La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), es una de las enfermedades crónicas que más recursos conlleva a nivel económico y sanitario, por lo que representa una gran dificultad en el marco del siglo XXI. La misma se encuentra vinculada con la inactividad física, planteando un círculo vicioso de difícil salida para la persona que la padece. Sin embargo, aunque está demostrado que la realización de actividad física brinda múltiples beneficios para la salud, el sedentarismo sigue aumentando. Veamos entonces cuáles son las recomendaciones para cortar con este ciclo.

¿Qué es la EPOC?

Es una de las enfermedades que cuenta con mayores cifras en prevalencia y mortalidad en el mundo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2030, representará la cuarta causa de muerte a nivel mundial. También es considerada como un síndrome que posee cierta complejidad y heterogeneidad, dado que se presenta una afectación pulmonar y sistémica, impactando en la calidad de vida de las personas que la padecen y, por tanto, en su envejecimiento posterior (Vázquez Rosa et al., 2020).

EPOC e inactividad física: Romper el círculo vicioso

Este envejecimiento se acompaña de distintas comorbilidades que pueden empeorar el desarrollo de la enfermedad. Y es que, el desarrollo de dicha patología se da paulatinamente, evidenciándose entre los 40 y 50 años, y presentándose con mayor frecuencia en los hombres (Sánchez-Castillo et al., 2019).  

Diagnóstico y sintomatología

Para un diagnóstico de la patología, suelen realizarse pruebas diagnósticas iniciales, como las espirometrías forzadas, pruebas broncodilatadoras y radiografías de tórax, complementándose con pruebas diagnósticas adicionales, tales como gasometrías arteriales, pulsioximetrías, análisis de sangre y orina, electrocardiogramas y determinación de alfa-1-antitripsina sérica (Macías, 2019).

En lo que a los síntomas refiere, pueden mencionarse la disnea (percepción subjetiva de falta de aire), tos crónica (frecuencia persistente en el día y la noche), expectoración (presente en aproximadamente un tercio de personas con tos crónica) y sibilancias (sonido chillón que aparece al respirar) como característicos del cuadro (Vázquez Rosa et al., 2020).

Factores de riesgo de la EPOC

  • Tabaco: Es el factor principal de la EPOC. Cuanto mayor es el consumo de cajas de cigarrillo por día, el riesgo para contraer la enfermedad se intensifica.
  • Contaminación ambiental: Tanto a nivel exterior como interior. La primera se vincula a gases contaminantes que son predominantes en las áreas industriales, mientras que la segunda, responde a la combustión de sólidos así como distintos tipos de calefacción.
  • Actividad laboral: Cierto número de trabajadores se encuentran expuestos a sustancias peligrosas en sus lugares de trabajo. Al respecto, pueden mencionarse los trabajadores de algodón, plásticos, minería, productos químicos y polvos.
  • Infecciones respiratorias en la infancia: Se presenta un condicionamiento entre adultos de menor capacidad pulmonar con un historial de infecciones pulmonares en la infancia.
  • Factores genéticos: La carencia de alfa1-antitripsina es una anomalía genética de herencia autosómica recesiva, presente en menos del 1% de los casos de EPOC. Sin embargo, por recomendaciones de la OMS debe ser descartada para el diagnóstico, dada su importante función de protección pulmonar frente infecciones o agentes externos, que pueden dañar el tejido y facilitar el desarrollo de enfermedades en los pulmones.  
  • Factores socioeconómicos: Un bajo nivel socioeconómico se encuentra ligado a condiciones de vida que empeoran su calidad, por lo que el riesgo de poseer la enfermedad aumenta.
  • Asma e hiperreactividad bronquial: Son factores de riesgo si se presentan previamente, para ingresar en la EPOC (Vázquez Rosa et al., 2020).
enfermedad pulmonar obstructiva crónica

El tabaco: Un capítulo aparte

El consumo del primer cigarrillo ya deja daños profundos en nuestro organismo, y ni hablar el consumo prolongado del mismo. Por lo que, bajo un consumo prolongado de diez años puede visualizarse una importante afectación de la función pulmonar y una reducción de la tolerancia al ejercicio.

Asimismo es posible diferenciar dos consumidores de tabaco, los activos y los pasivos. En ambos casos, se absorben los componentes del humo de tabaco a través de las vías respiratorias y alveolos, causando efectos desfavorables para la salud de los adultos. Tales como, aumento de síntomas respiratorios, función pulmonar limitada y empeoramiento del asma.

