En 1988, la banda norteamericana Pixies cantaba por todas las radios del país ¿Dónde está mi mente? (Where is my mind?, por su título en inglés). Sin querer, se estaban refiriendo a un fenómeno muy estudiado en los últimos veinte años llamado mind-wandering (o vagabundeo mental). Como tal, refiere a una categoría de pensamiento autogenerado donde la mente tiende a divagar, enfocándose en estímulos internos en vez de lo que ocurre en el exterior. Así, cuando estamos en una reunión de trabajo aburrida y comenzamos a pensar dónde serán nuestras próximas vacaciones estamos haciendo mind-wandering.

Mind-wandering (o vagabundeo mental)

El mind wandering, cuya traducción al español sería vagabundeo mental, ha sido un concepto difícil de clarificar. Es por eso que, ciertos autores proponen que se trata de un estilo de pensamiento que se encuentra en el medio de formas de cognición más espontáneas y no restringidas (como la ensoñación) y de otras formas de cognición más automáticamente y deliberadamente restringidas (como es el caso de la rumia).

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Asimismo, el mind-wandering entraría dentro de la categoría de pensamientos autogenerados. Es decir que, se trataría de un desplazamiento en el contenido del pensamiento. Y es que, al divagar, la mente se aleja de estímulos provenientes del entorno, desplazándose hacia pensamientos y sentimientos autogenerados (Smallwood y Schooler, 2015).

Los pensamientos autogenerados

Los pensamientos autogenerados podrían considerarse como un término paraguas. Así, dicho concepto abarca la cognición, imágenes y emociones que son en gran medida independientes del entorno y de los estímulos sensoriales (Fox et al., 2018).

Estos pueden ser espontáneos (no controlados ni dirigidos, y no son iniciados de forma deliberada en un proceso top down), o intencionalmente dirigidos. Pero también, los pensamientos autogenerados pueden estar automáticamente restringidos por factores bottom-up, como la saliencia afectiva. A su vez, abarcan formas de cognición de restricción deliberada, como soñar despierto, vagabundeo mental y pensar de manera creativa.

Bases neurales del mind-wandering

Dentro de la vasta red de conexiones cerebrales exploradas por la neurociencia cognitiva, la llamada red por defecto (RD) destaca por su papel en los pensamientos. Así, la RD se compone de varias partes, cada una con un trabajo específico.

Primero, se encuentra el núcleo central de la RD, un centro neurálgico que coordina pensamientos internos. Luego, la segunda parte, se enfoca en el lóbulo temporal medial y es responsable de la memoria y de construir simulaciones mentales. Por último, encontramos el tercer componente, que parece estar relacionado con un amplio abanico de funciones. Como, por ejemplo, la mentalización, el procesar conceptos complejos y gestionar las emociones (Christoff et al., 2016).

Cuadro conceptual de los distintos tipos de pensamiento. El mind-wandering entra dentro de la categoría de pensamientos espontáneos. Imagen obtenida de Christoff et al. (2016)

Cómo el cerebro funciona por defecto

En definitiva, esta red se compone de un conjunto de áreas cerebrales distribuidas y conectadas entre sí, que tienden a reducir su actividad cuando una persona se enfoca en estímulos del entorno. Sin embargo, en ausencia de atención hacia estos estímulos externos, la RD se redirige hacia procesos de pensamiento internos, tales como la autorreflexión, ensoñación, vagabundeo mental, recuperación de vivencias personales y proyección hacia el futuro. Asimismo, la red por defecto estaría activa durante momentos de reposo y vigilia tranquila, permitiéndonos reflexionar sobre nuestras vivencias, emociones y relaciones sociales.

Mind-wandering y su vínculo con la depresión

Entrar en un estado de mind-wandering, es algo completamente normal. De hecho, algunas investigaciones afirman que pasamos la mayor parte de nuestra vida divagando mentalmente. Y es que, tener un flujo de pensamiento con estas características, promueve el desarrollo de ciertas actividades como, por ejemplo, aquellas relacionadas al arte. Pero también, su presencia se ha visto involucrada en patologías del estado del ánimo, como la depresión (Girardeau et al., 2022).

