufren de depresión.
Depresión y rumiación: Hacia un futuro mejor
Curiosamente, como mencionamos anteriormente, el lóbulo temporal medial no se activa tanto durante estos momentos de rumiación en pacientes con depresión. De esta forma, los investigadores consideran que tal vez, ayudando a las personas a usar más esta parte del cerebro para imaginar escenarios positivos en el futuro, se encontrarían nuevas maneras de tratamientos para la depresión. Sería algo así como cambiar el enfoque del cerebro de lo negativo a lo positivo.
Finalmente, el estudio sugiere que calmar otras partes del cerebro que se activan demasiado durante la rumiación podría ayudar a aliviar la depresión. Lo que se haría con técnicas como la estimulación magnética transcraneal, que es una especie de terapia que utiliza campos magnéticos para influir en la actividad cerebral.
Referencia bibliográfica
- Zhou, H., Chen, X., Shen, Y., Li, L., Chen, N., Zhu, Z., Castellanos, F. X. y Chen, Y. (2020). Rumination and the Default Mode Network: Meta-analysis of brain imaging studies and implications for Depression. NeuroImage, 206, 116287. https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2019.116287