Cuando los cigarrillos y el sedentarismo pasan factura

Por otra parte, un estudio comparó a deportistas que alguna vez habían fumado con deportistas que nunca lo habían hecho, concluyendo que el rendimiento se vería afectado por este consumo. Por tanto, los deportistas que alguna vez habían fumado tuvieron un rendimiento menor en comparación a los que no lo habían hecho. Asimismo, al comparar personas sedentarias que han realizado actividades físico-deportivas en algún momento de su vida, con personas sedentarias que no lo han hecho, puede observarse que los síntomas respiratorios disminuyen en el caso de las primeras (Pulgar Muñoz y Fernández-Luna, 2019).

Comorbilidades de la EPOC

  • Cardiopatía isquémica
  • Insuficiencia cardíaca
  • Diabetes mellitus
  • Hipertensión arterial
  • Osteoporosis
  • Dislipidemia
  • Trastornos psicológicos como ansiedad y depresión
  • Anemia
  • Cáncer de pulmón

¿Es un círculo vicioso?

En la EPOC uno de los síntomas principales es la intolerancia al ejercicio, visualizado desde las primeras etapas del desarrollo de la enfermedad, generando repercusiones negativas en la calidad de vida de las personas, a nivel social, psicológico (disminución del autocuidado) y fisiológico (limitaciones en el estado funcional). Así pues, bajo el diagnóstico de esta patología es esperable que los niveles de actividad física sean disminuidos.

Además, los anteriores s son grandes predictores de hospitalización y mortalidad. Por lo que, a medida que la enfermedad aumenta sus niveles de gravedad, la realización de actividad física empeora (Vázquez Rosa et al., 2020).

Sin embargo, cabe mencionar que un estudio realizado sobre caminatas en personas con EPOC ha demostrado que las mismas mejoraron su calidad de vida y la cantidad de exacerbaciones a raíz de dicha actividad. Por lo cual, no sorprende el hecho de que se recomienda el movimiento adaptado para este tipo de cuadros (Sánchez-Castillo et al., 2019).

Tratamiento

En líneas generales, podría afirmarse que para tratar esta patología crónica se sugiere el abandono del cigarrillo, acompañado de dieta, realización de ejercicio físico, vacunación anual, evaluación y abordaje de las comorbilidades. Contando con la utilización de fármacos que se requieran para cada caso.

Entonces podría deducirse que la práctica temprana, sistemática y regular de actividades físico-deportivas, parecería ser una de las formas de romper con el círculo vicioso en estos casos. Dado que, funciona como una terapia de prevención, con importantes repercusiones en la salud, generando una mejor calidad de vida y bienestar en las personas afectadas (Clemente, 2021).

Conclusión

Para que en etapas adultas las personas con EPOC puedan tener una mejor calidad de vida, la realización de actividades físico-deportivas, adaptadas para cada caso, resulta esencial. Cortar con el círculo vicioso, no solo implica pensar en tratamientos a medida para estas personas, sino trabajar desde un enfoque profesional preventivo, que posibilite psicoeducar a la población sobre la temática, promoviendo hábitos saludables y evitando, de este modo, el potencial desarrollo de la enfermedad y sus comorbilidades.  

Referencias bibliográficas

  • Clemente Hernández, M., Hernández Cano, M. P., Tarraga Marcos, M. L. y Tárraga López, P. J. (2021). La inactividad física como signo de deterioro en el paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Journal, 6(1), 138-162. https://doi.org/10.19230/jonnpr.3680
  • Macías Alcívar, J., Marisela Briones Fajardo, J., Lissette Ramírez López, G. y Xavier Pincay Macías, E. (2019). Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) Chronic obstructive pulmonary disease (COPD). Revista Científica de Investigación actualización del mundo de las Ciencias, 3(1), 95-126. https://doi.org/10.26820/reciamuc/3.(1).enero.2019.95-126
  • Pulgar Muñoz, S. y Fernández-Luna, A. (2019). Práctica de actividad física, consumo de tabaco y alcohol y sus efectos en la salud respiratoria de los jóvenes universitarios (Physical activity, smoking and alcohol consumption and their effects on the respiratory health of college students). Retos35, 130-135. https://doi.org/10.47197/retos.v0i35.60603
  • Sánchez-Castillo, S.,  Cepeda-Quintanar, S., Díaz-Suárez, A., Smith, L. y  López-Sánchez, G. F. (2019). Actividad Física en personas con EPOC residentes en España: Diferencias según sexo y edad. Journal of Sport and Health Research, 11(1), 59-68. https://recyt.fecyt.es/index.php/JSHR/article/view/80932
  • Vázquez Rosa, A., Tarraga Marcos, A., Tarraga Marcos, L., Romero de Ávila, M. y Tárraga López, P. J. (2020). Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica y comorbilidad. Journal, 5(10), 1195-1220. https://doi.org/10.19230/jonnpr.3863