Repasemos un poco el concepto de depresión

Para el manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (Diagnostic and statistical manual of mental disorders, DSM V; en inglés), los trastornos depresivos son un grupo de trastornos mentales caracterizados por una profunda alteración del estado de ánimo.

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Como tales, se manifiestan a través de una combinación de síntomas emocionales, cognitivos, físicos y conductuales. Algunos de estos síntomas incluyen:

  • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día.
  • Pérdida de interés o placer en actividades.
  • Fatiga o cansancio extremo para realizar actividades simples y/o complejas.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
  • Dificultad en la concentración.

Con estos criterios, se afirma que la depresión es un trastorno internalizante e introspectivo. En otras palabras, el foco suele estar en experiencias del mundo interno de la persona, y no tanto en estímulos del exterior. Al respecto, esto puede observarse en el pensamiento rumiativo característico en personas con depresión.

Mind-wandering como aspecto clave

Ahora, ¿por qué características como el pensamiento rumiativo son importantes? Porque, si tomamos la conceptualización de pensamientos autogenerados, se desprende que el mind-wandering puede llegar a ser extremo. Y, en este último caso, se deviene en un pensamiento rumiativo. Como resultado, la persona piensa de forma repetitiva y recurrente, sobre aquello que le causa malestar.

A su vez, esto influye en el estado de ánimo depresivo dado que las personas se concentran demasiado en los problemas y cómo eso los hace sentir, pero sin tomar una postura activa en la resolución de problemas. Un estilo de pensamiento que conduce a una especie de círculo vicioso. Pues, implica un estado de ánimo negativo que, a su vez, acentúa la atención sesgada sobre las cogniciones negativas. Finalmente, esto termina agravando aún más el estado de ánimo, fomentando un estilo desadaptativo (Baune et al., 2021).

Conclusión

Fenómenos como el mind-wandering nos demuestran la potencialidad de presentar una dualidad al momento de evaluar sus efectos en las personas. Lo que quiere decir, que estar en estado de mind-wandering no es algo patológico en sí. Al contrario, es parte de la cotidianeidad y se sustenta en el modo de funcionamiento del cerebro. Por ejemplo, pudiendo involucrarse en áreas más positivas de la esfera de una persona, como la relacionada a la creatividad. No obstante, esto no quita su otra potencialidad, y es el poder involucrarse en aspectos más negativos, como lo pueden ser los síntomas depresivos.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2013)Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
  • Baune, B. T. (2021). Characteristics and impact of impaired emotion processing. En: Cognitive dimensions of Major Depressive Disorder. 17-24. Oxford University Press.
  • Christoff, K., Irving, Z. C., Fox, K. C. R., Spreng, R. N. y Andrews-Hanna, J. R. (2016). Mind-wandering as spontaneous thought: a dynamic framework. Nature Reviews. Neuroscience17(11), 718-731. https://doi.org/10.1038/nrn.2016.113
  • Fox, K. C. R., Andrews-Hanna, J. R., Mills, C., Dixon, M. L., Markovic, J., Thompson, E. y Christoff, K. (2018). Affective neuroscience of self-generated thought. Annals of the New York Academy of Sciences, 10.1111/nyas.13740. Advance online publication. https://doi.org/10.1111/nyas.13740
  • Girardeau, J. C., Sperduti, M., Blondé, P. y Piolino, P. (2022). Where Is My Mind…? The Link between Mind Wandering and Prospective Memory. Brain sciences12(9), 1139. https://doi.org/10.3390/brainsci12091139
  • Smallwood, J. y Schooler, J. W. (2015). The science of mind wandering: Empirically navigating the stream of consciousness. Annual Review of Psychology66(1), 487-518. https://doi.org/10.1146/annurev-psych-010814-015331